Emma una mujer sencilla, sin saber su procedencia, se ve obligada a enfrentar el mundo sin la protección de sus abuelos, los únicos capaces de proporcionar seguridad y amor. Conoce a Simon Valencia por accidente, un joven millonario con futuro prometedor en la industria publicitaria, a quien le colocará el mundo al revés. ¿Podrá Emma vencer sus inseguridades y renacer? ¿logrará saber su linaje?. Solo la esperanza podrá demostrar la verdad a través del tiempo.
Leer másA las siete de la mañana un automóvil se estacionó fuera de la casa de Laura, en cuanto ella escuchó un auto apagar su motor, se asomó a la puerta de entrada, su aspecto era deplorable, estaba despeinada con un moño similar a un tomate, sus ojos rojos e hinchados, manchas rojas en su piel por estar llorando.- ¡César!, gracias por venir- se arrojó en sus brazos buscando un consuelo.-¿ que pasó aquí?- dijo César asomándose a la entrada, estaba todo por el suelo, retratos rotos, sillas por todos lados, era como la imagen después de un huracán.- Mario terminó conmigo y se fue.-¿ Él hizo esto?- por su rostro parecía como si quisiera matarlo, Laura rompió en llanto.-¡No!, lo hice yo, ¿ esta bien?- tranquila- la abrazó fuerte contra su pecho hasta que calmó su llanto, besó su cabeza y la separó de su cuerpo para limpiar sus mejillas con la mano- vámonos de aquí. Laura entró a su habitación por dos bolsos de ropa se los pasó a César junto a las llaves del automovil.- en el asiento tra
Estacionó su deportivo azul fuera de un local nocturno en el barrio Bellavista, entró con calma buscando la zona de fumadores, en una mesa ya se encontraba Patricio, uno de sus amigos; él era bajito de como un metro sesenta y algo más menos, menudo, de cabello largo castaño con rasgos finos perfilados en su rostro palido.-¡Simón!- Patricio se colocó de pie llamándolo a la mesa, vestía unos jeans negros con polera blanca y chaqueta de cuero, su apariencia metalera lo hacía parecer una estrella de rock.- hola¿ cómo estás?- dijo Simón abrazandolo fuertemente después de estrechar su mano.‐ bien, bien. Esperando al guaton Carlos. Te vas a asombrar cuando lo veas, ahora es flaco.- dijo dándole un sorbo a la cerveza que tenía en la mano, Simón rió a carcajadas cuando le comentó eso Patricio. Al rato llegó el guaton Carlos con el cabezón Claudio y Francisco que al igual que Patricio también era menudo y pequeño, su pelo era crespo, similar a Cerati.El grupo al fin estaba completo, felicit
A las doce y media del día Simón y Emma descendían del vehículo en el estacionamiento de las oficinas de Robert, Emma estaba nerviosa por el trámite que empezaría, ahora por fin tendría un padre y apellido paterno.Cuando llegaron a la oficina los recibieron muy bien, ya todos sabían que Emma era la hija de Robert y sinceramente les agradaba mucho más que la petulante Cecilia.La secretaría los condujo a una oficina donde dos abogados le presentaron los documentos a firmar, no solo estaba el cambio de apellido, también el anexo a la herencia de Robert y la recepción de una tarjeta con cuenta de ahorros. Emma obnubilada, se giró para mirar a Simón que observaba toda la oficina con curiosidad, el joven le hizo un gesto con la mano para que prosiguiera, ya serían la una de la tarde y estaba muriendo de hambre.Mientras Emma firmaba, Robert volvió a llamar a Simón, él contestó el teléfono saliendo de aquella oficina.-¿Simón?- Robert, dime- ¿ estás en la oficina?- preguntó acelerado.-
A las seis de la mañana despertó Simón de un jalón, se levantó rápidamente en silencio y salió a trotar, al principio una melancolía lo inundó, ese circuito lo hacía casi a diario con Jackie, extrañaba sus ladridos o cuando se enredaba entre sus piernas siendo cachorro. Mientras más subía el cerro más fuerte era la pisada como una promesa de vida a su fiel amigo, en su mente no pasaban más que imágenes del can en distintas etapas de su vida, su corazón clavaba fuerte, cuando llegó a la cumbre casi no respiraba, una angustia enorme lo embargaba, caló hondo el aire y trato de mantener la calma observando su rededor, sentía como si estuviera muriendo de un infarto.De pronto entre unas piedras divisó algo negro, se acercó encontrando una billetera y una piedra grande con restos de sangre seca, no sabía si era de Jackie o de uno de los delincuentes.sacó de su bolsillo un pañuelo y tomó la billetera en su mano, observó a todos lados por si encontraba algo más sin tener exito.Comenzó a d
Treinta minutos demoraron en llegar al restaurante, un lugar conocido para ambos, observaron a los comensales y verificaron que Cecilia y Robert aún no llegaban así que reservaron una mesa para cuatro personas, después de ser ubicados Emma le dijo a Simón que ella conduciría de vuelta así que podía compartir tranquilo. Luego de esta aclaración, Simón pidió un pisco sour y Emma una bebida mientras esperaban. El desfile de aromas les abrió el apetito pero Robert y Cecilia aún no llegaban, Simón miró el reloj después de beber su sour, habían pasado quince minutos.- Les dije que nos viéramos en una hora, llegamos antes así que ya deben estar por llegar- dijo Emma dando otro sorbo a su bebida, Simón pidió otro sour, Emma ignoró su comportamiento ya que ella lo había autorizado, aunque Simón cada vez estaba más desinhibido y espontáneo, a Ella le resultaba gracioso verlo y escucharlo hablar.De pronto Simón se colocó de pie abruptamente y caminó a la entrada a abrazar a Robe
Llegando al hospital, se encontraba toda la familia de Benjamin, recibieron a Simón y Emma con gratitud, aguardaron juntos la salida del doctor, la madre de Benjamin le comentó a Simón que aquella mañana el niño despertó un poco débil debido a la radioterapia que le habían aplicado los días pasados, aun así tenían esperanza de que todo saliera bien. Simón sintió una clavada en el corazón al oír eso, no era un dato menor, cuando Emma vio las lágrimas que se agolpaban en el borde de los ojos de Simón, apretó su mano con fuerza haciéndolo contener su pena, él desvió la mirada para ver a Emma.-¿Vamos por café?- le preguntó aclarando su voz.- claro- respondió ella colocándose de pie.Al volver con los vasos para todos, aun no tenían respuesta del médico, ya habían pasado tres horas y la situación era casi insostenible, la tensión y preocupación era palpable.A la hora después salió el médico del pabellón, se presentó con todos diciendo que el procedimiento había sido un éxito, Benjamin
Último capítulo