Natasha escuchaba atentamente a su amo mientras él hablaba por el movil sobre la desaparición de Alexia. No entendía del todo la conversación, pero algo no estaba bien. Se preguntaba qué habría pasado con la hermana de su amo, Aleksi.
—Necesito que la busquen con urgencia, es cuestión de vida o muerte — declaró él con voz tensa—. Alexia jamás se iría más de dos semanas, y desaparecer así, sin dejar rastro, es muy extraño. Peor aún, mi padre también la está buscando y no ha podido encontrarla.
Colgó la llamada y luego miró a su dama. Se acercó a ella y la atrajo hacia sí.
—¿Qué pasó con tu hermana? —preguntó Natasha.
Aleksi negó con la cabeza y soltó un suspiro.
—Conozco perfectamente a Alexia. Ella nunca desaparece de esta manera. En una semana ya estaría aquí, pidiéndome dinero o encargándome que le busque a alguien. Pero ahora es diferente: su móvil está apagado, y mi padre no puede localizarla ni siquiera con sus poderes.
Natasha no sabía qué decir para consolarlo, pero entendía su