Dejé a mi compañero infiel por mi hijo
Llevo cinco años enamorada del Alfa Javier.
Habíamos acordado celebrar la ceremonia de Marcado ese día, pero él me lo ocultó... y marcó a otra loba.
—María está embarazada de mi hijo. ¡Ese niño será mi heredero!
Javier lo anunció con orgullo, compartiendo la “buena noticia”.
Todos a su alrededor aplaudían y celebraban.
Yo, de pie en medio de la manada, ignoré la mirada desafiante que María me lanzó desde sus brazos.
Cuando la ceremonia estaba a punto de terminar, me di la vuelta sin decir palabra.
Sabía que ya no tenía lugar allí, así que regresé a la casa que compartía con Javier, recogí mis cosas y me marché.
Lo seguí hasta su manada por amor, pero ahora que ese amor ya no existe, también es hora de irme.