Llegando al hospital, se encontraba toda la familia de Benjamin, recibieron a Simón y Emma con gratitud, aguardaron juntos la salida del doctor, la madre de Benjamin le comentó a Simón que aquella mañana el niño despertó un poco débil debido a la radioterapia que le habían aplicado los días pasados, aun así tenían esperanza de que todo saliera bien.
Simón sintió una clavada en el corazón al oír eso, no era un dato menor, cuando Emma vio las lágrimas que se agolpaban en el borde de los ojos de Simón, apretó su mano con fuerza haciéndolo contener su pena, él desvió la mirada para ver a Emma.
-¿Vamos por café?- le preguntó aclarando su voz.
- claro- respondió ella colocándose de pie.
Al volver con los vasos para todos, aun no tenían respuesta del médico, ya habían pasado tres horas y la situación era casi insostenible, la tensión y preocupación era palpable.
A la hora después salió el médico del pabellón, se presentó con todos diciendo que el procedimiento había sido un éxito, Benjamin