Margot
El olor a café es lo que consigue sacarme de mi bruma de sueño. Eso y el sonido de platos y utensilios llegando desde algún lugar del apartamento. Muy despacio voy abriendo los ojos y gruño cuando la luz atraviesa mis pestañas. Las consecuencias de la botella de vino están pegadas en mi cabeza en forma de martilleo. Separo las sábanas y me obligo a ponerme de pie para vestirme y conseguir un poco de ese café.
Con un albornoz de seda cubriendome el cuerpo llego hasta la sala y veo a Steven moviendose con libertad por la cocina. Está llevando los pantalones pero sigue con el torso descubierto, algo bueno para ver a estas horas de la mañana. La cafetera se encuentra llena y él esta removiendo algo en uno de los sartenes. Mi estómago da una voltereta advirtiendo que no esta apto para la comida. Atravieso la sala y llego hasta su lado para servirme una taza de café.
Su rostro gira para mirarme y sus ojos se desvían por unos segundos a mi cuerpo en el albornoz antes de enfocarse en