Vivian descubre que la relación clandestina en la que ha estado con su jefe, no es más que un juego sucio para mantenerla retenida, así que decide dimitir de su trabajo, pero tendrá que estar con el una última vez para lograr su libertad, sin imaginarse que de esa noche quedará un recordatorio que se convertirá en su mayor amor. La vida de Tayron Reyes llena de poder y control comienza a cambiar cuando su antigua asistente y amante, regresa siendo otra mujer y con un niño de su mano.
Leer másSiete Años después Primavera Aeropuerto de Palma Mallorca —Buen día señor ¿Qué tal el viaje? Carlos Pérez saludaba con su animosidad habitual a su jefe, mientras recibía su equipaje. —¿Qué tienen de buenos?, No vez que he durado más de treinta minutos en el aire dando vueltas sobre las islas Carlos trago grueso, Tayron se veía realmente molesto, su camisa tenia varios botones sueltos, su cabello estaba revuelto, y su barba estaba erizada por la tensión de su mandíbula. Esa mañana se presentó un incidente que ocasionó cerrar dos de las pistas de aterrizaje, así que los vuelos se vieron obligados a descender por turnos. —¿Y el vuelo de Luisa, ya aterrizó? Tayron lucia exasperado, sus nervios estaban de punta por tener que abandonar sus pendientes en Italia, para atender temas de su familia política. —No señor, estaba dos puestos detrás de su vuelo. Tayron frunció su ceño, había muchas personas esperando el aterrizaje de los vuelos retrasados y la sala de esp
—¡Viví! — llamo Sahara que la esperaba en la entrada del aeropuerto — ¿Cómo estás, preparada?—Hola, si preparada Vivian sonrió, mientras se abrazaba con la mujer y ella comenzaba a contarle todo lo que iban hacer en el que sería su nuevo hogar, pero su mente no podía estar más dispersa.—¿Qué pasa Viví, me estás prestando atención?—Perdóname, estoy algo distraída —¿Sucedió algo anoche? ¿Algo llamado Tayron Reyes?Vivian sonrió pesadamente, así que saco su celular y mostró un scanner a Sahara del documento firmado, el cual había enviado por correspondencia a los RRHH de RY International, Inc, no quería que ese hombre se arrepintiera.—Oh mi niña ¿Y como lograste convencerlo?Vivian levanto sus hombros —Llego ebrio a mi departamento anoche Sahara sonrió entre dientes, negando con su cabeza ese hombre no iba a cambiar jamás, su egoísmo y narcisismo lo poseían.—No te preocupes, ahora descansa nos esperan largas horas de viaje y una escala en Madrid.Vivian asintió mient
Tayron estacionó frente al complejo de edificios de apartamentos en la torre de Vivian, dudaba si descender pero estaba cabreado, ella quería dejarlo así que iba hacerla rogar por regresar a su lado.Se bajo del auto dando tumbos y subió las escaleras apretando la carta de dimisión en su mano y recordando la única vez que había estado allí golpeo sin delicadeza.Su ira aumento cuando la joven no abría así que comenzó a llamarla con su lengua enredada.Vivian estaba en su pequeña sala que se unía con su dormitorio, su cocina y su baño, pero todo era muy acogedor con colores pasteles en la paredes y varias plantas llenas de vida.>>Extrañare este lugar, pero sabía que esto iba ha pasar<
—AmigoLa cara de Sergio se desajusto al ver el aspecto de demonio, en los ojos fríos y iracundos de Tayron —¿Pero que te paso? ¿ Vivian te dejo? — soltó acompañado de una risitaTayron miro de mala gana a las mujeres que rodeaban a Sergio, así que movió su mano con desprecio —Largo! —EscupióSergio tranquilizó a las mujeres que comenzaron a quejarse, mientras se retiraban de la sala privada del club.Afuera el lugar en tonos morados, rojos y negros comenzaba a recibir a la clientela de esa noche de jueves en medio de las vacaciones de Invierno, el lugar pronto quedo a reventar—Bueno amigo, ahora sí me vas a decir ¿Qué paso?—Esa mujer se atreve a decir, que va ha renunciar, me está volviendo loco.Sergio negó, mientras veía a su amigo y giraba el hielo en su vaso—Ya no es necesaria como hace dos años amigo— cierto desdén se escuchó salir de sus labios —Tus cifras ya no dependen de sus ideas.Tayron bebió su trago de whisky, con una expresión iracunda[…]Tayron había
Los espacios de aquella oficina con olor a cuero y bergamota, acompañaban a Vivian Kudryavtseva mientras deslizaba su carta de renuncia sobre aquel escritorio. Su mano temblaba levemente. Llevaba cinco años no solo siendo una simple asistente era la sombra detrás del crecimiento de aquel imperio hotelero. Pero la charla que escucho por error aquella mañana hace dos semanas entre Sergio Cortés y su jefe lo habían cambiado todo —¿Bueno amigo ya tomaste una decisión? —pregunto Sergio. —¿De que hablas?— Inquirió Tayron. —Ya sabes sobre tu asistente y tu prometida, Luisa, ella regresa en un mes después de año nuevo. —No hay nada que decidir, sabes que me voy a casar con Luisa, tengo que hacerlo para que mi familia no pueda arrebatarme nada, no lo permitiré solo por complacer a Vivian. —¿Entonces dejaras que se incorpore en el buffet Ramírez? —No —¿Cómo? No te entiendo amigo, que vas hacer con ella —La enviaré de vacaciones unos meses que viaje visitando los hoteles en