Antes de nuestros Adam y Aston Scott… Laurent Scott es un joven estudiante de derecho de la ciudad de Chicago, ha tenido la suerte de nacer en cuna de oro y con unos padres que lo aman, a su manera. Siendo el primogénito de los Scott. Su abuelo le cederá los derechos en el estudio jurídico y todos los bienes de la familia, pero sólo debe cumplí con una condición…Esa que han debido cumplir todos los primogénitos varones de la familia desde que su tatarabuelo lo dejó estipulado. Darle un heredero varón, para seguir el linaje de los Scott.Laurent, a pesar de todo lo que tiene no lo demuestra frente a los demás. Es un chico honesto, estudioso y trabajador que no se amilana con trabajar y estudiar para demostrar que puede ser el mejor. Y, así es como conoce a Natalie, una chica que trabaja en la cafetería que está frente de la universidad. El suyo fue un flechazo instantáneo, de esos amores a primera vista que sólo se ve en las novelas; desde que se vieron supieron que eran el uno para el otro.Así fue que, una noche de agosto ambos se entregaron el uno al otro. Esta historia está inspirada en nuestras locuras con Yorelys, mi tóxica favorita... Portada: Irma Pérez (@mis70libros)
Leer másLa despedida…
Laurent
Dicen que nacer en cuna de oro es lo mejor que le puede pasar a una persona, pues por desgracia, esa no es mi historia. Soy el mayor de cuatro hermanos y el único varón. Ya imaginan para donde va mi triste realidad ¿no? Pues bien aquí les cuento como llegué donde estoy…
Eran las 4 am de un sábado cualquiera, me estaba desesperanzando en mi cama después de una semana de pruebas que me habían secado el cerebro. En eso se abre mi puerta.
—Laurent. Lau, despierta hijo.
Mi hermosa madre me despertaba de uno de mis tantos sueños eróticos con aquella chica que trabaja en el café la universidad y espero que no haya notado la carpa de circo que se había levantado entre mis piernas.
—¿Qué pasa madre?
—Es tu abuelo… lo siento tanto cariño.—solloza y he entendido a la perfección. Mi abuelo Adam Scott ha dejado este plano.
Me incorporo en la cama y abrazo a mi madre que suelta el llanto que debía tener acumulado
—El pobre viejo ya no pudo más.
—Tranquila mamá, el abuelo ya tenía sus años y era probable esto, pero no pensé que fuera tan pronto.
—Prepárate, cariño. Debemos ir al hospital, ya tu padre me ha informado que llegará de Nueva York en unas horas. Lo siento, deberás ser tú quién autorice todo.
—Está bien, dame diez minutos y estaré listo.
Con mi promesa hecha, mi madre se levanta y sale de la habitación, me meso el pelo pensando en las consecuencias de la muerte de mi abuelo y me levanto.
Tomo una ducha rápida y salgo del baño para vestirme de negro impoluto, con una corbata gris y un pañuelo a juego, tal como al viejo le gustaba.
Salgo de mi habitación y me encuentro a Sofía y Lucía, las mellizas, son mis hermanas menores y son mi perdición.
—Hermano— Lucia se abalanza a mis brazos y la sostengo— ¿Por qué?
—Es la ley de la vida, hermanita. ¿Estás bien Sofi?
—Tranquilo, lo estoy—se encoge de hombros y pasa por nuestro lado, dándome una palmadita en mi hombro. De todos ella siempre ha sido la más que se parece a papá, una mujer fría y calculadora, pero que tiene un corazón enorme, sólo es que no le gusta decirlo.
Bajamos los tres y en la sala nos espera mi madre con Alondra, la más pequeña de los cuatro.
—Es hora, vamos.
Le ofrezco mi mano y salimos de nuestra casa, nos subimos a los autos que están preparados y vamos rumbo al hospital.
Al llegar al lugar, pido la información necesaria, les comunico que soy el nieto de Adam Scott Lewis y que vengo con los funcionarios de las pompas fúnebres para que preparen el cuerpo de mi abuelo. El doctor que me atiende, nos informa que el abuelo murió mientras dormía, que no sintió dolor y que todo estaba listo para cumplir con sus últimas palabras.
La verdad, es que no tenía idea de lo que quería para su funeral, eso lo debería saber mi padre, pero aún venía en vuelo hasta acá. Solamente asentí y le indiqué a los de la funeraria que siguieran al doctor a la morgue del hospital.
Ya habían pasado cinco horas del fallecimiento de mi abuelo y nos encontrábamos en el cinerario del Graceland Cemetery, dónde se realizará las exequias de mi abuelo, mi padre llegó hace unos 20 minutos y ha comenzado a recibir a los amigos y conocidos de mi abuelo, entre ellos aparecen los Cohen, una de las familias más adineradas de la ciudad, junto a la nuestra. Arthur Cohen es el mejor amigo de mi padre y Anna, su hija, es compañera mía en la universidad, ambos estamos terminando la carrera de derecho y como buenos amigos que somos, ella se ha acercado a mí para darme el pésame y acompañarme.
—¿Estás bien? Se que la pérdida de tu abuelo es algo fuerte para ti .
—Lo es, pero no es menor el hecho que lo esperaba, creo que el viejo ya merecía descansar.
—¿Sabes que cuentas conmigo?
—Gracias, Anny.
Ella se sonroja y me da una leve sonrisa, para después ir donde mis hermanas y sentarse con ellas a charlar.
Comienza la ceremonia y el pastor habla de lo buen hombre que fue en su vida el abuelo, de sus trabajo como fiscal de distrito y luego como juez de la suprema corte de justicia, de su vida como filántropo y del amor a su única mujer y a su hijo y sus nietos.
Luego, mi padre dirige unas pequeñas palabras en nombre de la familia y para terminar me pongo de pie, para hablar.
“Adam, viejo lindo. Fuiste el mejor amigo que pude tener, el que me enseñó a andar en bici y que me guió por el camino de la justicia, sé que es tu cuerpo el que está en ese cajón, tu alma vuela libre y sin dolor, lo mas probable es que estés con tu bella Lorena mirándonos desde algún lugar en el oriente eterno.
Te amé, te amo y te seguiré amando después de tu partida y sé que en un futuro no muy lejano nos volveremos a encontrar “
Seco mis lágrimas y bajo del pequeño púlpito, toco el cajón dónde yace el cuerpo de mi viejito y veo a mi padre que está con la cara tensa y hasta un poco molesta, pero ¿qué quería que dijera? Si mi abuelo fue un verdadero padre para mí y que conste que no lo dije, sólo para llevar la fiesta en paz, pero mi padre no es el mejor ejemplo de amor paterno que conozca.
Terminada la ceremonia nos dirigimos a la entrada del cinerario, ahí entregamos el cuerpo de mi abuelo y nos retiramos.
—Señor Scott—dice uno de los abogados del bufete de la familia —. Ya a está todo preparado.
—Perfecto, Laurent. Acompáñame.
—Papá, aún debemos ver a los que vinieron a despedir a mi abuelo.
—Para eso están las mujeres, ahora hay cosas más importantes que hacer.
—¿Qué puede ser más importante que eso?
—La última voluntad del viejo…
Una vida...Natalie/AnniaEsta última semana no me he sentido muy bien, todo me da asco y he sentido mareos y nauseas en la cafetería. Por desgracia no puedo dejar botado mi trabajo e ir al médico. No puedo aprovecharme de Marine, ella ha sido tan buena conmigo que sería muy injusto cargarla con mi problema de salud y mi relación con Laurent la hemos mantenido en secreto para todos, por lo que no puedo contar con él. Sé que no decir sobre nuestra relación no es por que su familia quiera que termine sus estudios, estoy más que segura que es porque ellos se avergonzarían de mí por ser una "don nadie", pero eso es lo que soy. No tengo un pasado ni familia y menos el estatus que tiene él. Por eso he decidido seguir así con él y no darle problemas y si hoy quiere terminar conmigo lo afrontaré con la cabeza en alto. Tendré los maravillosos recuerdos de mi primer amor, con eso me bastará.Hoy, estoy en turno de mañana en la cafetería, Lau me ha pedido hablar a la salida y creo que no es nada
La cuenta regresiva ha comenzado.LaurentLlevamos dos maravillosas semanas con mi cuervito, para todos sólo somos amigos, no quiero que nadie sepa de este desliz, eso sería perjudicial para mi y ella, como la cándida ave me ha aceptado. Le he inventado una historia sobre que mi familia no me permite comprometerme antes de terminar y la carrera y ella cayó redondita.Me la he follado como he querido, su cuerpo me pertenece por completo y creo que su alma. He pensado en hacer un contrato con ella, se nota que es sumisa por naturaleza, por lo que así podría amarrarla sin ningún problema y tenerla solo para mí.Nuestros encuentros los hemos tenido en mi departamento y aunque las clases de fin de semestre nos han tenido ocupados y su trabajo en la cafetería le dejan poco tiempo para mí. Hasta el momento jamás se ha quedado una noche y aunque eso no me gusta, lo entiendo. Su relación con Marine es demasiado especial y creo que ama a ese chiquillo que cuida que siento hasta celos de esa rel
Me enamoréNatalie/AnniaVamos con Lau en su auto, hoy ha sido un día fantástico, se portado tan bien conmigo este último tiempo que ha logrado bajar varias de mis barreras. Por eso acepté su invitación.Desde hace unas semanas se ha transformado en todo lo que una puede desear, es tan caballero y me cuida mucho.Por lo que he escuchado en el café, es un chico trabajador y honrado que viene de una buena familia de Chicago, pero que se quiere abrir paso en el mundo por su intelecto y no por su dinero. Sé que trabaja en el bufete de su familia como asistente, mientras estudia y siempre me lo topo en la biblioteca y en el café estudiando con sus compañeros, jamás lo he visto con otra chica y mucho menos he sabido de una novia.Sé que me está cortejando y me gusta mucho, por eso el día de hoy acepté y después de un libdo día, lo besé. Sentí mucha vergüenza porque todo el mundo nos miraba, pero él fue tan tierno que me hizo sentir la mujer más deseada del mundo.Ahora, lleva mi mano apreta
Cazando a mi presaLaurentEn el presente…—Eres un idiota tío— me dice mi amigo de copas Olej Romanov—. Debiste rechazarlo todo ¿Cómo que querer casarte con Anna para mantener tu fortuna?—Es una mierda hermano, lo sé, pero ¿Qué hago? Bastante tuve que aguantar a mi viejo para que me salieran con esta estupidez en el testamento. Es como que hubiese sabido lo que estaba haciendo y en sus palabras me dice “sé que serás un hombre de bien”. ¡JA!—Lo que me parece horrible es que crean que son mercancía.—Jajajaja, no me hables de esa forma, si tú todo lo ves como mercancía, amigo.Olej Romanov, es un compañero de universidad que conozco desde que llegué y nos soportamos, cuando quiero pasarla bien vengo al club dreame donde nos juntamos a compartir una copa y otras hierbas. Es un rubio, casi albino de metro noventa de estatura, el tipo se las trae pues tiene a más de alguna rendida a sus pies.Con él tenemos una amistad extraña, en la escuela peleamos por las notas y ser el mejor en cada
PerversoLaurentUnos meses antes del suceso que cambió toda mi vida…Entraba a la cafetería de la universidad con Ángel y Robert, mis compañeros de tesis, para surtirnos de una comida caliente y económica. Nos sentamos, como siempre, en la mesa que daba frente al mesón de atención y esperamos a Marine para que nos atendiera.—Hola ¿En que les puedo ayudar chicos?—Nos habló una voz desconocida, por lo que alcé la vista y quede embobado por la visión que percibí. Una pelinegra, de ojos azules y curvas de infarto nos saludaba y yo, me había quedado mudo…—Tu teléfono y con eso me quedo satisfecho — dijo el imbécil de Robert y Ángel reía como baboso.—Además de eso, que de seguro no tendrás, ¿qué quieren de comer?— «a ti» fueron mis pensamientos, mientras mi verga crecía bajo mis pantalones, así que carraspee y hablé por esos idiotas.—Café y el especial del día para los tres, por favor.—Okey, se los traigo de inmediato.La chica, cual modelo de pasarela se dio la media vuelta y ahora s
Una amistad a prueba de todo.Natalie/AnniaMarine es una castaña, dos años mayor que yo, viene desde Texas y se quedó por sus estudios, es una chica amable y buena para hablar que se esfuerza por sacar adelante a su pequeño hijo de tres años, mi bello angelito Dante. Cuando la conocí ese día de lluvia,—Hola preciosa ¿En qué te puedo servir?— como pude levanté mi rostro —Oh, cariño. No llores…—Perdón…—digo mientras hipeo, la castaña se sienta a mi lado y toma mi mano dándole pequeños golpecitos.—Preciosa, todo en la vida tiene solución. Ven, cuéntale a Marine qué pasa.—Estoy perdida, tengo cien dólares en mi cartera y necesito un lugar dónde alojarme. Me echaron de los cuartos de la villa de la universidad y no me dejaron explicar nada.—Oh, cariño ¿ Estudias en la UIC?—Sí, mi primer año de diseño.—¡Qué bien! Yo también estudio ahí, historia del arte. Estoy por empezar mi segundo año, pero si no tienes cómo pagar un lugar para vivir ¿Cómo lo harás con la universidad?—Por eso no
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