Cyrene Dagger es la última de un linaje de cazadores, pero no de cualquier tipo de animales, la familia Dagger ha sido una de las antiguas, encargada de destruir a los hombres lobo. Por eso, no es ninguna sorpresa cuando le dan el dato de que hay una manada en los bosques de Numore Falls. Ahí conocerá a Enzo Volk, un hombre salvaje y atractivo que tendrá una conexión innegable con ella. Sin embargo, un crimen atroz es el inicio de una guerra de la cual Cyrene no creyó ser parte. ¿Qué pasará cuando descubra que ese hombre que le atrajo no es solo el hombre lobo que estaba cazando, sino que además es el principal sospechoso de ese asesinato? Para Enzo ella también significó una gran conexión, hasta que se da cuenta de que Cyrene es su luna, pero ¿Podría estar con ella cuando sabe que es solo una simple humana y además, una cazadora?
Leer másHace más de veinte años que no vengo a este endemoniado pueblo. Numore Falls era un recuerdo borroso de mi pasado más tierno, cuando solo era una pequeña niña. Ya sabía que tendría que volver algún día, y aunque la idea no me emociona del todo, sé que estoy aquí por una misión en especial: cazar a la manada de hombres lobo que se ha asentado en este pueblo.
Mucho se dice de los hombres lobo que habitan este lugar. Llevan siglos en guerra con los de mi clase, el gremio de cazadores. Creímos que los habíamos eliminado a todos, pero ahí están, volviendo a aparecerse como cucarachas, rehusándose a morir o a largarse.
Cuando mi moto atraviesa la frontera de la entrada del pueblo siento un escalofrío recorrer mi espalda. Hace demasiado frío, pero no me importa en realidad. Con mi chaqueta de cuero negra puedo soportarlo.
El camino a los lados está franqueado por un bosque espeso, puedo incluso oler el aroma del césped húmedo. Atravieso el puente que pasa por encima del río y finalmente llego a la civilización.
Las primeras casas están bastante separadas, pero a medida que me adentro más, las personas, los autos y las edificaciones se hacen más frecuentes.
El gremio me ha enviado específicamente para cazar al Alfa de la manada, desconocemos su nombre, pero dicen que es un hombre sanguinario y aterrador. En los últimos días ha habido algunos ataques de animal a los pobladores. La policía cree que se trata de osos o algo así, pero nosotros sabemos bien que la amenaza es diferente.
El dato solo decía que lo reconocería por un tatuaje de media luna, ni siquiera me dijeron en qué parte de su cuerpo está ubicada, así que tendré que improvisar.
Decido estacionarme frente a un bar. El lugar tiene pinta de cabaña, la madera oscura se siente húmeda y mohosa, pero por dentro se ve todo mucho más cálido. Dejo la moto al lado de las demás y me saco el casco, acomodo mi cabello en el proceso.
Afuera, un sujeto con una botella en la mano me da una mirada lasciva de arriba abajo. Lo ignoro, no tengo tiempo para tratar con esa clase de hombres.
Como lo imaginaba, el bar tiene calefacción. Aun así, froto mis manos en busca de darles un poco de calor.
No está demasiado lleno, la mayoría está ocupado en sus propios asuntos, así que decido tomarme un trago, tal vez aquí pueda averiguar algo de la persona que estoy buscando; aunque yo no lo llamaría “persona”.
El barman me sonríe y se acerca para tomar mi pedido.
—¿Eres nueva? —indaga.
—No, más bien estoy volviendo a mis raíces —respondo apoyando mis codos en la madera.
—Oh, ya veo. ¿Qué te sirvo?
—Un vaso de güisqui, por favor.
Noto que a mi lado hay otro hombre sentado. Lleva una camisa a cuadros de color rojo y una chaqueta de jean bastante gruesa, el borde del cuello es de un distintivo color marrón. No alcanzo a verle la cara, porque está bastante inclinado sobre la barra. Lo detallo de reojo. Mi evaluación de él es imperceptible para su ojo, es algo que he aprendido con el entrenamiento para cazar a esas bestias, ya que no es particularmente fácil dar con uno de ellos.
El hombre me mira, también de reojo, y se remueve en su asiento. El barman vuelve con el vaso de güisqui con hielo y lo deja sobre la barra.
—Nunca te había visto por aquí —dice de pronto el que se encuentra a mi lado.
Volteo para mirarlo. Me cuesta mucho trabajo disimular la impresión que me causa verlo a los ojos. Es uno de los hombres más guapos que he visto en mi vida. Mi corazón se acelera y ni siquiera sé el por qué.
Sus ojos azules son hipnotizantes. De alguna manera, una extraña sensación de familiaridad me hace sentir que lo conozco de toda la vida, aunque es la primera vez que lo veo.
Tengo que carraspear mi garganta un poco antes de poder responder.
—Vivía antes aquí, pero eso fue hace muchos años —respondo con una voz dulce y suave.
¿Qué me acaba de pasar? Normalmente no suelo ser así.
El hombre me sonríe y creo que voy a derretirme. Lo miro bien, quiero detallar ese bello rostro en mi mente por mucho tiempo. Una ligera barba cubre la mitad de su cara, lleva el cabello enmarañado y despeinado, pero eso solo le da un aspecto salvaje, hasta quizá un poco amenazante.
—Interesante. Estoy seguro de que, si me dices tu nombre, podría saber de qué familia vienes. Conozco a todos aquí —asegura.
—No lo creo, ¿acaso no te han dicho que no hay que confiar en desconocidos? —cuestiono enarcando una ceja.
Le doy un sorbo a mi bebida sin apartar mis ojos de él. Hay algo en su ser, no sé que es, pero me atrae muchísimo. Es curioso que ambos tengamos los ojos azules. Él decide acercarse y me extiende su mano.
—Mucho gusto —saluda. Su sonrisa hace que mi corazón vaya a mil por hora. Al momento de tocar su mano, un ligero cosquilleo recorre cada fibra de mi cuerpo.
Parece que venir a Numore Falls no ha sido tan malo después de todo.
—Se supone que debes decir tu nombre.
—No, las damas primero —bromea.
Se da cuenta de que me he terminado mi bebida, así que le dice al barman que me sirva otro vaso, y que corre por su cuenta.
—Te lo diré si me ganas en un juego de billar —señalo hacia la mesa donde hay unos sujetos jugando y a punto de terminar.
—Me parece una buena oferta —acepta. Se baja de un brinco del taburete donde está sentado y me vuelve a extender su mano para llevarme hasta allá, sin embargo, yo decido evitarlo.
Estoy perdiendo el tiempo, cuando debería estar investigando al hombre lobo, pero hay algo en él que me hace querer pasar más tiempo a su lado. Si le digo mi nombre ahora, el coqueteo entre los dos se acabará, y debo reconocer que me la estoy pasando muy bien.
Los dos avanzamos hasta la mesa de billar y esperamos a que los hombres que están ahí la desocupen. Una vez dejan todo libre, Saco dos tacos para el juego mientras él acomoda las bolas en el centro de la mesa. No sé por qué, pero siento que esto es mucho más que solo un desafío con un desconocido.
Sería ridículo negar la tensión que hay entre nosotros, como si él quisiera saltar sobre mí en cualquier momento. Pienso que, después de acabar con el alfa de esa manada, definitivamente buscaré a este hombre.
—¿Estás lista? Te informo que dicen que soy el mejor en este juego.
—Mmm, haré mi mejor intento, lo prometo —le digo con sarcasmo.
El billar siempre ha sido de mis deportes favoritos.
Lo dejo comenzar a él, jugaremos billa, así que primero será su turno de intentar meter todas las bolas en la tronera. Luego de pasar la tiza por la punta del taco, pone el palo entre sus dedos y golpea la bola blanca. Todas las demás salen disparadas de forma desordenada en la mesa, y para mi sorpresa, entran dos de las suyas sin mucho es fuerzo.
Levanta su mirada y hace un jugueteo con su lengua mientras me mira divertido.
—Mmm, creo que conseguiré tu nombre más pronto de lo que pensaba —asegura con una sonrisa que denota superioridad.
Lejos de molestarme, este hombre me parece mucho más interesante a cada segundo.
Una a una va metiendo las bolas, no falla ni siquiera un tiro. Debo admitir que estoy bastante sorprendida. Cuando ingresa la última bola se yergue y me mira con una cara de triunfo imposible de disimular.
—Es tu turno —dice con una voz gruesa y seductora.
Carraspeo y le doy otro sorbo a la bebida antes de comenzar. Lo imito, intentando meter cada bola en la tronera, no obstante, creo que me pone demasiado nerviosa, pues fallo el último tiro y la bola sale disparada de la mesa.
Espero el golpe contra el piso, pero, para mi sorpresa, él la ataja en el aire.
»Has perdido.
Muerdo mi labio sin quitarle la vista de encima, estoy sonriendo como una tonta; no sé qué me pasa. Carraspeo la garganta e intento dejar de sonreír para poder hablar. Abro la boca para decirle mi nombre, mas, en ese momento, llega otro sujeto directo hacia él.
—¡Ahí estás! Te estuve buscando —Viene agitado, su semblante y su mirada denotan preocupación.
—¿Qué sucede, Connor? —pregunta.
—Tienes que venir, es algo urgente. —Se acerca y le susurra algo al oído que no logro escuchar.
Él le da una mirada de pocos amigos y el chico, que al parecer se llama Connor, se aleja un poco y baja la cabeza.
—Está bien —acepta a regañadientes—. Lo siento, debo irme —dice mirándome a los ojos—. Espero poder volver a verte.
Sale corriendo sin darme la oportunidad de decirle mi nombre o de saber el suyo, pero algo me dice que lo volveré a ver.
Después de ese encuentro, el cual solo puedo describir como emocionante; me dispongo a hacer lo que se supone que vine a hacer. No puedo perder el foco solo por un par de ojos bonitos que me coquetearon en el bar, hacer eso podría costarme la vida.
Subo a mi moto sin más información de la que ya tenía cuando llegué. Mientras me acerco a la plaza, veo varias patrullas de policía con las sirenas encendidas. Algo grande debió haber pasado, de otro modo no estarían tan agitados.
Me acerco sin que lo noten para tratar de descubrir de qué se trata, podría estar relacionado con el hombre lobo que estoy buscando.
Uno de los oficiales deja encendida su radio, aprovecho el descuido y me pongo a un lado de la puerta del auto para escuchar.
“Todavía no tenemos reportes sobre el desaparecido”. “Se le vio por última vez en los bosques de Numore, es prioridad, todas las unidades deben ir a los bosques”.
Me alejo sin poder oír más, pues el policía se acerca.
Al menos ahora sé dónde puedo iniciar mi búsqueda. Estoy bastante convencida de que ese desaparecido debe estar relacionado con la manada. Los hombres lobo no son más que asesinos despiadados, para ellos, los humanos solo representamos su alimento y nada más.
Voy en mi moto hasta donde han delimitado el perímetro de búsqueda. Hay muchos voluntarios así que yo no llamo tanto la atención. El problema es que ver tanta gente puede ser contraproducente. Cualquiera de ellos podría ser el que estoy buscando; encubierto para disimular. En todos mis años de cazadora, he conocido hombres lobo despiadados, que disfrutan de jugar con su presa sin piedad alguna.
Me adentro en el bosque sin que nadie me note, estas personas no poseen la misma habilidad que yo para rastrear a una de esas bestias.
Avanzo por el espeso y húmedo suelo. Los árboles de Numore Falls son bastante altos, así que la luz del sol prácticamente no llega hasta acá, por eso, el frío que hace se te cuela hasta los huesos. Ya está por caer la tarde, la visibilidad se hace mucho menor, sin embargo, eso no es problema para mí.
Sin darme cuenta, se hace la noche. No sé cuántas horas llevo caminando sin resultado alguno, sin embargo, sé que voy por el camino correcto cuando ilumino con mi linterna el suelo del bosque. Encuentro algunas gotas de sangre todavía frescas y empiezo a temer lo peor. Creo que el caso ha pasado de ser un desaparecido a un homicidio.
Sigo el rastro de sangre hasta que me topo con el zapato de un hombre tendido en el suelo. Por mucho que haya visto escenas así miles de veces, nunca dejan de impactarme. Me acerco con cuidado al cadáver, aún fresco, y dejo escapar un suspiro ahogado cuando reconozco la chaqueta de jean que vi esta tarde. El borde de tela marrón en su cuello… es la misma. Intento ver su rostro, pero ha quedado totalmente desfigurado. No puede ser, no puede ser él.
Los lobos festejaron toda la noche la ceremonia de matrimonio del Alfa y el Beta de la manada. Ninguno de ellos sospechaba que, entre las sombras, una nueva amenaza los acechaba. En lo alto, la luna llena brillaba con intensidad, sin embargo, ni siquiera la luz de la diosa luna era lo suficientemente fuerte como para que pudiesen ver los ojos azules que los miraban desde la distancia. Una sonrisa se formó en su rostro, porque sabía que había encontrado a los que tanto había perseguido durante años, y ahora nada lo detendría para cobrar su venganza. De pronto, n aullido hizo resonar todo a su alrededor, el lobo plateado salió corriendo a toda prisa de allí, mientras un par de cuervos volaban de entre los árboles, dejando la advertencia de su venida.
EnzoSiempre estuve seguro de que Cyrene es la mujer con quien quiero pasar el resto de mis días. La ceremonia de luna me unió a ella de formas que una boda común no conseguiría, pero no me desagrada la idea de estar con ella de todas las formas creadas posibles.Sin embargo, también estaba convencido de que ella no querría casarse conmigo de ese modo, después de todo, solo hasta hace poco fue capaz de aceptar su destino como mi luna y dejar atrás esos miedos de haber sido hecha solo con el único fin de pertenecerme.Ahora que sé que es una posibilidad a la que no le daría un rotundo rechazo, no me quedó ningún atisbo de duda para preparar este picnic romántico en medio del lago y pedirle que sea mía en todos los sentidos.—¿Celebramos algo especial? —pregunta mirándome con esos hermosos ojos azules que brillan debido a la luz de las velas.—Mmm, ¿acaso tiene que haber un motivo especial para hacer algo así?—No, supongo que no —responde encogiéndose de hombros.Tomo su mano y la llev
Enzo y yo nos demoramos un poco más de lo previsto en bajar a la cocina. Para cuando lo hacemos, ya Alarick nos da una mirada de pocos amigos, y yo no sé dónde meter la cabeza de la vergüenza, ya es bastante malo tener que vivir en una casa donde todos se enteran cuando hago el amor con Enzo, pero sus miradas de complicidad y ligera burla me ponen todavía más incómoda.—Muy bien, aquí estamos —dice el Alfa como si nada.—Un poco tarde, ¿no lo crees?—Es la hora correcta, ¿tienes algún problema con eso? —pregunta con un ligero gruñido por lo bajo.Al momento que él hace eso, todas las miradas cesan.—No, no por supuesto que no.—Bien, entonces, ¿de qué se trata tu anuncio?Alarick carraspea su garganta y se pone de pie invitándonos a todos a la sala. Lo seguimos en silencio, incluso Mía todavía se encuentra ahí con nosotros. El hombre trata de controlar sus emociones todo lo que puede, pero cuando mira a Hailey su corazón comienza a latir de forma errática y se pone muy nervioso.No ha
Después del shock inicial que le dio a Connor al descubrir todo lo que había sucedido en estos meses en su ausencia, el ambiente se relajó bastante.Hicimos todo lo posible por deshacernos de los cuerpos de los cazadores, y el de Ryko, lo enterramos en un lugar especial, con una protección extra, en caso de que sea capaz de regenerarse a un nivel que solo los primeros lobos son capaces de hacer.Ha pasado un día entero desde el evento de la superluna, y a pesar de que la manada está incompleta y perdimos muchas cosas, se siente una extraña fuerza entre todos, algo intangible, y de lo que ni siquiera hablamos, simplemente sabemos que está ahí, y hace más fuerte a la manada.—Todavía no me puedo creer que haya sido su hermano, no tenía idea de que su padre había hecho algo así —comenta Mía.Aun no se ha ido, y la verdad es que no deseo que lo haga. Con el poco tiempo que ha estado aquí, siento que se ha convertido en una gran aliada.—Nadie lo sabía, ni siquiera su propio tío —responde
EnzoLa casa de Ryko parece completamente normal, salvo por el hecho de que tiene un sótano donde básicamente hacía experimentos como si fuese un científico loco. Frankenstein estaría orgullo, de eso no tengo duda. Y también porque media cocina está destrozada, un tramo de las escaleras hecho añicos y varias cosas rotas por todas partes.—Ustedes vayan a ver al muchacho, tengan cuidado, no podemos estar seguros si es que realmente no tiene idea de nada —indico a Kurt y a Adolph.—Muy bien.Mientras tanto, Elijah, Alarick y yo nos adentramos por la puerta que me había dicho Cyrene.No puedo negar que mientras avanzo, mi corazón late errático, nervioso y expectante ante lo que vamos a encontrar. Cyrene dijo que estaría detrás de una puerta corrediza que a primera vista parece solo una simple pared.—Debe ser esa —señala Elijah a la pared de ladrillos de piedra. Es la única que se encuentra vacía.A medida que observo más este lugar, me doy cuenta de que ya lo había visto antes. Es el m
Todavía me cuesta trabajo asimilar todo lo que sucedió en una sola noche. Murió demasiada gente, y no necesariamente todos debían caer bajo las garras de Ryko. Al menos me hubiera gustado que Simon tuviese su merecido, sin embargo, quizá yo pueda hacerlo ahora.Max y Jean nos guían en el camino hacia el último rastro donde vieron a Simon. Si hallamos el sitio donde Max le disparó, entonces Mía podrá rastrear su aroma y nos llevará directo a él.Hailey camina a mi lado en silencio, parece contemplativa, como si su mente estuviese muy lejos de ahí.—Hai, ¿sucede algo?—No, o bueno, sí. Anoche todo fue una locura, creí que habías muerto.—De hecho, sí morí, pero por alguna razón que no alcanzo a comprender, la diosa decidió salvarme.—No te imaginas la angustia que sufrimos dentro de la biblioteca. Cuando Mía descifró todo el plan de Vincent…—Ryko —corrijo.—Como sea que se llame, la cuestión es que me fue bastante fácil rastrearlo, de alguna forma inconsciente, él me llamaba, ahora que
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