Obligada A Ser Su Amante
—Por favor, opera a mi madre. Haré lo que quieras —fue la petición que dio inicio al infierno de Selene Ponce.
Una cirugía a corazón abierto, un médico que no parecía conmoverse con su dolor y que, a falta de dinero que pagaran sus honorarios, le propone cancelar la deuda con su cuerpo.
¿Pero cuántas veces debía Selene acostarse con él para pagar esa costosa operación?
Un contrato de tres años no parecía bastar para Alejandro Urdiales, quien estaba decidido a mantenerla siendo su amante para siempre.