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Recuperando a mi difunta esposa

Recuperando a mi difunta esposaES

Romántica
Mar Urbano  Recién actualizado
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68Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

DoctorSoldadoDiferencia de edadcelosMatrimonio por contratocrecimiento del personajereconquistar a mi pareja

Eva se casa con Salvador con un acuerdo claro: él ayuda a reafirmar la carrera política de su padre y ella le da un hijo. Pero cuando una serie de malentendidos acaba con ese matrimonio, Eva es encerrada lejos de todos y todo. Después de dar a luz en medio de la nada a una niña, Eva despierta del otro lado del océano en los brazos de Mauricio, que comienza a tejer una red de mentiras. Pero luego de cinco años, bajo el nombre de Nina, Eva se encuentra con su pasado y comienza una búsqueda desesperada por descubrir la verdad. Las mentiras de Mauricio comienzan a temblar como un castillo de naipes, la realidad de Eva se torna vertiginosa y Salvador no está dispuesto a perder a su esposa una segunda vez

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Recuperando a mi difunta esposa Novelas Online Descarga gratuita de PDF

Último capítulo

  • La decisión correcta

    Nina había tocado fondo… al menos, el fondo de lo que podía soportarNo tenía más fuerzas ni más excusasNegarse a ese hombre solo había servido para terminar rendida a sus pies¿Y qué se hace con lo que uno siente?Cuando lo que se siente es tan fuerte que puede desgarrar y doblegar incluso la propia voluntadLa decisión correcta... era dejar de resistirse Mientras lo negó a él, su existencia y sus propios sentimientos, solo sufrióY eso no terminaba bien, de nuevo, al menos tendría el consuelo de haberlo intentado... otra vez... ¿No?Lo olvidó y volvió a élLo odió y volvió a élLo resintió y volvió a élComo si Salvador fuera la única constante en su vida, entre tanto caos y olvidoComo si él fuera el único camino hacia ella misma y solo pudiera dejar de pensar cada vez que él la hacía sentirYa lo había notado antes de que la casa en el campo estallara en una lluvia de balasYa había tomado esa decisión aquella noche... la de dejarse convencerEs solo que el dolor tiene la capaci

  • Decisiones

    Los gritos alcanzaron cada rincón de la casa, sacudiendo a todosSara fue la primera en llegar a Nina, seguida de Magnolia, que fue empujada fuera del cuarto por Felipe, que llegó un poco tarde pero justo a tiempo para evitar que la niña viera a su madre en ese estadoDante seguía parado en medio de la habitación, intentando adivinar qué había sido eso tan malo que había dicho para ponerla de esa maneraY, por supuesto, el padre de Dante, su secretario y sus invitados también se sobresaltaronQuién más se estremeció fue Mauricio, que conocía a la perfección ese grito, que estaba tan grabado en él como en NinaQuizás fue en aquel momento, años atrás, cuando se dio cuenta de que, en realidad, no quería provocarle más dolor a esa joven, que se desgarraba en cuerpo y alma para dar paso a una nueva vida- ¿Qué sucede? – preguntó Salvador, tomando del brazo a Carlos, que quería salir corriendo escaleras arriba- Nn… no lo sé – miró de reojo hacia la dirección del cuarto de Nina sin darse cu

  • Pánico

    A unos metros por encima de los hombres, Nina, que dormía como si la noche fuera suya, aunque ya fuera un nuevo día, arrugó la frente cuando el doctor presionó su abdomenPero nada másNo se movió, no se quejó dormida ni mucho menos se despertó sin importar cuánto la revisaran Pasó una hora… dos…Y ella dormía… Y Dante y Salvador se miraban en silencio, enfrentándose con las miradas- ¿Puedo ver a mi esposa?- Duerme- ¿A qué hora despierta?- Es difícil saberlo… anoche… fue una larga noche, estará cansada- ¿Qué pasó anoche?- Bebimos un poco - ¿Por qué?- ¿Desde cuándo hay un porqué para disfrutar de una copa de vino? O dos… Mauricio, que no tenía ni fuerzas ni ganas para sumarse a ese conflicto, revoleaba la vista y miraba para otro ladoCarlos, que había aprendido a mantener una expresión neutral siempre que estaba al lado de Dante Hatclifft, miraba a Mauricio con envidiaSi pudiera, él también haría exactamente la misma expresión- ¿Sucede algo, Doctor Domoniccie? – le pregunt

  • Mauricio

    - Buscaré a Eva – le dijo Salvador a Mauricio mientras entraban en las duchas del campamento militarMauricio no se parecía en nada a lo que alguna vez fueCon la barba incipiente y el cabello despeinado, las oscuras ojeras por no dormir más de un par de horas cada noche y el rostro pálido por tanto tiempo encerrado, parecía una persona enferma, cerca de las últimas etapas de una enfermedad terminalSería mentir decir que a Salvador no le afectaba verlo asíAunque no lo quisiera… lo registraba como parte de su familia y le guardaba cierto afectoSi hacía memoria, tuvieron alguno que otro momento bueno como primos cuando él volvió del campo, tras la muerte de sus padres, y Mauricio apenas era un niño que pasaba del metro de altura- ¿A dónde está Nina? – susurró Mauricio, que se estremeció cuando sintió el agua contra su piel desnuda- ¿Por qué no comías lo que te enviaba?- ¿Quién comería mientras está encerrado?- Cualquiera… Luego de un par de días, yo comería - Quería aprovechar p

  • Acuerdo

    Julieta entró corriendo al estudio de Greco Domoniccie -¡Las encontré! Hubo un destello en los ojos de Greco, tan fugaz como un rayo - Están en la residencia Hatclifft- ¿En la residencia?- Sí – Julieta respiraba de manera sonora, agitada - ¿Dante Hatclifft las llevó a su casa?- También me sorprendió… pero sí, están en su casa- Eso… complica un poco nuestro asunto – se rascó la frente con un dedo- No tanto… - Podemos movilizar un par de hombres… pero… ¿Cómo te enteraste de que están allí?- Los investigadores de Salvador son de otro nivel… - resumió ella - No hagas nada aún…- Tengo un equipo yendo hacia allá…- No seas estúpida – la reprendió Greco – Hay mejores maneras de lidiar con esto y Salvador al mismo tiempo…------------------------------------------ --------------------------------------------------------------En medio del playón de entrenamiento del campamento militar en la capital, Salvador se detuvoSobre sus anchas botas negras, miró a todos los hombres unifor

  • Embarazada

    - Todo eso de tu relación con Salvador... es demasiado complicado - suspiró Dante, reclinado contra el respaldar del sillón de madera, en la terrazaPara disfrutar del respiro del calor que les estaba brindando la lluvia, se habían acomodado en la terraza… pero la mezcla del aire fresco con el alcohol de su bebida, no resultó muy buena combinación para Nina, que terminó contándole a Dante de todo lo que había ocurrido con Salvador años atrás- Es agotador – Nina se estiró en el suelo- No entiendo mucho sobre relaciones – repitió Dante, mirando la acción de Nina con una sensación extraña… ya nada le sorprendía de ella – pero estoy seguro de que no debería ser asíNina se cruzó de piernas como un niño, sentada en el piso - ¿Cómo debería ser el amor para Dante Hatclifft?Las primeras luces del amanecer ya marcaban una línea ligeramente anaranjada en el horizonte y algunos empleados de la estancia se asomaban a ver sorprendidos a su jefe y esa joven, bebiendo como si nada… un miércoles a

  • "Aunque luego me arrepienta"

    - Lloverá toda la noche – Dante entró al cuarto de Nina- Cuando creí que no podía ser peor… - Nina revoleó la mirada cuando lo vio- ¿No te gusta la lluvia? – Dante frunció ligeramente el entrecejo Mientras la veía junto a Magnolia bajo la lluvia, creyó que solo a quien le guste mucho mojarse soportaría tanto bajo el agua con el ruido de los truenos y el vendaval que se había levantado- Me refiero a ti- ¿Yo qué?- Usarme de rehén es una cosa… invadirme de esta manera es otro nivel… Dante se sentó al lado de la jovenNina no tenía mucha idea de a dónde estaba, pero la casa de Dante tenía un aire a la estancia que compartió con Mauricio en Europa, con más vegetación y un aire más… cálido Formando una “C” con el patio central en medio, las habitaciones en la planta alta de un lado, el sector de servicio del otro y la sala y el comedor en medioLos ventanales eran tan amplios y delicados, que Nina no se animaba a acercarse demasiado por miedo a romperlos de solo tocarlos- Golpee per

  • Dejarlas ir

    Nina miró el vestido color marfil y no dio muchas vueltas para cambiarse- Señora… - Sara la miraba asombrada - ¡Que bonito le quedan esos vestidos! - ¿Magnolia?- Está abajo, en el patio, está con Felipe- Iré por ellaCon la humedad de ese día, Nina sudaba y se sentía pesada y pegajosaNo habría elegido colocarse un vestido… de haber podido elegir, un short y una remera holgada se habrían sentido mucho más frescos- Me alegro de que te guste – Dante estaba con sus papeles y sus largas piernas cruzadas, debajo de la galería- ¿Qué cosa?- El vestido, claro ¿De qué más hablaría?- Pensé que del nuevo guardia – Nina miró al hombre parado a unos metros de Magnolia y Felipe, en medio del amplio jardín- No – rio – sé que él no es suficiente para ti- No quiero saber qué es lo que crees saber - Fue todo un desafío pensar en algo que te guste… sigo hablando del vestido, aclaro- ¿En serio? No me habría dado cuenta si no lo decías… toda la ropa que me has traído son diferentes versiones de

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Eva entró en el dormitorio con el corazón agitado.Su esposo había vuelto antes de lo estimado de su última misión y las cosas no andaban muy bien entre ellos últimamente.- General – intentó llamar su atención desde la puerta del dormitorio.Pero Salvador miraba del otro lado del ventanal ante ellos.Salvo por la semana en que se casaron, no lo veía con su uniforme o parte de él.Ahora, parado de espaldas a ella, con las botas puestas, el pantalón de su uniforme y una camiseta negra que se pegaba a sus anchos hombros, se veía imponente.E incluso, inalcanzable. Como si siempre estuviera por encima de todos, y ella nunca estuviera a su altura.Aun así, Eva sintió mariposas en su estómago.Aunque no compartían mucho tiempo juntos y hablaban aún menos, en la cama él le había mostrado un mundo que para ella era tan fascinante como desconocido, y al menos en esos instantes, se permitía sentir que había más que solo papeles entre ellos.- General – insistió.Salvador volteó, pero la expres
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