Los días estaban pasando con una rapidez desconcertante, y la ausencia de Alexia comenzaba a inquietar profundamente a su hermano. Aleksi no comprendía qué estaba ocurriendo. La había llamado cientos de veces, pero ella no respondía. Sabía que cuando Alexia se obsesionaba con un humano solía desaparecer por algunos días, sin embargo, esta vez ya habían pasado más de quince, y no había rastro de ella... lo último que supo por parte de su padre fue que ella le pidió mucho dinero pero luego desapareció.
Pero ella no se perdía mas de dos semanas y eso lo estaba desconcertado.
La última vez que la vio fue aquella noche en la que, con el rostro desganado, subió a su habitación diciendo que no se sentía bien, aunque luego mencionó que iría a la playa con unas amigas. Aquello no convenció del todo a Aleksi, así que decidió informar a su padre.
Arkady, preocupado, utilizó su poder para localizarla, pero lo único que recibió como respuesta fue un breve mensaje:
“Necesito estar sola. Quiero dis