Samay por proteger a su hermana menor termina en la cárcel, para poder sobrevivir a esa correccional tendrá que cambiar su forma de ser y saber defenderse de las chicas más intimidantes de ese lugar. Drac, hijo de un sicario y de la reina de la mafia Americana. ¿Podrá Samay salir con vida de ese lugar? O mejor dicho logrará escapar de las garras de Drac. Su vida no volverá a ser la misma después de ese día tormentoso donde su oscuridad apareció para apoderarse de su alma.
Leer másHoy era el día del juicio y como todas las noches después de ese día no he podido dormir nada, tome mi teléfono y vi que todavía faltaba bastante tiempo para levantarme, pero sabía que no podría dormir más y decidí por salir de la cama.
Fui directo al baño, un poco de agua fría me ayudaría a dejar de sentirme así, mi cuerpo recibió el agua con un gran escalofrió que recorrió todo mi cuerpo.
Pensaba que tal vez esta sería mi última vez en esta casa y trataría de aprovecharlo, tenía muchos nervios y tristeza, sabía que depende de lo que diga hoy el juez a quien más le afectaría seria a mi familia.
Salí de la ducha me puse una sudadera que me llega a la mitad de mis muslos y un short de pijama, volví a tomar mi teléfono le conecté los audífonos y puse una canción de Billie Eilish, eran las cuatro de la mañana.
Fui a la cocina y me prepare un pequeño desayuno que consistía en fruta picada, mis padres estaban durmiendo y era mejor así no sabía cómo hacer para verlos a la cara desde ese día, había días donde podía escuchar a mi madre llorando por mi culpa, pero yo solo quería salvarla, lo único que hice fue salvarla, pero al parecer cause el hecho de quedarme sin familia, así se sentía y sin darme cuenta unas lágrimas escaparon de mis ojos y termine llorando silenciosamente en la oscuridad de la cocina.
No tenía ganas de comer y salí de la casa, necesitaba ver la oscuridad esa misma oscuridad que está creciendo en mí y no sé qué hacer para detenerla, me tengo miedo no se de lo que pueda ser capaz cuando esa oscuridad toma control de mi cuerpo, me convierto en una persona llena de ira y rencor, tengo miedo de lo que me llegue a pasar si ya no puedo controlar esa oscuridad, tengo miedo por lo que me pueda pasar en ese lugar.
Escuche la puerta del cuarto de mis padres abrirse, pero no me quería mover de aquí, quería estar sola con mis pensamientos y hacer que esto no fuera tan duro para ellos.
Vi como el sol salía justo al frente de mí, y ¿si este es el último amanecer que puedo ver en este lugar? Seguro ya eran las cinco y media que es la hora en que amanece en este lugar, decidí entrar y prepararme para el juicio.
Ya todos estaban despiertos y hablaban en el desayuno cuando entre todos me miraron, pero yo no pude mirarlos a ellos y me fui a mi cuarto para vestirme más tranquilamente, me decidí por una falda negra con algunas cadenas a los lados y una blusa manga larga de cuadros verde que dejan ver mis hombros, y mis botines negros de tacón favorito.
Salí de mi cuarto eran las seis de la mañana y el juicio era a las siete y media, mis padres y hermanas todavía se estaban alistando, yo preferí ver mi celular y despedirme de todos los que conozco por si acaso la condena es muy grande.
Estábamos saliendo de la casa cuando mi madre me abrazo yo no sabía que hacer me tomo por sorpresa, pero al momento la abrace de vuelta intentando que mis lagrimas no salieran, tenía que ser fuerte por ellos, rápidamente todos los demás nos abrazamos mi madre con lágrimas en los ojos, pero con una sonrisa eso es lo que más admiraba de mi madre lo fuerte que puede llegar a ser en los momentos más difíciles.
El viaje estuvo lleno de anécdotas felices y tristes, y por primera vez desde ese día sonreí con sinceridad, iba escuchando música de mi cantante favorita ósea Billie Eilish, también escuchando y hablando con mi familia, pero cuando estábamos adentro del tribunal de justicia todos nos quedamos en silencio.
—Pasen por aquí —dijo el guardia a mis padres, los iba guiando por donde sería el juicio y yo tendría que ir a ver primero a mi abogada.
Mientras otro guardia me guiaba a otra habitación. Entre a una sala con paredes cafés y los muebles a juego en unos de estos estaba la abogada Stephany, me indico que me sentara y me explico lo que pasaría en el juicio y que haría lo que estuviera en sus manos para que mi condena fuera mínima.
Era la hora, entre a la sala donde sería el juicio y era igual a las que presentan en las series policiacas, a mi derecha estaban los familiares de los hombres que entraron a mi casa, a mi izquierda estaba mi familia, varios tíos y tías, me hicieron pasar una puerta que me matenia separada de las personas presentes en el juicio, me senté y vi al juez, al jurado, también a las personas que defendían a los hombres que entraron a mi casa.
Habían pasado muchos testigos de lo que paso y era hora de que yo pasara a testificar, hice el juramento respire profundo y volví a recordar ese día.
—Podría decirnos exactamente qué fue lo que paso ese día y por qué usted ataco a mis clientes señorita —¿Qué yo ataque a sus clientes? Este abogado es pendejo o que, acaso no ve mis heridas en mi cuerpo. Respiré profundo y por un instante volví a ver a mi familia, esto nos afectó a todo y sé que jamás vamos a volver a ser como antes.
—Eran las seis de la tarde cuando todo paso, mi madre me dijo que iba a dejarle una ropa a la vecina yo le dije que estaba bien que no se preocupara, a los diez minutos mi madre no volvía, pero no me altere ya que sé que a la vecina le encanta hablar entonces seguí viendo la televisión, cuando escuche el portón abrirse, tampoco le tome mucha importancia ya que pensé que era mi madre, pero estaba equivocada entraron dos hombres vestidos de negro con la cara tapada, me asuste y en lo primero que pensé fue en mi hermana menor que también se veía asustada— una lagrima bajo por mi mejilla al recordar la mirada de mi hermana —yo la puse detrás de mí para protegerla y fui retrocediendo hasta la cocina, pero ellos adivinaron lo que iba a hacer, uno de ellos se acercó rápidamente y se llevó a mi hermana para el cuarto de mis padres y el otro iba a sujetarme, pero le di un rodillazo por su entrepierna y cayó al suelo, rápidamente tome unos cuchillos y vi que el hombre estaba encima de mi hermana a punto de violarla ver eso hizo que me enojara y fui directo a detenerlo, pero me sujetaron, fue cuando le clave un cuchillo en la pierna a uno de los hombres, y al otro lo tome por sorpresa clavándole el cuchillo en su espalda, tome a mi hermana y le dije que corriera lo más rápido que podía uno de ellos me apuñalo a un lado de mi estómago y otro en mi muslo dejándome incapaz de moverme sin que ellos escaparan, pero escuche las sirenas de la policía y lo último que recuerdo es a una persona levantarme y después que desperté en el hospital —mi rostro estaba cubierto de lágrimas y el de mis padres igual.
—¿Esta segura de que usted no hizo alguna insinuación o hasta los invito a su casa cuando su madre no estaba? —sí, ahora lo confirme con esta pregunta, este abogado es un completo pendejo, la ira recorría mis venas, no iba a dejar que una persona se basara en algo tan estúpido como eso para defender a dos personas que solo querían hacer daño.
—Déjeme decirle señor abogado, que hasta para mi corta edad y sin haber estudiado leyes se que su pregunta es una gran estupidez…
—Señorita Rodríguez le pedimos que responda a la pregunta del abogado —dijo el juez después de sonar escandalosamente su martillo.
—No, no los invite a mi casa ni les insinué nada —en mi tono de voz se escuchaba lo enfada que estaba, ¿Qué tipo de defensa tiene esos tipos? Es un completo asco de abogado, la oscuridad pedía a gritos salir y golpearlo sin detenerme hasta ver la sangre salir de su rostro.
—¿Dónde estaba su padre en se momento? —me volvió a preguntar el abogado.
—Estaba trabajando lejos en una remodelación de una fábrica —recuerdo que mi padre estaba en el hospital cuando desperté después de cuatro días en un pequeño coma.
—Bien señorita puede bajar del estrado y volver a su asiento —dijo el juez y uno de los guardias me ayudo a bajar ya que la herida en mi pierna seguía afectándome al caminar.
Stephany le mostro varias evidencias de lo que dije y además de las fotos de los policías, y dejo en claro que yo actúe en defensa propia, hasta la psicóloga que trato a mi hermana, ya que, quedo muy afectada por lo que paso y también el verme casi perder la vida, o eso fue lo que nos dijo la psicóloga.
El jurado se fue para tomar una decisión, ya pasaron varios minutos que parecían horas, por fin volvieron y le dieron el veredicto al juez, y este con clara dijo.
—Se le declara a la menor de edad Samay Rodríguez inocente, aunque nuestro jurado cree que puede ser una amenaza para la sociedad por la gravedad de las heridas y la forma despiadada en la que hirió a los señores por ahora nombrar, por eso pasara una condena de seis meses en la correccional con posibilidad de salir antes por buena conducta, y a los señores Emilio Espinoza y Diego Gonzales culpables con cargos de irrumpir a una morada, intento de violación y también por atentar contra la vida de la menor de edad Samay Rodríguez —junto a la sentencia el característico martillazo para dar por sentado lo antes dicho y dando por finalizado y concluido el juicio.
Por lo menos ellos tienen su merecido, y yo pues tendré que ir a la correccional, escuche los sollozos de mi familia y eso me rompió el corazón, pero todo lo había hecho por mi hermana menor.
Los policías llegaron y me pusieron las esposas me despedí de mi familia y me llevaron a la correccional que sería mi nuevo hogar por estos seis meses siguientes.
Tengo miedo, pero también sé que tengo que ser fuerte no solo por mi sino para poder sobrevivir en ese lugar.
2 años despuésEstaba sentada en el jardín de la casa, mientras veía a Tristán jugar con su padre, todavía seguía sin creer que mi pequeño ya tuviera dos años, estaba creciendo demasiado rápido para mi gusto.Claus se veía tan feliz jugando con su hijo, y es que ambos eran como dos gotas de agua, tenían los mismos ojos grises y su cabello castaño, su sonrisa y hasta sus labios, aunque el color de piel era igual al mío.Todavía sigo recordando el día del parto, ese día sí que fue un poco caótico.FlashbackMe faltaban tres semanas para que Tristán naciera, mi vientre estaba muy grande y pesaba como si estuviera cargando dos sacos de cemento.Me iba a sentar en el sofá cuando comenzaron a atacar la casa, me retracto no quiero más ataques sorpresa, ¡maldita sea estoy embarazada! ¿Nadie puede tener un poquito de consideración por mí?<< Reitero ¡estas en una mafia! >>
Claus Estaba de pie, en medio de una bodega abandonada a las afueras de la ciudad, ya había pasado unos minutos de la hora a la que había citado a nuestra intrusa.—Hola osito, ¿me extrañaste? —bien ya llego hora de actuar.—Claro que sí, como no te iba a extrañar —dije tratando de que no sonara muy fingido, sentía como todo lo que había comido subía por mi garganta.—¿Y de que querías hablarme? —ya está cayendo solo un poco más.—Quería decirte que voy a separarme, y quiero casarme contigo —su rostro se ilumino con una gran sonrisa y yo solo quería terminar con esto.Flashback—Y con esta nota confirma quien es la persona que nos está robando... ya sé cómo detenerla —dije apenas dejé la nota sobre la mesa.—¿Y quién es como vamos a detenerla? —preguntó Lea, con curiosidad.—Simple, ella fue mi novia, lo sé porque solo ella me llama osito —vi un poco de enojo en
ClausEstaba afuera viendo entrenar a todos, hace mucho que no entrenaba y por eso me uní a ellos. En menos de un minuto ya tenía al tipo comiéndose la lona y quejándose del dolor, algunas veces me impresiona lo mucho que me entrenó mi padre, pero comprendo el por qué.Flashback—¡Vamos Giordano, no seas tan débil! —gritaba mi padre desde fuera del ring mientras otro tipo me golpeaba, solo tenía trece años y él me estaba exigiendo más de lo que mi cuerpo podía.—No puedo —dije casi en un susurro mientras el otro tipo de unos veinte años me seguía golpeando mientras trataba fallida mente tapar mi rostro con mis brazos para bloquear los golpes.Así pasaron los días, las semanas, los meses y los años. Y para cuando estaba por cumplir catorce años ya podía noquear al tipo que me entrenaba y mi padre siguió entrenándome cada vez más fuerte hasta que podía vencer a un veterano especializado e
LeaEstaba revisando personalmente el manejo de toda la droga en la sucursal que tengo aquí en Italia. Todo iba en orden, hace unas semanas desde que intentaron robarme un camión con una gran carga de droga y dinero, mis hombres pudieron detenerlo antes de que desapareciera de nuestro radar, el conductor no apareció el hijo de puta escapó como un cobarde.Iba subiendo las escaleras cuando escucho varios disparos, inmediatamente sacó la pistola que llevó en mi pantalón y apunto al hombre que hace lo mismo solo que en este caso el tipo quiere matarme, así que este es uno de los traidores.—¡Esto es por mi señora y por mi señor! —comenzó que disparar no sin antes yo poder atinar a mi objetivo, su ropa comenzó a teñirse de rojo, el cuerpo cayo en medio de un pasillo y todos los demás me veían con miedo, que mal el chico era joven, pero él se lo busco no debió de haber hecho eso.—¡A quien se le ocurra traicionarme ya sabe cuál va a ser su fina
ClausDrac estaba llegando a nuestra casa, toda mi familia estaba afuera de la casa para darle la bienvenida, por así decirlo es como una tradición siempre que vienen invitados a nuestra casa.Después de los saludos todos entramos, Drac y Lea venían conmigo a mi despacho para hablar del porqué Drac quería hablar tan urgente conmigo.Entramos, Lea y Drac en frente de mi escritorio y yo en mi lugar habitual detrás del enorme escritorio.—Bueno Drac sin duda tengo mucha curiosidad de saber porque citaste una reunión, pensé que todo iba bien con su negocio —hablo Lea rompiendo la tensión que se había creado.—Lo que pasa es que alguien nos está robando —¡¿qué?! Quien sea que sea no va a vivir para poder disfrutar del estúpido dinero, esto era lo último que necesitábamos una maldita rata.—¿Tienes sospechas de quien pueda ser? —pregunte lo más calmado posible.—Tengo algunas dudas de dos chicos nuevos que trabajan en lo que es
Drac1 año despuésUn jodido año desde que volví a verla y aunque una parte de mi se alivió al verla sana y salva otra se quebró al ver como celaba al que es ahora mi socio.Todo iba genial con eso, yo estaba ganado bastante al igual que Claus y aunque me hubiera encantado trabajar con la loba, ella tenía razón al decir que yo no tenía nada más que ofrecer.Tocaron la puerta de mi despacho haciendo que dejara de ver por un segundo los papeles que tenía en mis manos.—Adelante —y Dirk entro con una carpeta, en su rostro se podía ver que estaba un poco preocupado.—Drac, tenemos problemas —eso no suena nada bien.—Dime que pasa —que estaba pasando se supone que todo iba bien con la venta en Italia y en algunas partes de nuestro país.—Bueno al parecer alguien nos está robando ya que varios cargamentos traen solo la mitad del dinero de las ventas que tenemos —tendré que volver a Italia a hablar esto
Último capítulo