El deseo del millonario

El deseo del millonarioES

Romance
Última actualización: 2025-09-04
Katja Brook  Recién actualizado
goodnovel18goodnovel
0
Reseñas insuficientes
37Capítulos
26leídos
Leer
Añadido
Resumen
Índice

ayla había aceptado ese trabajo en el strip club más caro de San Francisco solo porque la paga era buena, pero no estaba dispuesta a sacarse la ropa bajo ningún término. Ella solo era la chica de la limpieza. Pero cuando sin querer se topa con el cliente más importante del club, no sabe que su vida va a dar un vuelco inesperado pues ,el millonario de origen ruso, Nikolai Starov no está acostumbrado a un NO por respuesta.

Leer más

Capítulo 1

1. NIKOLAI

ADVERTENCIAS DE CONTENIDO/ TRIGGER WARNINGS 

Este libro es una obra de ficción dirigida a público adulto. Contiene material explícito que puede resultar perturbador para algunos lectores, incluyendo, pero no limitado a: 

Escenas sexuales con abuso de poder.

Lenguaje soez. 

Conductas sexuales consideradas tabú.

Estas escenas buscan enriquecer la narrativa dentro del género erótico/dark romance y no promueven, glorifican ni justifican la violencia o el abuso de ninguna forma. 

Si eres sensible a este tipo de contenido, se recomienda discreción. La seguridad y bienestar de los lectores es primordial, por lo que, si en algún momento consideras que la historia es demasiado perturbadora, puedes abandonarla sin compromiso.

Nikolai Starov era un millonario en ascenso desde que su compañía de Telecomunicaciones sacó un celular que competía con iPhone.

Le decían el Jobs ruso, aunque él no creía que fuera para tanto. Su familia había emigrado desde Rusia como refugiados políticos.

Tanto su padre como su madre se habían roto el lomo para mandarlo a la universidad y él, como hijo único, no pensaba defraudarlos. Empezó de joven. Ya desde pequeño le gustaba la Tecnología y la Electrónica, solía agarrar de la chatarra vieja: teléfonos y computadoras. Los desarmaba y arreglaba. 

Sus padres, que se habían dado cuenta de su talento a temprana edad, lo apoyaron siempre. Por eso, cuando hizo su primer millón con Starov INC. lo primero que hizo fue comprarles una casa. En ese momento hacían un crucero por el mundo. Y él era feliz por hacerlos felices luego de tantos sacrificios. Era su único hijo y estaba contento de poder retribuir de alguna forma todo lo que habían hecho por él a lo largo de su vida.

En ese momento estaba en expansión comercial, buscando nuevos horizontes de inversión para su empresa. Otros se quedarían felices sobre su mina de oro, pero así no era Nikolai, él quería más.

Quería ampliar y expandir su negocio hacia la Robótica o las telecomunicaciones. O ambos. El cielo era el límite para él. Eso lo tenía muy tenso últimamente, por eso había decidido ir al club. No era cualquier club, era un strip club de lo mejor del valle de San Francisco.

Claro que él podía tener a cualquier chica que quisiera, pero aún en las relaciones sin compromiso, siempre pedían más de lo que estaba dispuesto a dar. Y eso solía fastidiarlo. No tenía ni tiempo ni ganas para eso.

Él no solo era multimillonario y exitoso. Con su 1.85 m, su cuerpo fibroso, su cabello rubio oscuro y sus ojos verde jade, era un hombre atractivo. Era un amante generoso y estaba bien dotado. Eso le habían dicho y lo sabía. Su verga era gruesa y venosa. En definitiva, él para las mujeres era como el boleto dorado en los chocolates de Willy Wonka y lo sabía.

Pero tenía 35 años y ninguna intención de tener un compromiso formal. El negocio era primero, ya tendría tiempo para la familia. 

Algún día.

Eso era lo que él creía.

The Paradise era de lo mejor en strip clubes de San Francisco. Le gustaba ese lugar que se había vuelto tan familiar para él.

Allí iba a bajar las tensiones del día. A veces solo, a veces acompañado de socios o amigos de negocios. Veía a las chicas hacer su espectáculo sobre las tablas, luego elegía alguna para un baile personal y, generalmente, por una cuantiosa suma de dinero terminaban en su cama.

Aunque dentro del club no estaba permitido acostarse, el dueño sabía que eso pasaba. Y Niko sabía que las chicas pagaban una comisión al dueño, y que, de herirlas, lo buscarían los matones del club. Igual él no era de esa clase de persona. Él preferiría dejar satisfechas a las chicas, no le iba eso de producir dolor para su placer, aunque no era idiota y sabía que había muchos hombres que eran así. Pero ese no era su caso.

Nunca una chica lo había rechazado. Claro que siempre había una primera vez.

Era algo con lo que Niko iba a tener que lidiar muy pronto, aunque aún no lo sabía.

Dentro del club había una zona de baile, con un escenario y caños. Algunas chicas danzaban allí, pero una en especial llamó su atención. Era una chica joven de unos 20 años o por ahí, de cabello renegrido y lo que parecían unos ojos celestes sobrenaturales como los de un Husky. Aún a la distancia la podía ver, solo que estaba por detrás del escenario intentando pasar desapercibida, aunque había captado su atención sin proponérselo. Ella apenas se había asomado, pero igual la pudo ver a la distancia. 

La joven tenía puesto un uniforme de mucama. El cabello recogido en una coleta y unas curvas sutiles nada exageradas. Por lo que le pareció era pequeña como una niña a nivel físico, no creía que midiese más de 1,55 m. Imaginó por su vestimenta que era una de las chicas del servicio de limpieza, ya que portaba el clásico uniforme. Tenía la piel sin manchas de un color caramelo claro, aunque no parecía que hubiese estado al sol recientemente. Su rostro denotaba cansancio acumulado, aunque sus facciones eran hermosas: nariz respingada y ojos grandes. 

«Tranquilamente podría estar sobre las tablas», pensó y eso picó más su curiosidad.

En determinado momento debió sentir su mirada, porque sus ojos se cruzaron y, por un instante, quedó congelada en su lugar, como un cervatillo cuando es descubierto por un cazador. Sus labios se endurecieron en un rictus de desprecio y Niko pudo ver que eran carnosos. Sus ojos celestes gatunos lo observaron y cubrió su mirada al parpadear con sus largas pestañas. Luego desvió sus ojos y siguió fregando con más ímpetu.

Por alguna razón ese gesto de sus ojos en apariencia simple excitó en exceso a Niko. 

Tomaba en soledad un trago en la barra del bar, no en el VIP que siempre ocupaba. Bill, el cantinero que ya lo conocía y con quien tenía confianza. siguió su mirada y rio abiertamente.

—Esa es una de las de limpieza, Nikolai, por amor de Dios, puedes tener a cualquiera. Incluso creo que algunas estarían dispuestas a pagarte a ti por un revolcón... —reflexionó.

Niko llevó el vaso con el líquido ámbar a sus labios, era un whisky de lo mejor y sorbió.

Él quería que limpiara su calentura, se la imaginó en su cama y se excitó. La chica había desaparecido ya.

—¿Cómo se llama? —preguntó, intrigado.

—Es buena chica. Elige a cualquiera, vamos...

Nikolai entrecerró los ojos de forma amenazante.

—OK... Se llama Kayla. Kayla Scott.

—¿Es su nombre real?

Bill se encogió de hombros.

—Hasta donde sé, lo es...

Niko siguió bebiendo y un impulso lo hizo ir al baño, pensó que quizá la chica seguiría la limpieza por allí.

Desplegar
Siguiente Capítulo
Descargar

Último capítulo

Más Capítulos

También te gustarán

Romances Relacionados

Novos lançamentos de romances

Último capítulo

No hay comentarios
37 chapters
1. NIKOLAI
2. KAYLA
3. BAILE
4. HUIDA
5. ¿SECUESTRADA?
6. IDEA
7. PROPIEDAD
8. LAMIDAS
9. MADRE
10. PRESENTACIÓN
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP