El sol se oculta detrás de las montañas, tiñendo el cielo de un anaranjado cálido mientras me miro en el espejo del vestidor. El vestido de novia cubre mi cuerpo, ajustado a mi figura con una perfección que parece inalcanzable. Las manos tiemblan, pero no es por nervios, no exactamente. Es por una extraña sensación que ha estado rondando en mi pecho desde que este día comenzó. Aún no sé si es emoción, miedo o algo más profundo, algo que nunca he sabido nombrar.Mis amigas me dicen que no me preocupe, que Adrián es el hombre perfecto. Y no puedo negarlo. Es inteligente, guapo, atento… y tiene una presencia que te atrapa sin esfuerzo, como una sombra que siempre te sigue. Pero a veces, cuando lo miro, hay algo en su mirada, algo que me hace sentir pequeña y vulnerable, como si hubiera algo oscuro en él que no logro descifrar.—Elena, ¿estás lista? —me llama la voz de mi madre desde el pasillo.Respiro hondo y trato de calmarme. Es el día más importante de mi vida. Mi matrimonio. Mi futu
Leer más