Él tiene el poder. Ella la desesperación. Y en medio, un juego que podría destruirlos. Margot ha pasado años soñando con ver su libro publicado, pero la industria no se lo pone fácil. Con un ultimátum familiar y el tiempo en su contra, solo tiene una opción: convencer a Jayden Bowen de que la ayude. Jayden es arrogante, seductor y tiene el poder de lanzar carreras... o destruirlas. Pero lo más importante: Jayden no regala favores. Consciente de su poder en la industria, decide darle una lección a la atrevida escritora... a su manera. Entre coqueteos descarados, desafíos y un peligroso juego de seducción, lo que comienza como un trato profesional pronto se convierte en una batalla donde ambos pueden salir quemados. Pero, ¿Qué pasa cuando la línea entre la ambición y el deseo se vuelve demasiado borrosa para huir de las llamas? Porque en esta historia, el que juega con fuego no siempre es el que gana...
Leer másJayden Bowen28 de marzo de 2020Han pasado cinco días desde que regresamos a Londres y no he vuelto a ver a Margot desde que nos despedimos en el aeropuerto, sin embargo, si hemos estado hablando, cada día, por mensaje directo de instagram, aún cuando ya tenemos agregados nuestros números al whatsApp, supongo que hay algunas costumbres que no cambian. Los últimos días han sido toda una sorpresa tras otra. Para empezar, cuando llegué con Malcom al apartamento me encontré a Dex y Anthony en la sala. Hacía mucho tiempo que no los veía compartir espacio sin que estuvieran intentando matarse el uno al otro, pero lo realmente sorprendente no fue eso, si no el hecho de que los haya encontrado casi comiéndose la boca del otro sobre el sofá. El rostro de Dex al verme fue digno de un cuadro. No voy a mentir y decir que no me tomó por sorpresa, porque sí que lo hizo, ambos eran de los hombres más promiscuos que he conocido, pero por alguna razón haberlos visto juntos se sentía… correcto. Es c
MargotMi apartamento está tal cuál como lo dejé el viernes antes de partir a Cambridge con Jayden y si bien vengo de quedarme en un palacio, no hay nada mejor que estar en tu hogar, así que soltando un suspiro exagerado me dejo caer en uno de los sofás de la sala y cierro los ojos disfrutando del silencio y la tranquilidad. No ha pasado ni medio minuto cuando siento como se hunde el asiento a mi lado de golpe y al abrir los ojos me encuentro con los ojos grandes y curiosos de Juls, que me sonríe de manera espeluznante.—Ni creas que vas a dormir, Margy. Tienes que contarme todo lo que pasó este fin de semana.Bueno, al menos lo intenté. Resignando al interrogatorio que me espera, me acomodo en mi asiento y pienso por dónde demonios empezar a contarle. Porque por alguna razón, me siento un poco cohibida al pensar en contarle todo lo ocurrido con Jayden y ni hablar de Malcom. Pero si alguien en quien confiaría todos mis secretos, esa sería Juls. Así que decido no darle demasiadas vuel
MargotEl vuelo de regreso fue mucho más tranquilo que el de venida. Y supongo que esto se debe en gran parte a que miss Zorra no estaba como aeromoza esta vez. Además, Jayden había pasado la mayor parte del tiempo velando por el sueño de Malcom y preocupándose de que no estuviera sufriendo ningún efecto tardío por las drogas, el chico por su parte parecía estar pasando lo que sea que se haya metido. Yo estuve pensando en cómo iba a contarle todo lo que habpia ocurrido en estos dos días a Juls, es que joder, ni siquiera yo entiendo en qué demonios me metí.Cuando la voz del piloto resuena por el altavoz avisando que estamos a punto de aterrizar, mi corazón empieza a acelerarse sin razón alguna y mi mirada viaja de inmediato al hombre a mi lado. La incógnita sobre qué será de nosotros ahora no deja de rondar en mi cabeza y eso me jode. Como si pudiera sentir el peso de mi mirada, Jayden se gira y sus ojos quedan anclados en los mios. por un momento pienso que estamos pensando lo mism
MARGOTHan pasado dos horas desde que Jayden salió de la habitación para ir a hablar con Malcom. Yo no me he atrevido a salir de la habitación hasta que él no regrese, quiero saber cómo está y cómo está Malcom. No voy a mentir y decir que toda esta situación no me supera porque en cierta manera lo hace, vine hasta aquí con un plan de convertirme en una novia pesadilla, vengarme del prepotente y engreído hombre de canela y terminé, no solo acostándome con él, sino que además hemos desarrollado una intimidad que me asusta. Nos hemos abierto, él más que yo y no sé hacia donde va todo esto.Aproveché la soledad para arreglar mis cosas y mi maleta, solo por tener la mente ocupada en algo, luego me metí al baño a darme una ducha, arreglarme los rizos que los tenía hechos un desastre y vestirme adecuadamente para enfrentarme a mi queridísima suegra falsa en el desayuno, al cuál no he ido, y Jayden nada que aparece. Estoy a punto de treparme por las paredes cuando siento la puerta de la habi
Jayden BowenLa noche pasada, aunque empezó siendo inigualable gracias a Margot y el mejor sexo de mi vida, terminó en una completa montaña rusa emocional que sinceramente me dejó vuelto mierda. Dormir fue casi una misión imposible y estoy bastante seguro de que si lo conseguí fue solamente gracias a la pelirroja que se acurrucó junto a mi. Ella no me dijo nada, no pidió permiso, ni tampoco tuvo segundas intenciones más allá de sostenerme y eso, ese mínimo e íntimo gesto fue suficiente.Ahora, son las ocho de la mañana y mientras que la sexy escritora en la cama sigue dormida, yo ya estoy bañado y arreglado, debatiendo entre si debo o no ir a en busca de Malcom. A pesar de que conseguí dormir, mi hermano no abandonó mi cabeza ni un instante, no puedo evitar pensar en que ambos hemos sido engañados y utilizados de la manera más baja posible. Y aunque esta vez estoy decidido a no irme sin que él me escuche de verdad, debo aceptar que me asusta un poco su reacción y en especial, me asust
Jayden BowenMe separo lentamente de Margot y no puedo evitar verla con el ceño fruncido, porque no esperaba que sacara a relucir el tema de Vanessa justo ahora. Dios, en realidad no me esperaba nada de lo que ha pasado. No soy de los hombres machistas que piensan que llorar es de mujeres, pero joder, tampoco soy de los que lo hacen con facilidad, tener a Susana de madre me ha hecho tener capas y capas de armadura que me hacen casi inmune. Pero ver a Malcom así… Simplemente pudo conmigo. Y ahí entra la sexy pelirroja. Ella no me juzga. Margot no se burló, no dijo nada, simplemente me sostuvo y se encargó de decir cada maldita cosa tan perfecta mientras viste únicamente ropa interior miniatura, lo que hace que mi mente se divida entre toda la mierda y mis ganas de ella. Por eso el hecho de que saque a relucir a Vanessa justo ahora me tiene desconcertado.—¿Quieres hablar de Vanessa justo ahora?Veo como hace un mohín de disgusto con sus labios, como si acabara de probar algo muy feo y
Último capítulo