Larissa Antonov siempre había sabido que su vida no era como la de los demás. Hija de un poderoso mafioso ruso, había crecido rodeada de lujos, pero también de peligros. El día después de su cumpleaños, número 18 Larissa recibió una noticia que cambiaría su vida para siempre. Un hombre mayor escocés llegó con una carta donde su padre la había prometido en matrimonio con su nieto. No creía que su padre que tanto la amaba llegaría hacer eso, sin embargo la carta tenía el nombre de otra persona Dante Ferrara ese era el verdadero nombre padre. Larissa se sintió traicionada y confundida. Toda su vida había sido una mentira, y ahora se enfrentaba a una decisión imposible. Si aceptaba el matrimonio, podría asegurar la seguridad y el bienestar de su familia, pero si se negaba, pondría en peligro a todos los que amaba. Porque una de las cláusulas decía que si se niega tendrían que matar a un miembro de la familia. Así que ahora ella tiene que tomar la decisión sacrificar su felicidad a cambio de su familia o ser feliz y sacrificar a alguien que amaba. Aviso este es el segundo libro tienes que leer primero Enamorarme del Mafioso para entender este.
Leer másLarissa miró el reloj de pared en su habitación: “18 años… hoy debería ser un día feliz, pero solo siento una presión insoportable”. Sus padres habían evitado hablar del “compromiso” durante semanas, pero los susurros entre sirvientes y la tensión en la mansión no pasaban desapercibidos. Decidió escapar al club, aunque fuera una noche, para olvidar que su vida ya no le pertenecía.
P.O.V Larissa
—¿Qué hay arriba? —le pregunté a mis hermanos ya que al ser mi primera vez en un club nocturno me causa curiosidad saber que hay arriba. —Arriba es donde el pecado y la lujuria se unen —responde Dimitry y no se porque esas palabras me agrada. —Cállate, Dimitry. Verás, hermanita, si ves que cada escalera está iluminada con un color. La del lado derecho está iluminada de rosa para las mujeres; que quieran hombres dispuestos a darles placer y la de la izquierda está iluminada de azul para los hombres, donde encontrarán mujeres encantados de complacerlos —me explica Garald. —¿Pero no pasa nada si una mujer sube al lado azul? —le pregunté y los dos me miran sorprendidos—. Hey, no soy lo que piensan; a mí me gustan los hombres. —Bueno, como sea, hermanita, no pasa nada; aquí respetan las preferencias de cada persona —me dice mi hermano Garald. Seguimos caminando hasta llegar al bar. Veo que el barman se acerca a mis hermanos; no escucho lo que le dicen, pero después veo que mezcla muchas bebidas en tres vasos. Cuando termina, se los entrega a mi hermano; Dimitry se voltea hacia mí con un vaso en la mano y me lo da. —Ten, hermanita, tómate esto, te ayudará a divertirte más y además es tu iniciación a tu mayoría de edad y feliz cumpleaños —me ofrece y veo cómo ambos comienzan a beber de su vaso. Yo hago lo mismo para olvodarme de todos aquellos murmullos que me han estado atormentamdo y le doy un trago a mi vaso. Esa bebida sabe muy extraña y es muy fuerte. Siento cómo me arde el esófago. Pero veo que mis hermanos no hacen ningún gesto. Así que si ellos pueden, yo también puedo. Le doy otro trago hasta terminármelo. —Hey, tranquila —me dice Garald—. Despacio o se te subirá rápido. —Pues vine a divertirme, hermano recuerda que es mi cumpleaños, pero ¿díganme cómo se llama esta bebida? —le digo. —Creo que no es buena idea que te tomes otro porque es puro tequila —añade Dimitry con su típica voz de mandón. —Déjala que se divierta. Se llama Paloma —me contestó Garald. Me acerco al bar y el barman me mira algo raro con una mirada picarona. —¿En qué te puedo ayudar, preciosa? —Eso me molesta porque me dice preciosa. —¿Me puedes dar otra bebida de nombre la Paloma? —Veo que me mira muy atentamente y después mira a mis hermanos. —Dale lo que pida —dice mi hermano Dimitry. El barman solo asiente con la cabeza y se pone manos a la obra. Me prepara otra bebida y me la tomo. Me vuelve a dar otra. El tequila quemaba mi garganta, pero el dolor era menor comparado con la certeza de que al día siguiente enfrentaría una decisión que destruiría su libertad.Veo a todos lados buscando a mis hermanos esperando poder hablar con ellos sobre lo que ocurre con la esperanza de tener un poco de ayuda, pero veo a Dimitry hablando con una chica rubia y a Garald sentado en una orilla, solo tomando asi que prefiero no molestarlos.
Me salgo del bar. Siento muchas ganas de orinar. Pero no sé dónde está el baño. Voy sola, sin rumbo, buscando el baño. Quizá el baño esté en la parte de arriba. Subo las escaleras del lado izquierdo. Abro la puerta y voy por un corredor un poco oscuro. Llego hasta donde está una pequeña sala con música a todo volumen; veo en el centro muchas mujeres bailando en un tubo. No les presto mucha atención y comienzo a caminar y veo en la esquina una puerta; tiene el letrero de baño. Entro de inmediato y hago mis necesidades. Minutos después salgo de nuevo a la sala. Escuche la cancion que solia escuchar con mi prima Kira, sin poder evitarlo comienzo a moverme al ritmo de la musica con una libertad que solo el alcohol te puede dar. Solo canto la parte que me sé. Pero eso me motiva a acercarme a las chicas que están en el centro bailando en el tubo. Comenzó a moverme muy sensualmente, tocándome el cuerpo y bailando en el tubo que hay en el medio del salón. Escucho que termina la canción, rápido oigo chiflidos. Me bajo del lugar y comienzo a caminar hacia la salida sintiendo vergüenza y algo de miedo aunque mi mente está bastante mareada. —Hey, ¿a dónde vas, hermosa? —Escucho la voz de un hombre a mis espaldas y un escalofrío recorre mi espalda temiendo lo peor. Volteo hacia él y veo que es un hombre unos centímetros más grande que yo. Veo atentamente su rostro; es un hombre de piel blanca y es pelirrojo, tiene los ojos café dorados y tiene barba muy bien arreglada que le da un atractivo hermoso a su rostro. Siento como los estragos del alcohol hacen efecto, porque estoy muy con la guardia baja. Ese hombre, en un rápido movimiento, me jala a él pegándome a su cuerpo; siento su mano tocando mi trasero y mis pechos sentir su firme y duro pecho. No solo eso si no que siento como algo se clava en mi vientre causándome miedo y un poco de repulsión con un ligero toque de ira. Eso me hace reaccionar rápido; le doy con mi rodilla en su parte delicada. Veo cómo se dobla, lo empujó un poco y lo golpeó en la cara alejándolo de mi. —¡No vuelvas a tocarme! —le advierto completamente enojada. Salgo de ahí lo más rápido que puedo. Bajo las escaleras llegó al primer piso y buscó a mis hermanos, pero no los encontró por ningún lado. Pero necesito aire fresco. Tomo mi bolso, salgo del lugar hacia afuera, veo al guardia de la entrada que solo me mira de reojo, pero no me dice nada. Necesito caminar un poco; comienzo a caminar por la calle sin rumbo y me siento totalmente mareada. Después de unos minutos caminando, decido pasarme a otra calle. Veo el semáforo en rojo y en eso me detengo en seco al ver unas luces que se acercan a mí muy rápidamente…Han pasado dos años desde que tuve a mis primeros bebés. Y ahora ya los veo corriendo por el jardín. A mis dos pequeñas cabecitas rojas. Toda la familia está reunida. Veo cómo mis padres traen a sus nietos. También me causa risa que mi niña pelee mucho con Dimitry. Ella salió igual que yo al pelear con su tío. Dante está feliz de jugar con sus nietos. Al igual que Cristal. Y me acabo de enterar de que estoy de nuevo embarazada. Será un reto ya con tres bebés. Pero bueno, otra vez a Calem le están dando los síntomas. —Prima, ¿estás segura de estar lista para manejar a más niños? —me dice mi prima Kira, que trae al pequeño Diego. —Claro que sí, prima, estoy más que preparada —le confirmo. —¿Quién imaginaría que las dos estaríamos casadas y con bebés? —Cuando de solteras no hablábamos de eso —menciona. —Pues las cosas cambian, prima, y créeme que yo nunca cambiaría esto —declaró con felicidad. —Ni yo lo cambiaría, son tan feliz y no me arrepiento de haber pensado en no tener a mi
P.O.V LarissaEl tiempo pasa muy rápido. Mañana me harán una cesárea. Ya nacerán mis dos hermosos bebés. Pero él sigue causando risa que Calem en ocasiones sigue con los ascos, ya no tan recurrentes como antes, pero sí de vez en cuando.—¿Tienes todo listo para mañana? —me interroga Calem.—Sí, todo está listo. Pero estoy algo nerviosa.—Eso es normal, somos padres primerizos, es normal. Pero ya las habitaciones de los bebés están arregladas —agrega Calem.—Estarás conmigo, ¿verdad? —le digo y él se acerca a mí y me da un beso mientras pone su mano en mi vientre.—Claro que sí, para siempre —me responde y nos besamos.***Al día siguiente, Calem está poniendo la maleta en el auto. Subimos los dos. Mi prima Kira, después de la boda, se fue con Burak a Grecia por razones de sus negocios. Mi familia está aquí. Ellos van en el auto de atrás.Llegamos al hospital privado después de un minuto en el auto. Entramos toda mi familia y yo. De inmediato se me acerca el doctor.—Hola, señor Dunne,
P.O.V AarónDesde que me enteré de que mi madre estaba muerta y por culpa de Dante, intenté convencer a mi padre de vengarnos, pero él solo me ignoró. Diciendo que eso se lo merecía por no hacerle caso.Pero yo no me quedaré tranquilo. Durante todos estos años he estado espiándolos, viendo cómo vengarme de ellos. No sabía cómo hacerlo.Hasta hace poco que supe que la hija de mi hermano estaba embarazada, tuve la idea perfecta para vengarme. Pero también miré a mi hermosa Anabela. Aun así, debo de seguir con mi plan.Así que mi hermano se va a casar en un mes. He estado observando todo acerca de la boda. Esta será una venganza memorable.Dejaré que mi hermano disfrute un poco. No quiero verme tan obvio. Veo a los guardias, pero no serán capaces de verme.Observo cómo se divierten y bailan. Veo a mi sobrina Larissa en el momento perfecto. Me acerco a ella sin ser visto por los guardias. Y la tomó sin aviso. Poniéndole la pistola en la cabeza.—Hola, sobrina. —Escuchó su respiración. Veo
P.O.V DanteMi hija se ve tan hermosa estando embarazada. Y me alegra saber que seré abuelo de dos bebés, qué hermoso. Pero ahora que está toda la familia reunida, es momento para que todos sepan.—Su atención, por favor. —Todos voltean a verme—. Tengo dos cosas muy importantes que anunciar ahora que todos estamos reunidos. Primero que nada, felicidad, mi niña, porque serás una madre espectacular, porque sé que tuviste una buena madre. —Veo que Anabela me mira enojada. Ignoró su mirada y continuó con lo que voy a decir.—Pero bueno, hace un tiempo conocí a una persona que tocó hasta lo más profundo de mí. Pensé que no podría enamorarme de nuevo, pero esa persona me hizo creer de nuevo en el amor. Y aquí mismo, frente a todos… —Me acerqué a Cristal. Flexiono una de mis rodillas y saco una cajita. La abro frente a ella, mostrándole el anillo que compré para ella—. Cristal, sé que no soy un hombre perfecto, pero daré todo para siempre hacerte feliz, así que te pido aquí, frente a todos,
P.O.V Larissa Han pasado ya dos meses. Ahora tengo cuatro meses. Ya mi vientre se ve muy abultado. Pero Calem está muy impaciente porque no lo he dejado ver al bebé. Le digo que es una sorpresa para la revelación de género. Hoy va a llegar mi familia. Todos estamos esperándolos en la entrada. Veo que entran los autos. Estoy feliz de ver a mis padres. Los aires se estacionan. Mi madre corre enseguida a abrazarme y yo a ella. Después, mi padre. —Mira qué linda te ves, mi niña —me dice mi madre muy feliz. —Sí, mi hija se ve hermosa —agregó mi padre. —Gracias, papás —les respondo. En eso voltean a saludar a Calem. —Hola, Calem. —Mi madre me da un abrazo. —Hola, señora Anabela —le contesta Calem. —Hola, Calem —lo saluda mi padre. —Hola, señor Vladímir. —En eso escuchamos un grito. —Ah. —Volteamos a ver de dónde proviene ese grito. Es mi prima Kira. Que está ayudando a levantar del piso a Burak. Mi tío Francisco acaba de darle un golpe a Burak en el rostro. Burak se levanta y le e
P.O.V Kira Debo de decir que estoy sorprendida al ver a Burak aquí después de todo lo que me dijo. Pero primero déjame que termine de hablar. No quiero que mis padres sepan lo que está pasando realmente. Escucho cómo mi padre termina la llamada sin decir adiós. Pero lo entiendo, de que debe de estar muy molesto, por lo que le acabo de decir. Veo que Burak se voltea a verme y le doy una cachetada. Él ladea un poco la cabeza. —Sí, me lo merecía —me dice y voltea de nuevo la cara. Le doy de nuevo otra cachetada. —Y esa también la merecías —le digo y me mira. —Si lo sé, perdóname. Pero tenía miedo. Yo no he tenido una vida fácil como piensas. Yo he sufrido muy feo desde que era un niño. —Me sorprende que me diga eso, pero sigo molesta con él. —¿Y crees que yo no tengo miedo? Soy bien joven, pero como bien, que me dijo mi prima. Abrí las piernas fáciles, pues ahora tengo que hacerme cargo de las consecuencias —menciono y él se me acerca. —Yo también me haré cargo. Así que no creas q
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