esposa por contrato
esposa por contrato
Por: Marycruella
CAPITULO 1

Mi vestido es sencillo al igual que mi maquillaje, el cual trato que sea lo mas natural posible, un poco de brillo labial y pestañina para darle volumen a mis largas pestañas son suficientes para encaminarme a la salida, no sin antes chequear que mi abuela este dormida.

La emocion me invade, ya que despues de tantos años. volvere a verme con mi hermana gemela. Me cito para vernos, es algo extraño si, porque ella no es de misterios, es muy directa pero tengo tantas ganas de verla que nada me importa. 

—Gracias de verdad Anita por quedarte hasta tarde—hablo con la enfermera que cuida a mi abuela que sufre de Alzheimer

—No te preocupes que esto es importante, disfruta de la noche porque hace mucho tiempo no sales con nadie —me encamino a la salida—y ojala tu hermana pueda quedarse, le hará mucho bien a tu abuela tener al fin a sus dos nietas reunidas y unidas..

Imposible, amo a mi abuela y es la única familiar que tengo, después de mi hermana, pero se sufre y duele demasiado cuando tu única familia no te reconoce, se ha olvidado de ti y nisiquiera es culpa suya..

—Es lo que más deseo.

—Eres una buen chica Andi—organiza la trenza de lado que me hice —mereces conocer un buen hombre apuesto y que te ame como la joya invaluable que eres..

—Gracias Anita.

—Te admiro sabes —abre la puerta —otras personas hubiesen dejado a su abuela en un lugar para ancianos, pero tu estas aquí luchando por tenerla a tu lado y eso es de admirar..

—Es lo único que tengo, no podría abandonarla porque la amo.

Me despido de Anita con la esperanza de que este reencuentro sea positivo con mi hermana, la ultima vez que nos vimos peleamos muy fuerte y nos dijimos cosas horribles que ahora me arrepiento, tomo la avenida principal mientras mis manos me sudan, porque el deseo de abrazarla, besarla y volver a sentirla es tan grande que mi corazón galopa desenfrenado.

Mi cantante favorito se toma la radio y tarareo su canción mientras avanzo al reencuentro mas esperado por mucho tiempo, soy una persona sola, sin muchos sobresaltos, con una vida monótona y rutinaria sin amor, sin vida social y sin sexo…

Del asco

Llego al restaurante favorito de las dos y me sorprendo porque esta vacío, es decir, no hay nadie cenando y me parece demasiado extraño, porque es un restaurante emblematico y popular donde se sirve los mejores platos del mundo..

Estoy ansiosa por verme aunque no entiendo porque me cito aqui, no fue a la casa, a vernos, a mi y a mi abuela.

—Buenas noches —me acerco al recepción, detallando el lugar que ahora en soledad me parece tetrico y poco acogedor—reservación para dos personas..

—¿Su nombre? —pregunta el chico observando su computadora.

—Andrómaca Mitchel y mi hermana Artemisa Mitchel.

—Por supuesto señora Andrómaca—me sonríe el chico—la estábamos esperando—otro chico se acerca.

—Por aquí por favor —me guía y le sonrió al primero devolviendo mi atención al mesero que me aparta la silla y le agradezco por su gesto.

No menciono nada cuando el chico sirve mi plato y vino favorito y se despide con un, que lo disfrute, parpadeo varias veces cuando el y el otro chico de la recepción salen y siento un miedo que me impulsa a levantar, hay algo mal aquí, pero mi intento queda a medias y con un suspiro mi mente se pierde reparando al semental que hace su aparición.

Mis ojos conectan el cuerpo masculino y trajeado completamente de negro elegancia, con un aire de superioridad que te empequeñece y una mirada que te hace sentir basura, un hombre de piel dorado con cabello dorado y su mirada gris vacía se conecta con la mía y trago saliva amarga cuando su voz eclosióna en el lugar para decir.

—Siéntate—dispone dejándome paralizada con su aura imponente—no volveré a repetirlo—dice con ese acento que no logro distinguir pero que me pone nerviosa—Ya Andrómaca.

Obedezco haciendo lo que quiere, casi en automático me siento desviando mi mirada a la docena de hombres que rodean el restaurante «van a violarme» es mi primer pensamiento cuando centro mi mirada en esos ojos oscuros que se desvían al escote de mi pecho. ¿O van a secuestrarme?

Peligro, maldad, oscuridad

Todo en el grita corre, aléjate porque sufrirás.

—LLevo dias observandote y analizarte me hizo saber que son muy diferentes pero igual de letales—no le entiendo nada y no deja de repararme.

—¿Qui..,en es?—tartamudeo—¿es usted señor?—atino a decir antes de volverme agua entre mis piernas,

—Soy Stavros Sarris—rasga mi interior con la potencia de su voz y el brío de su mirada—el hombre que tu hermana estafo, robo, engaño y que tiene una deuda pendiente conmigo que tú vas a pagar.

Siento que me congeló y mi cerebro no funciona, no entiendo nada y desvío mi mirada buscando una salida, pero todo se me hace imposible cuando siento un peso en el cuerpo debido al miedo, comienzo a sudar frio y a temblar con la mirada violenta del hombre que luce amenazante en su traje de tres piezas y su porte de mafioso peligroso.

—¿Dónde está mi hermana? —rompo el silencio cuando su mirada no se aparta de la mía y debo desviarla porque siento que me quema el alma y mi intimidad se humedece cuando el humecta sus labios—¿Qué le has hecho?

—Aun nada—responde—pero voy a causarle mucho dolor cuando la encuentre, pero mientras eso sucede tomaras su lugar.

—No soy mi hermana—comento enojada, aterrada por la situación, ¿tomar su lugar en que? No pregunto por el miedo a su respuesta.

—Pero si tienes su maldito rostro—declara apretando su mandíbula con rabia, el ambiente se calienta con su forma brusca de expresarse—por ese simple hecho cargas sus culpas, sus deudas y responsabilidades, vas a ocupar su lugar, no discutirás, no hablaras, ni alegaras, harás todo lo que diga o si no

—¿O si no qué? —mi voz sale con gallardía

—Matare a tu abuela —palidezco.

—Con ella no te metas animal—tomo el cuchillo amenazándolo y solo ríe ridiculizándome—te matare si le tocas un pelo.

—Mismo temperamento, cuerpo, rostro y ojos que hechizan—el calor se me sube cuando me recorre con su mirada —siendo Artemisa una completa perra en la cama—abro mis ojos—¿eres igual de fácil y ardiente que ella?

Mis mejillas se calientan y apenas puedo espabilar cuando me congeló por completo al tenerlo en menos de un segundo encima mío metiendo su mano por debajo de mi vestido.

—No me hagas daño por favor.

—Lo siento por no cumplir con esa peticion—me susurra—pero voy hacerte sufrir mucho y tu me pagaras todo lo que me hizo tu hermana. 

—Yo—no se que decir, estoy demasiado confundida para hablar.

—Tu rostro Andromaca—rasga mi nombre con su asento—es tu maldicion.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP