Elena siempre pensó que su vida con Adrián, su esposo, sería tranquila y segura. Un hombre de poder, carismático y respetado en los círculos de élite, Adrián parecía tenerlo todo: belleza, dinero, y una aura de misterio que la había cautivado desde el primer día. Sin embargo, tras varios meses de matrimonio, Elena empieza a notar pequeños detalles que la hacen dudar. La atracción sigue siendo innegable, pero algo más oscuro se esconde bajo la superficie de su vida perfecta. Cuando una amenaza la obliga a presenciar el verdadero rostro de Adrián, Elena descubre que el hombre que ella pensaba conocer es en realidad un depredador letal, un hombre dispuesto a hacer cualquier cosa para proteger lo que considera suyo. Su amor se ve marcado por la devoción, el control y una pasión peligrosa que la envuelve en cada momento. Atrapada entre el miedo a lo desconocido y una obsesión que crece con cada día, Elena lucha por entender quién es realmente Adrián y si su relación tiene cabida en el mundo que él ha creado para ambos. Mientras la línea entre el deseo y el peligro se vuelve cada vez más difusa, Elena deberá tomar una decisión que podría cambiarlo todo. ¿Será capaz de huir de la sombra de su esposo, o se verá arrastrada por una atracción que amenaza con consumirla por completo? En este juego de poder y deseo, sólo uno de ellos podrá salir victorioso.
Leer másCaminar sobre una cuerda floja. Eso es lo que siento, un paso en falso y todo podría desplomarse. El problema es que no sé si quiero dar ese paso. Algo en mí grita que algo no está bien, pero mi corazón se niega a escucharlo. Todo en mi vida con Adrián ha sido una montaña rusa de emociones intensas. Desde el primer beso hasta sus silencios, cada detalle de nuestra relación me consume, me atrapa en un juego peligroso del que no sé si quiero salir.Hoy, lo acompaño a un evento de negocios. La extravagancia de la gala, con sus luces tenues y los trajes de etiqueta, es todo lo que uno podría esperar de una reunión de alto nivel, pero hay algo inquietante en el ambiente. Las personas que nos rodean se comportan con una cortesía calculada, pero es claro que todos parecen evitar miradas demasiado largas hacia Adrián. Hay un miedo implícito en sus gestos, en sus sonrisas forzadas. Él camina con una seguridad arrolladora, como si estuviera rodeado de sombras invisibles que se apartan ante él.
La noche me envuelve en su quietud, y yo, incapaz de encontrar la paz, me retuerzo en la cama. Los recuerdos del día parecen perseguirme, como sombras que no puedo ahuyentar. La pistola en el cajón sigue siendo una pesadilla constante en mi mente. Cada vez que cierro los ojos, la veo, como un recordatorio de que algo en mi matrimonio no es lo que parece.Miro el reloj en la mesita de noche: tres de la mañana. El silencio me aprisiona, y mi mente empieza a divagar, a buscar explicaciones lógicas para lo que no tiene lógica.¿Quién es realmente Adrián? No puede ser el hombre dulce y atento que me llevó al altar, el hombre que me hace sentir tan querida y tan especial. No puede ser, no después de… eso. Después de ver el arma en su cajón, después de la frialdad en su mirada al decirme que el mundo no es lo que parece. Pero entonces, ¿quién es? ¿Qué clase de hombre guarda una pistola en su mesa de noche? Y, sobre todo, ¿por qué no me lo dijo? ¿Qué está ocultando?Una oleada de ansiedad me
El sol se oculta detrás de las montañas, tiñendo el cielo de un anaranjado cálido mientras me miro en el espejo del vestidor. El vestido de novia cubre mi cuerpo, ajustado a mi figura con una perfección que parece inalcanzable. Las manos tiemblan, pero no es por nervios, no exactamente. Es por una extraña sensación que ha estado rondando en mi pecho desde que este día comenzó. Aún no sé si es emoción, miedo o algo más profundo, algo que nunca he sabido nombrar.Mis amigas me dicen que no me preocupe, que Adrián es el hombre perfecto. Y no puedo negarlo. Es inteligente, guapo, atento… y tiene una presencia que te atrapa sin esfuerzo, como una sombra que siempre te sigue. Pero a veces, cuando lo miro, hay algo en su mirada, algo que me hace sentir pequeña y vulnerable, como si hubiera algo oscuro en él que no logro descifrar.—Elena, ¿estás lista? —me llama la voz de mi madre desde el pasillo.Respiro hondo y trato de calmarme. Es el día más importante de mi vida. Mi matrimonio. Mi futu