Aleksi sonrió de medio lado, al ver a su amigo de la infancia, se acercó a s Vasilik y lo recibió con un fuerte abrazo, uno de esos que demostraban la lealtad y el respeto que se tenían desde hacía años. Natasha, aun consternada por lo que sucedió con Kattleya no apartaba la vista de ese extraño hombre que compartia un abrazo con su amo.
Vasilik, intrigado, desvió su mirada hacia Natasha. Sus ojos se clavaron rápidamente en los de ella, aunque después se apartaron con discreción. Natasha, sintiendo el peso de esa mirada. Kattleya por su parte decidió marcharse del jardín y dirigirse hacia su bungalow.
—¿Qué sucede, amigo? —preguntó Vasilik a Aleksi. Cuando vio a Kattleya retirarse.
Él se encogió de hombros con indiferencia, aunque en sus ojos seguían furioso por lo que presenció. Kattleya atacando a su dama. Con que fin lo hacía. Aun seguí pensando en eso.
—Te presento a mi Dama.
—Mucho gusto.
Con gesto formal, Aleksi presentó a Natasha. Vasilik la saludó con un delicado beso en el d