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Sublimes Placeres

Sublimes Placeres ES

Romántica
Blanca Rios  Completo
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20Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

MatrimonioIndependienteArroganteRomanceObsesiónEsclavoMatrimonio por contrato

Mía Fermonsel es una mujer que no cree en el amor gracias a su ex prometido, quien la traicionó con su propia hermana. Gabriel Hoffman un hombre enfocado en un solo objetivo que es aumentar el patrimonio de su familia. Pero una noche mía descubre el secreto que Gabriel guardaba de todos para no manchar el apellido de su familia, acorralado por su rival Gabriel debe complacer cada petición suya mientras en el proceso descubren sus más sublimes placeres.

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Último capítulo

  • EPILOGO

    Llegó el momento de dar a luz. Gracias a los problemas que he tenido, mi embarazo es muy riesgoso. Deben hacerme cesárea porque no siento dolores ni contracciones. Me aterra la idea de que algo salga mal en el proceso.—Todo estará bien.Gabriel logra calmar un poco mis nervios.—Tengo miedo —susurro, aterrada de lo que pasará después.—Verás que cuando despiertes ya todo habrá pasado.Todos tendrán que esperar afuera. Sé que están nerviosos y que esperan que todo salga bien.Quiero que Gabriel se quede conmigo, pero al ser cesárea él debe estar afuera.—Tengamos fe en que pronto te veremos con nuestro hijo.—Ojalá sea así.Sin querer, lloro.Aunque está la posibilidad de que el bebé sea de Antonio, Gabriel tiene la esperanza de que sea suyo.<GABRIEL>Estoy angustiado por Mía. Ya han pasado tres horas. Lo peor es que aún no tenemos noticias de ella o de mi hijo.

  • CAPÍTULO 19

    <MÍA>Le pido a Gabriel que deje las cosas como están sobre la paternidad de mi bebé, que es mejor esperar a que nazca para saber sus rasgos faciales. Él aún se empeña en averiguar si es verdad lo que Antonio dijo, pero le digo que lo olvide y que se dedique más a nuestra relación.Por más que trato de conciliar el sueño en la noche, no logro hacerlo al pensar que todo este tiempo Antonio siempre me vio la cara de estúpida. Aún recuerdo ese día que le grité a Gabriel que elegía a Antonio. En ese entonces era tan joven e ingenua que creí en ese amor falso que el hermano de mi mejor amiga me juraba tener. No dejo de pensar en qué hubiera pasado si hubiera elegido a Gabriel esa vez. Tal vez ahora estuviéramos casados y con hijos. Es imposible dormir si pienso en las decisiones equivocadas que tomé en mi vida por precipitarme. Me doy la vuelta en la cama para ver al hombre que una vez creí que jugó conmigo; su rostro está libre de imperfecciones, a exc

  • CAPÍTULO 18

    que averiguar a toda costa si en verdad Antonio hizo lo que dijo. Es la única forma de saber si el hijo que espera Mía es de él o mío. Está también la opción de hacer la prueba durante el embarazo, pero debo esperar hasta los siete u ocho meses y Mía apenas tiene dos mesesA veces Mía está muy distante conmigo. Eso empezó a pasar hace dos semanas cuando salió del hospital. No me gusta su actitud, pero todo es culpa del bastardo de Antonio. Si él no le hubiera dicho nada, ella estaría trabajando como lo hacía antes. Lo peor es que estar encerrada tanto tiempo en el departamento le afecta, ya que ni siquiera quiere jugar sus videojuegos.Hablé con mi hermana. Ella aparta tiempo y la visita. Entretanto, yo trabajo. La acompaña mientras no estoy, aunque no ayuda mucho, de modo que le propongo a Estefanía que le hable a Mía sobre sacar una marca de fragancia con ayuda de Marcelo. Quizás así se ayudará a sí misma—Gabriel, llegaste —articula mi hermana y me mira

  • CAPÍTULO 17

    <GABRIEL>Entramos de inmediato a la casa victoriana que nos han regalado para recostar a Mía y hacerla reaccionar. Me preocupa su palidez, ya que ella nunca ha sido así.—Llamemos al médico —suelta mi madre, preocupada.—Lo mejor es llevarla al hospital —acota la mamá de Mía y saca un pequeño bote de alcohol con algodón de su bolsa.Mojo el algodón con el alcohol para luego pasarlo por su nariz. Mía despierta con lentitud.—¿Qué me pasó?Se queja y se sienta.—Te desmayaste afuera, hija. ¿Estás bien? Últimamente te he visto muy pálida. Si quieres, vamos al médico para…—No, no, no, mamá, estoy bien, solo he olvidado tomar mis vitaminas.Esboza una sonrisa para calmarnos.No sé, pero se me hace extraño. Vivimos juntos y jamás la he visto tomar pastillas de ningún tipo.—Bueno, entonces vamos a casa. Ya habrá más tiempo para que conozcas nuestro futuro hogar. —La ayudo a levantarse.Mis

  • CAPÍTULO 16

    <MÍA>—¿Segura de que te sientes mejor ahora?Reparte besos en mi cuello.—Lo estoy. Ya suéltame.Me río por las cosquillas que me provocan sus besos.—Y pensar que antes…—¿Antes qué?—No, olvídalo.Lo miro de forma interrogante. No me quiso decir lo que piensa. A lo último no le doy importancia y me alejo de él para terminar de arreglarme para ir a trabajar.—Por cierto, Gabriel.—Dime.—¿Sabías que el 25 de febrero habrá una subasta de joyas?—Estefanía me comentó sobre eso, pero lo olvidé. También me preguntó si nosotros iríamos.—Hace tiempo que no voy a una. ¿Quieres ir? —Agarro mi cartera.—Contigo iría hasta el fin del mundo.Me abre la puerta, muy caballeroso.—Ajá, sí, como no —me burlo.Estoy segura de que oyó esa frase en la televisión.Nuestra relación va mejorando, y es algo que aún no puedo creer. Siempre me imaginé que compartirí

  • CAPÍTULO 15

    —Señorita Mía, su hermano pide verla.—Dile que pase —le respondo a mi secretaria y dejo de presionar el botón del teléfono.A los pocos segundos, Edmon entra por la puerta. Me sorprende verlo tan feliz. A mi mente viene la posibilidad de que haya vuelto a su noviazgo con Estefanía.—¿A qué se debe tanta felicidad?Se sienta frente a mi escritorio.—Volví con Estefanía.Esboza media sonrisa y entrelaza sus dedos para sostener su nuca.—Lo supuse, dado que después de tu ruptura siempre estabas molesto.—No es cierto.—Oh, sí. Es lo que nuestros padres me comentaron. También me baso en lo que vi durante mis vacaciones.—¿Tan obvio era? —Arquea una ceja.Me río. Él es el único en la familia que no puede disimular sus sentimientos. Tampoco parece tener sentido del humor, al igual que mi futuro esposo.—Esposo… —musito entre risas.Antes ni siquiera pensaba en esa posibilidad.—¿De q

  • CAPÍTULO 14

    —¿Acaso no puedo venir por ti para presentarte ante mi familia? —Me observa de arriba abajo—. Sabes… —se acerca y me toma de la cintura— si no fuera por mi promesa, te quitaría este vestido y te haría mía.Besa mi cuello.—Su cumplido es un deleite para mí, señor Hoffman. —Echo mi espalda hacia atrás—. Es mejor que salgamos.Me aparto de él para cerrar la puerta con seguro.Me ofrece su brazo, el cual acepto con mucho placer.—No pasa nada —susurra al verme nerviosa.Llegamos a las escaleras y empezamos a bajarlas. Me sorprendo. Hay mucha gente reunida aquí. Ahora entiendo por qué es tan amplia esta mansión. Todos se vuelven para vernos mientras bajamos. A lo lejos, logro ver a mis padres, a Edmon y a Raquel.—Hola, Mía. —Estefanía besa mi mejilla.—Hola —saludo, asombrada.Según me dijo Gabriel, ella estaba de viaje en París.—Te ves fantástica. Sabía que te quedaría fenomenal.Me escruta y camina a mi alr

  • CAPÍTULO 13

    —Todo está listo, señor Hoffman.Mía y yo bajamos del jet, no sin antes cubrir sus ojos para que no vea en dónde estamos. Le pido a todos que no digan nada sobre el lugar que visitaremos. Llegamos al auto y entramos en él. Lo pongo en marcha para llegar a nuestro primer destino.—Gabriel, ya es mucho misterio el tuyo —masculla.Desea saber en dónde estamos.—No comas ansias. Si solo esperas un poco más, verás a dónde te llevo.Acelero más el auto para llegar a tiempo. Tomo mi celular y busco en llamadas recientes hasta encontrar el número que llamaré.—¿Está todo listo? —Afirman—. Bien. En media hora estaremos ahí.—Gabriel, me estás asustando.Trata de quitarse la venda negra, pero se lo impido.—Cálmate, Mía. No seas paranoica, ¿quieres? —me burlo al saber que piensa otras cosas—. Te dije que es una sorpresa. Confía en mí, ¿o es que no lo haces?—No.Su respuesta no es la que esperaba. No tengo ni

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CAPÍTULO 1
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Los padres son las únicas personas que nunca dejarán de amarnos y protegernos sin condición alguna, ya que sus instintos los hace protegernos pese a que ellos y nosotros ya seamos mayores de edad. Mis padres no son la excepción. Aunque tengo 27 años, aún me sobreprotegen como si fuese una niñita de cinco años. Aquello me asfixia. Ellos creen que todavía necesito de su cuidado, pero por más que les repito que soy mayorcita para que me cuiden y eso ellos no lo comprenden. Y eso no es todo, pues su sobreprotección no es lo único que me molesta, también desean que formalice un matrimonio con “un buen hombre”, cosa que no creo que exista en este mundo. Prefiero vivir mi vida como hasta ahora lo he hecho. La verdad es que no quiero formar una familia y amararme a un hombre, nunca lo necesité y mucho menos lo necesitaré. ¿La razón? Simple, no creo en el amor y
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CAPÍTULO 4
Sublimes Placeres /Blanca Rios
Placer desenfrenado fue lo que viví anoche. Es la primera vez que me siento con tanto deseo por volver a estar con la misma mujer. El solo pensar en tenerla bajo mis sábanas de nuevo se me hace agua la boca. Quiero disfrutar del sabor de su cuerpo y escucharla decir mi nombre mientras disfruta locamente de mis caricias.—Esa mujer es increíble e insaciable —musito.Sonrío como un idiota al recordar lo que pasé entre mi rival y yo.No puedo sacar de mi mente todo lo que pasamos en esa habitación. La noche fue tan infernal. En mi mente revivo una y otra vez nuestra pasión. La imagino sobre mí montándome como una domadora. Fue tan letal que me hizo rendirme ante ella. Deseo volver a repetirlo, es más que obvio. Quiero que se vuelva a repetir, pero esta vez quiero más de lo que pudo darme. Deseo acariciar su cuerpo como esa noche, saborearlo y disfrutarlo mucho más que an
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CAPÍTULO 5
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Me despierto con el recuerdo de haberme quedado en el departamento de Mía. Froto mis ojos para despertar del todo. Lo único que recuerdo es que anoche jugaba online y luego me quedé dormido en el departamento de… ¡Joder! Debí haberme ido a casa ayer, pero, sin esperarlo, me quedé jugando con ella.—¡Mía! —Bostezo—. ¡Mía!Al no recibir respuesta de su parte, me levanto del sofá para buscarla y despedirme antes de irme. La busco por todo el lugar y no la encuentro. Supongo que salió y no me despertó. Entro en la cocina para beber un poco de jugo. Cuando me acerco al refrigerador, noto que hay una nota para mí."Ordena todo antes de que te marches, deja la consola en la gaveta debajo del plasma y también deja la copia de la llave en su lugar."Arrugo mi rostro.A veces es dulce, otras veces es una loca y en la cama una fiera, pero la mayoría del tiempo es una completa amargada.No puedo negar que me gusta eso de
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CAPÍTULO 6
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Desde que Edmon y Miranda llegaron a la ciudad desde hace días, no volví a poner un pie en casa de mis padres, lugar en donde crecí desde mi nacimiento. Mi orgullo es más grande que la bondad de perdonar a mi hermana por su traición. Sin creerlo, en un parpadeo, pasó un mes y no tengo noticias de mi familia. Sé que no es lo correcto, pero conozco a Miranda y tengo la certeza de que no ha cambiado. Miranda y Edmon nacieron cuando yo tenía siete años. La última vez que los vi fue hace cinco años.Todo sería distinto si ella no hubiera hecho esa enorme estupidez tan vil. Denigró por su cuenta su dignidad como mujer. ¿Por qué la odio tanto? La respuesta es simple y clara: hace cinco años atrás, encontré a mi querida hermana con mi exprometido teniendo relaciones en su habitación. Esa noche, ella mostró su verdadero rostro, quién es en realidad y lo mucho que deseaba lo que la vida me regalaba, felicidad.<Cinco años atrás>Me encuentro con mi m
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CAPÍTULO 7
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Mi amiga no puede creer que Gabriel cayó en las mentiras de Miranda. —¡¿En serio?!—Sí, Cesia, y lo peor es que el muy idiota cayó redondito en su farsa de la mártir. El muy imbécil se la llevó con él para “calmar su tristeza” porque ante sus ojos fui cruel con mi hermana. Ahora soy la bruja del cuento para él. Ja, si supiera la clase de víbora que es ella.—Vaya que Miranda se las ingenia perfectamente cuando se trata de hombres. —Cruza sus piernas y observa el techo—. Dices la verdad. Tú y yo sabemos cómo es tu hermana, por qué te bajó a…—No me lo recuerdes. —No quiero recordar mi pasado amargo—. El solo pensarlo me da náuseas. Además, no tiene por qué saberlo.—Bueno, pero si tu papá te comprometió con él, tiene el derecho, ¿no?—Claro que no. —Me cruzo de brazos—. Recuerda lo que pasó antes. No estoy dispuesta a pasar por lo mismo —sentencio—. Dejemos el tema a un lado. Últimamente he tenido fuertes migrañas por tantas tensiones.<
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Pero ¿su hermano estaba ebrio como para haber hecho eso?—Desafortunadamente, no. Él estaba en sus cinco sentidos.—¿Por qué no lo denunciaron? ¿Porque ella era menor de edad?—Nuestros padres vieron que ella fue la que inició todo. Además, no querían un escándalo y decidieron mantenerlo todo oculto. Es mejor así. —se encoge de hombros.—Pero ¿por qué?—¿Por qué lo hizo? La verdad es que nadie sabe, solo él. Nunca dijo nada. Se marchó sin explicación alguna. Gabriel, Miranda es una arpía, una muy astuta. Siempre supe que tenía un capricho con mi hermano, pero jamás la creí capaz de algo… Bueno, el caso es que, por lo que oí, Miranda tiene los ojos puestos en usted. Esta vez hace todo sin ningún descaro porque no quiere dejar ir su banco de dinero de billones.—¿Tan mala es? —vacilo.—No sea ingenuo. Miranda podrá ser muy dulce y todo con usted, pero Antonio por ingenuo perdió a Mía. No sea que también le pase a usted lo mismo.
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CAPÍTULO 10
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