El creía que lo tenía todo, no deseaba más cambios en su vida hasta que ella pareció y dio vuelta su mundo. Pero no contaba que su ambición pudo más y acepo un trato, que destruiría su vida. Ella no buscaba amor, solo quería una manada donde descansar una temporada. Estaba maldita y no podía quedarse por mucho tiempo en una sola manada. Hasta que lo vio y se enamoro. Creyó sus promesas y por primera vez se entrego a una relación con un macho que le ofrecía el universo. Pero el mintió y pronto se encontró huyendo. Ahora ella tiene dos secretos y uno de ellos le puede costar la cabeza, si él se entera de que ella escapo con su hijo en el vientre. El otro secreto es más delicado y puede poner a dos reyes de rodillas. Pero el tiempo se acabo para todos y ahora deberá enfrentar su destino, le guste o no, será junto al macho que la lastimo.
Leer másPensé que era un macho honorable, creí sus promesas y me entregue a él sin preguntar. No solo era cariñoso y me lleno de amor, me protegió y hasta me prometió bajar un cometa, solo para mí. Pero resulto que era un hijo de puta como todos los machos. Me uso, se burlo de mí y cuando encontró algo mejor, algo que traía una buena alianza para su manada, me dejo. Claro yo solo soy una rouge, que una vez fui esclava de sangre. Pero si espera que ruegue o me arrodille ante él, se llevara una sorpresa. Por más compañero que sea, no me dejare humillar. Se puede ir a la m****a, por eso estoy ahora, esperando que la patrulla pase y me deje el paso libre.
-nada por aquí, es una noche tranquila, vamos de regreso-dijo el macho líder de la patrulla. Los vi regresar por entre los árboles, cuando estuve segura de que no regresarían me aventure hacia los límites. Debería tener cuidado de los territorios que pisaría o me descubrirían.
-sí, no me quiero perder la ceremonia, habrá buena comida y estoy famélico-respondía otro guerrero de la patrulla, al que no había visto llegar, muy cerca de mi posición.
Cuando estuve justo en el límite de la manada, avance hasta dar con el lugar por donde escaparía. Sabía que no me encontrarían, había aprendido de mis años de rouge a pasar desapercibida, ser invisible. Moví un pie y sin querer rompí una ramita, que sonó demasiado fuerte en la noche.
-quieto, siento a alguien cerca-dijo el primero de los machos.
-por tu izquierda, creo que vi a una hembra escondida-dijo su compañero. Y ambos machos empezaron a rastrear mi ubicación, m****a todo por ser impulsiva, una vez más, me estaba llevando a más problemas. Cuando no tuve otra opción me concentre en mi respiración y me volví invisible para estos dos machos. Podía sentir como mi energía cubría mi cuerpo camuflándome, al pasar a mi lado no me vieron, pero si quedo la sensación de que habría alguien por ahí. Entonces, me concentre y usando más de mi poder, entre a sus mentes e ignorando a sus lobos, borre todo rastro de esta situación. Sabía que sus lobos no me delatarían, podrían recordar, pero por alguna razón estaba segura de que no lo harían. Una vez hecho, ambos machos parecían desorientados y sin más regresaron a la casa de la manada, sin novedades que contar. Había ocupado mucha de mi energía y debía ser más precavida.
Una vez estuve segura de que estaba sola, suspire aliviada. Tome aire, llenando mis pulmones del agradable olor de la noche y mirando hacía la luna, lo hice.
-YO ERIKA STUARDO TE RECHAZO COMO COMPAÑERO Y ALFA A TI, VICTOR STONE, ALFA DE LA MANADA TUSK Y ESPERO QUE JAMÁS ME ENCUENTRES-y eche a correr, por entre las enormes rocas, estaba usando el tónico de las brujas que ayudaba a ocultar mi aroma, para no usar demasiado mi poder, ya que sentía que cada vez que lo usaba me debilitaba un poco más, eso más el hecho de que cuando Víctor marque a su luna elegida, lo sentiría, por eso tenía que poner tierra de por medio y él no sabría por donde me marche. Solo esperaba que él terminara el rechazo, así romper todo vínculo con ese macho embustero y mentiroso.
-humana, si no corres te atrapará. Él viene por ti-dijo mi loba Tory y sin dudar me transforme y eche a correr sin mirar atrás.
Siete años después
-Amancio si continuas comiendo así, te vas a atragantar hijo-dije a mi hijo que estaba afanado comiendo una uvas, que había comprado en el mercado.
-¿mami, nos van a atacar los lobos malos?-pregunto mi hijo de pronto-Brian dijo que vendrían y nos matarían a todos. Y que cuando escapemos por el bosque, los cazadores nos atraparían.
-no nos atacaran y Brian no sabe lo que dice cielo. Además él ni siquiera es lobo, solo un humano asustado que disfruta asustando a los demás, cielo ¿armaste tu mochila para el viaje?-pregunte a mi hijo.
-sipis-respondía comiendo más uvas-y no le dije a Brian que nos íbamos de viaje por unos días. Mami, ¿los guerreros lobos que llegaron ayer, nos dejaran pasar por el bosque?
-ellos no son guerreros cielo, son rouges que están de paso y se dirigen a la manada real-respondí dando un beso en su cabecita-y si salimos ahora, podremos pasar antes de que los guardias se den cuenta.
-¿puedo usar mi súper poder?-pregunto Amancio y esto era otra de las razones por las que debíamos huir.
-no cielo, es peligroso, prométeme que solo lo usarás si yo no estoy a tu lado y solo para llegar al castillo del rey Nicolai-le dije a mi hijo, que a su corta edad ya podía manipular mentes de guerreros lobos. Algo en que nos había puesto en la mira de algunos de los aldeanos del lugar.
-¿pero y si los lobos malos aparecen?-preguntaba visiblemente asustado Amancio.
-ellos aún no lo harán, hay una, aldea antes de la nuestra ¿recuerdas? Y está llena de lobos guerreros de la manada Shadwos. Ahora no pienses en los lobos malos o los cazadores, solo piensa en lo divertido que será vivir en el castillo de los vampiros-dije a mi hijo y sus ojitos brillaron de emoción.
El alfa maldito, un lobo despiadado que estaba atacando pequeños pueblos, como en donde vivíamos y al parecer, los rumores decían que vendría a por nosotros. Una aldea mixta, cercana a una de las manadas leales al rey lobo y que le había plantado cara en más de una ocasión, por eso buscaba venganza. Solo había un rumor de quien se trataba, pero no sabía si era cierto, ya que se decía que los hermanos Ydis habían acabado con él.
Pero algo era seguro, atacarían el pueblo y debíamos huir antes de que nuestra identidad salga a luz. Y había un solo lugar seguro para nosotros y era el castillo del rey Nicolai Belov. Sabía cómo llegar y me presentaría en su puerta, cobrando una deuda, de mantenernos ocultos de quienes nos estaban cazando.
-lo siento, su lobo está buscándome y no podré ocultarnos por mucho tiempo más, hay que correr humana-decía Tory, mi loba. Quien desde que supo de Amancio, pareció entender que nuestra seguridad y la de mi hijo estaba muy lejos de cierto alfa.
-¿por qué no me deja en paz?-pregunte en voz alta y mi pequeño me miro.
-hay que correr ¡ya!-dijo tajante mi loba y tomando a mano de mi pequeño salimos por nuestro patio y nos adentramos en el bosque, dejando todo atrás.
Tres meses después
-¿algo?-pregunte a mis machos. Estaba cansado, furioso por las decisiones de m****a que tome, pero sabía que todo era mi culpa.
-nada alfa, al parecer quemaron todo, no ha quedado nada más que cenizas y muertos en toda esta aldea-respondía uno de mis guerreros.
-¿nadie escapo?-pregunto mi beta Derek a mi lado, quien se veía igual de cansado.
-lo dudo, los guerreros de la manada Shadwos esperaban un ataque en el pueblo vecino, pero tenían a un de guerreros apostados en esta aldea. Al parecer no los vieron venir-respondía el guerrero-atacaron de madrugada, no se llevaron rehenes está vez.
-no puede estar muerta, la hubiera sentido-dije mirando la pequeña casa vuelta cenizas, la única casa donde estaba su aroma.
-¿no has pensado que quizás la tomaron como rehén?, sabemos que se llevan a todo aquel que esté en condiciones de servir y no ser una carga-decía mi beta, viendo como buscaba algo entre las cenizas que alguna vez fue su hogar, uno que hizo lo más lejos de mi-si aún la sientes, puede que este ya en sus tierras. Tu lobo la sintió Víctor, ella debe estar con vida.
-¿por qué estás tan seguro? Eso fue hace unos días-dije tomando entre mis dedos un pequeño colgante, el mismo que le había regalado cuando piso por primera vez mi manada. Cuando le prometí que estaríamos juntos el resto de nuestras vidas, solo que en ese tiempo ya le estaba mintiendo descaradamente.
-es lo más lógico Víctor, que se la llevarán. Es una hembra joven y ya fue esclava de sangre. Ella está en edad de reproducirse-decía Derek y de solo pensar que otro le ponga las manos encima me enfurecía.
-entonces iremos hacía allá, a las tierras donde ese hijo de puta se esconde-dije sin dudar, la había estado buscando por tanto tiempo y no dejaría de buscarla. La cague, pero ella no espero mi explicación. Entonces la cague más. Pero estaba decidido, la traería de regreso a mi lado y solucionaríamos todo.
-¿alfa, estás seguro, aún tienes a una luna esperándote en casa?-pregunto mi beta a la espera de una orden.
-mi verdadera luna es a quien voy a buscar Derek-respondí, sabiendo muy bien que tenía que acabar con esta farsa de emparejamiento de una buena vez.
-nos preparare para partir de inmediato-dijo mi beta, dejándome solo en medio de cenizas, aun con el colgante en mi mano. Lo limpie de la mugre y me lo guarde. Se lo volvería a dar, eso y todo lo que ella me pida, para regresar a mi lado.
-avisa a los demás alfas, que el alfa Víctor Stone, de la manada Tusk, irá a sacudir los túneles en busca de su luna-dije y que la diosa me ayude a que ella me perdone.
Alfa Victor StoneResulta que mis tratos con la manada de Tierras Altas, eran mucho más beneficiosos de lo que pensaba en un principio. Mientras yo estaba ahí, Derek aprovechó para coordinar entrenamientos en conjunto, pedir ayuda en equipamiento que nos solicitaba el sanador, hasta materias primas que se podría almacenar para más adelante.Como era de esperar, el sanador me saco de mi rutina solicitándome que lo dejáramos acompañarnos, junto con Ciro en busca de su hija y los demás humanos. Caminamos hasta lo que fue la antigua manada más fuerte, conformada solo por guerreros y rangos altos, la manada Almafuerte, ahora solamente habían despojos de lo que fue, una de las más grandes y orgullosas manadas de guerreros. Al llegar, finalmente a donde se suponía que estaban las casas, el pobre sanador se encontró con una nueva realidad, eran solo ruinas, no había ni rastros de vida ahí. Buscamos entre los escombros y pobreza que había, el sanador gritaba y llamaba el nombre de su hija, sol
Erika StuardoLos días eran largos y las estrellas continuaron burlándose y eso no fue lo único que sucedía. Cada noche el Amo, me hacía beber de él, su sangre sabía extraño y si bien cada vez que lo hacía, era un poco nada más, luego venía el malestar, las náuseas, el miedo y el asco, que me inundaban por todo mi cuerpo. Era como si él, en cada vez que me hacía beber, me hiciera recordar y sentir cada muerte que tuvo, ante toda su larga vida. Si bien él Amo no era cruel conmigo, podía sentir, que sí era un ser maligno, muy maligno y no había una gota de piedad en su cuerpo, cuándo se enfrentaba al enemigo o en sus decisiones. Aunque, podía ver que me miraba diferente, me trataba con más suavidad y hasta me traía pequeños regalos.-¿dime quién ha entrado en mi habitación, cuando ya no estoy?-preguntó el Amo, una tarde-las hembras que me traen alimento, un macho, no sé su nombre, pero ha venido en varias ocasiones buscándote, como no te encuentras se marcha sin dirigirme una palabra-r
Erika StuardoYa no recordaba al día que llegué a esta ciudad maldita, no recordaba mi vida, ni siquiera recordaba a mi padre, el que me crió y acompaño hasta que fue arrancado de mi vida, mientras yo era arrojada a está, sin miramientos. Pero recordaba a mi madre, no su llanto o su mirada antes de que nos separaran, sino sus palabras, recordaba su calor al abrazarme, recordaba su esencia, su amor.Pregunté al Amo, que era como le gustaba que lo llamara, a este vampiro extraño que me usaba como alimento, si la había visto, si sabía algo de ella, en un principio me miró y no respondió. Pero pasado unos días, me dijo que una humana con características similares a mi madre, aún estaba viva en una parte segura de la ciudad, estaba preñada y la tenían fuertemente resguardada, a la espera de que naciera el hijo que gestaba. Eso me dio algo de esperanza, poco sabía que todo iba a cambiar muy pronto.Había bloqueado y mantenía a mi loba en una esquina de mi mente, cerre todo link y levante mu
Alfa Víctor StoneAunque nos estaban esperando, pudimos entrar al hangar y no caer ante su ataque, el cual era descuidado y poco débil, ya que carecían de entrenamiento como era debido, pero eso no les aseguraba el triunfo.Mientras luchábamos y escuchábamos que los otros grupos entraban en la manada, note con espanto a algunos cuerpos de cachorros muertos, solo las hembras estaban vivas, pero encadenadas y con bolsas en sus cabezas. Junto a un grupo de mis machos, formamos un círculo de protección y de inmediato, mi gama Ciro, les quitaba las bolsas de la cabeza y trataba de quitarles las cadenas, pero al ser de plata, era algo que no sería muy fácil.-alfa ¡cuidado!-escuche antes de que algo golpeara mi espalda y el dolor estallara, me habían herido con una puta espada de plata, estos no eran lobos o humanos, eran malditos cazadores, que se estaban uniendo a la batalla y de inmediato, dí el aviso a los demás.-un alfa, llevaré tu cabeza y la dejaré en la entrada de mi bar-decía el m
Erika StuardoSolo fui elegida a la semana de estar en la celda, justo luego de que nos cambiaran a otra más pequeña y donde muchas de las demás no nos acompañaron. No volví a ver a mamá y sus palabras se quedaron conmigo, todavía me costaba procesar todo lo que me dijo, pero aún así, de a poco fui dando más claridad a algunas cosas extrañas que nos sucedían, como sus dolores y lo mal que amanecía a veces. O cuando una patrulla de guerreros de elite, paso cerca de nuestra casa y ni siquiera nos dirigieron la mirada, recuerdo que papá la alcanzó a atrapar, antes de que su cuerpo diera con el suelo y paso dos días inconsciente.-ya vienen-escuche decir a Gema. La puerta se abrió de golpe y una vez más los vampiros fétidos entraron y nos empezaron a separar, está vez fui una de las primeras en ser elegidas, no sabía a que, solo sabía que nada sería igual.Una vez que nos tuvieron separadas, nos empujaron por un pasillo escavado en tierra, aún se olía la humedad de la tierra escavada. Cam
Alfa Victor StoneTodo era un puto desastre, lo que iba a ser solo estar como observadores en la manada Tierras Altas, para lo que no podía creer aún, una puta votación para cambiar de rey, terminó siendo una locura entre alfas luchando, brujas lanzando rayos y siendo atacados por putos vampiros de la ciudad. No tenía nada en contra de los vampiros, había aprendido a diferenciarlos y entendía como ayudaban en las diferentes manadas en que decidían quedarse. Aunque aún ningún vampiro elegía mi manada, si había muchos en la de Cameron y allí pude interactuar con ellos y a la vez aprender de ellos.-tú tiempo está por llegar alfa lobo y algo me dice que eligirás mal, aún no aprendes a mirar como debes-decía una bruja, la había visto junto a las otras, era pequeña y tenía la capacidad de mover la tierra, era increíblemente hermosa, pero un tanto grosera.-¿qué tipo de elección?-pregunte sabiendo que no me diría una mierda, pero solo para cabrearla pregunte.-una que afectará no solo tú vi
Último capítulo