Capítulo 60. La muerte de Bianca
Por su parte, Brando seguía con Bianca en sus brazos, rogándole a la Diosa Luna, mientras todos los lobos de la manada lo rodeaban en señal de respeto hacia su alfa y su luna. Luego llegaron la reina Minerva y el rey Mago, quienes también conservaban sus recuerdos del pasado intactos. Se acercaron a Brando y le dijeron con voz llena de dolor:
—Déjala ir, allí ya no hay vida.
Brando los miró con una mirada llena de furia y les respondió:
—Sé que ella sigue viva en algún lugar, porque nuestro vínculo de pareja aún late en mí como siempre. Solo pienso que debe estar esperándome, en algún sitio oscuro, para que la rescate.
Por esa razón la movía de un lado a otro, esperando que reaccionara o que la indicara dónde ir a buscarla, pero nada sucedía.
Ya habían pasado tres días desde la muerte de Bianca, y Brando aún no había enterrado su cuerpo, pues aseguraba que ella volvería tarde o temprano a la vida. Puesto que se aferraba a su vínculo de pareja que seguía igual, tan fuerte como siempre.