Andromaca no tiene salida cuando la propuesta de Stravros le llega como una bala directo al corazón, el hombre destila dominio y crueldad, pero debe pagar una deuda que no le pertenece.. Asegurándose de esta forma momentos amargos y humillaciones por parte de un hombre que solo ve en ella, el rostro de la tracion
Leer másANDROMACAMe estrello una y otra vez con la realidad, contra el muro de concreto que me despierta de la existencia en la que antes solía vivir y que ahora me sume en la pesadilla de la cual quiero despertar, la sangre se esparce manchando los fijos mosaicos mientras el corazón erróneamente emite sus pulsaciones creando una estela oscura de humo en mi mente que no me permite pensar con claridad.—¿Esta muerto? —aterrada miro a una Bellanca que no luce mejor que yo—¿estará muerto?—siento que me desvanezco con sus palabras, entre tanto con mis piernas flojas me acerco para comprobar las palabras de Bellanca.—Iremos a la cárcel Dios mío—exclama con su voz apagada mientras que a mí el labio inferior no deja de temblar.—¿Iremos? —esclarezco—iré yo a la cárcel—sé muy bien que fue en legítima defensa, pero eso no quiere decir que no me meta en problemas, ahora lo que menos quiero es la policía o un proceso judicial en mi contra, no ahora que debo encontrar a mi hermana.—¿Está vivo?—se vuel
ANDROMACA—Duele—lloro y me remuevo intentando huir de sus arremetidas constantes donde extrañamente mojo mas y no solo con la intensidad de sus golpes, con la mirada cargada de lujuria que lo toma verme llorar y sufrir.Golpea y hunde sus dedos, golpea, golpea y toca mi clítoris, dos, tres cuatro golpes mas donde calma el ardor y la tortura acariciando mi sexo que me deja en ridículo, mis palabras no son acordes a la humedad que emano con la brusquedad de Stavros.—Para por pavor—suplico en medio del llanto—duele.—Silencio esposa.Su mirada es de furia y dirige todo ese sentimiento a mi sexo enrojecido, adolorido y húmedo estrellando su palma que chapotea, gotas se esparcen en mis piernas debido al charco que recibe impactos dolorosos.—¿Duele?Espeta acariciando mi sexo en círculos suaves calmando el dolor, mete dos de sus dedos y me arqueo sin saber que mierdas es esto.—Cuando te vi masturbándote en tu habitación quise hacer esto—no sé cómo tomar sus palabras, pero si la sensació
ANDROMACA—Lo siento yo...No tengo palabras, expreso mi arrepentimiento con lágrimas que se derraman sinceras.—No llores querida —amablemente me ofrece un pañuelo que tomó para limpiar mis lágrimas—sé muy bien que lo sientes, pero no tienes culpa alguna.—Hazle entender eso a Stravros para que no me trate tan mal, es bárbaro conmigo y no lo merezco.—No lo mereces Andrómaca, pero pedirte un poco de paciencia será mucho—fijo mi mirada en la suya, no entiendo que pretende —solo ponte en sus zapatos.—Y quien se pone en los míos, cuando sufro injusticias, maltratos—aun mi brazo duele— humillaciones por parte de un hombre que no puede ver la diferencia de una y la otra.—Entiendo su odio y creo que hasta lo comporto, pero también soy consciente que dirige todo ese rencor a la persona equivocada, solo ten paciencia, lo conozco y eventualmente aceptara que eres muy diferente a tu hermana.—Artemisa como era con ustedSuspira.—La defino como un vendaval que llegó arrasando con todo—noto t
ANDROMACAEl sol de la tarde arde en mi piel por lo fuerte de sus rayos solares, ruedo mis ojos al notar dos grandulones que al verme se ponen en posición y me siguen cuando Bellanca y yo caminamos para llegar a nuestro destino.Estúpido griego de mierda, trato de ayudarlo y aun así, no ve mis esfuerzos.—Pensé que eras muy diferente —habla frente a mi cruzado la pierna una sobre otra cuando tomamos asiento en el restaurante.—¿Y como se supone que debería ser?—inquiero tomando la carta que los ofrece el mesero, mirando de reojo que los hombres tomaron asiento dos mesas de nosotras.—Había escuchado comentarios muy despectivos sobre tu persona.Lleva un mechon de cabello detrás de su oreja ignorando la mirada del chico.—Buenas tardes Bellanca —levanta su mirada de su celular sonrojándose al ver al mesero.Entiendo el porqué de su sugerencia.—Andreus cómo estás—sus pómulos se tiñeron.—Yo muy bien gracias —el chico no aparta la mirada de ella—espero que tu mamá esté bien—Mañana es l
ANDROMACASe abre la puerta cuando marcaba los números en las teclas que alumbran en rojo, y respiro tranquilo al saber que no es Stavros, es un hombre joven de ojos claros con una sonrisa retorcida que me hace temblar,—Hola Artemisa — me quedo inmovil porque nunca lo habia visto antes —¿ o debo llamarte Andromaca?El teléfono se desliza de mi mano, impactada al saber que este desconocido sabe quién soy yo, no debería pero aun así, hago memoria pero su rostro no me parece conocido, no bastante en sus ojos veo maldad y ambición.¿De dónde me conoce?¿Quién es él?¿ porque sabe que soy Andromaca y no Artemisa?¿ Uno más que ingresa al juego?No imposible, no podre con tanto, no podré Dios mio.—Lo siento señor, pero usted no puede estar aquí—intento que mi voz no se quiebre—por favor tenga la amabilidad de salir.Menciono algo temerosa irguiendo mi postura, después de recoger el teléfono dejándolo en su puesto sin acarrear dejar caer algo más.—No se preocupe por mi—se acomoda en la si
ANDROMACA—Buenos días Athenea —es amable con ella—ambas a mi oficina.Sigo de largo porque ni un bolso cargo, ambas ingresamos detrás de él mientras me doy un golpe moral, observando su trasero.Tomamos asiento frente a él que se mantiene más serio que nunca, me sonrojo cuando el recuerdo viene a mi obligándome a juntar mis piernas por la sensación que se instala en mi intimidad.El hombre descubre el punto exacto en mi cuerpo, y es como si prendiera la calefacción de momento.—Necesito que se pongan en la tarea de buscar con urgencia diseñadores de joyería, la que tenemos es una maldita inepta y tenemos solo un mes para sacar esa colección, los eventos más importantes del mundo los tenemos encima de nuestro cuello y no poseemos nada innovador y cautivador para estas celebridades y demás famosos.Tengo la candidata perfecta, sé que le encantarán los diseños.—¿Que citas tengo para hoy Athenea?No fija su mirada en mí.—Señor tenemos varias citas, con tres importantes diseñadores, est
ANDROMACAEs por eso que dejo un gran signo de interrogación en medio de todos.Porque si conozco bien a mi hermana y sé que la conozco, ella es de las personas que llevan a cabo las tareas, ella no tendría la capacidad para elaborar un plan como este, ella es demasiado extrovertida, imperativa y le cuesta mucho enfocarse en cosas que requieran concentración mental.Cuando deseábamos salir o escaparnos, siempre recurría a mis ideas, yo pensaba y ella ejecutaba, es por eso que me niego a creer que mi hermana es la participe intelectual de todo esto, es tan perfecto, sin repercusiones, pero con daños colaterales como la muerte de la mama de Stavros y Andrey.Maldición me duele la cabeza y siento mis parpados pesados, pero no puedo dormir, siempre duermo con algo de luz, ósea que ilumine prácticamente toda la habitación.No sé cuánto tiempo ha pasado, pero no he dormido nada, armando conjeturas y un proceso judicial en mi mente, lo cierto es que escucho pasos y guardo el tablero rápidame
ANDROMACAHiperventilo al enfrentarme al mismo demonio cuando tira su cigarrillo soltando el humo que se pierde en el espacio, y deseo ser esa partícula en el aire que se esfuma, se pierde para no tener que soportar las represarías de un hombre como Stavros, da un paso hacia mí, retrocedo presa del miedo, de la angustia y el temor que me pone a temblar las estremidades, el pánico me ataca al ver esa mirada asesina en él, su aura me apabulla y su cuerpo me aterra, el corazón se me quiere parar al pensar que su padre pueda aparecer empeorando mi situación, intenta atraparme, pero es el menor de mis problemas, estaré acabada si se entera que Artemisa era amante de su padre.Un sentimiento más recaerá sobre mí y que no quiero cargar con eso también, ya suficiente tengo con descubrir la clase de persona que es mi hermana para soportar su odio al saber que mi hermana se acostaba con su padre.¿Que voy a decirle? ¿que justificación le daré del porque estoy en este hotel? ¿en que me voy a sos
ANDROMACA—Demoraste—su voz es reprobatorio y tiemblo, luce una bata con su bóxer, que deja a la vista su cuerpo completamente lleno de vello, hombres velludos nunca me gustaron—entra y desnúdate.Bendito Dios. No quiero acostarme con él.—Las cosas no serán así esta vez—intento sonar firme.—Crees que estas en posición de exigir—busco algo de bebida para poder drogarlo—cuando me debes muchas explicaciones.—Quiero algo de beber—obligo a mi cuerpo a relajarse y tomar asiento en la cama del este hotel de mala muerte, nisiquiera follaban en uno de lujo, parece hotel de camionero—mueve tus pies y atiende me bien, soy tu amante no tu esclava.Sonríe y creo que voy por buen camino.Trae la bebida y lo bebo de un sorbo, necesito de verdad fortaleza para seguir con esto, espero no estar tan nerviosa porque mi corazón no deja de martillar fuerte.—Que quieres hablar—le entrego el vaso y toca mi pierna, contengo el asco cuando sube—no tenemos mucho tiempo.—Cuando necesitabas información de mi