2. Pasado

Víctor Stone 21 años 

Nada me preparo para despedir a mis abuelos y padres. Sus funerales fueron enormes por la cantidad de alfas que llegaron, a muchos de ellos no los conozco y aunque me ofrecían ayuda. Pero fue el rey Remo quien me puso en perspectiva todo.

-desde ahora serás el alfa de la manada Tusk y todo lo que hagas repercutirá en tu manada, sé digno de ella Victor-decía el rey Remo.

-¿y si me equivoco?-pregunte.

-todos la cagamos tarde o temprano Víctor, solo recuerda que siempre puedes arreglarlo-decía el rey-me quedare por un tiempo a tu lado, pero recuerda lo que tu padre y abuelo te enseñaron. Algún día encontrarás a tu luna y ella te ayudará a continuar.

-no quiero una compañera-dije sabiendo lo que las compañeras ocasionaban a los machos con poder-no quiero que sea una hembra, quien me debilite o cuestione.

-tu padre estaba equivocado en eso Víctor y las amantes son peligrosas. Si tienes la suerte de encontrar a tu verdadera compañera, no la lastimes o busques refugio en otros brazos. Lo lamentarás-decía el rey Remo.

Sabía que el rey estaba en desacuerdo con las parejas elegidas, él creía en los compañeros destinados por la diosa luna, pero a él le toco una hembra fuerte. Me negaba a aceptar a una hembra que no me deje nada, no quería una hembra débil, una mestiza o peor aún, una humana. Lideraría una manada, junto a mi amigo de la infancia Genáro, quién sería mi beta y que compartía mis ideas. La manada Tusk sería grande.   

Víctor Stone 30 años 

Mucho ha pasado desde la muerte de mi familia y de que asumiera como alfa, batallas, hembras en mi cama, acuerdos y hasta sorpresas, como la que está ahora frente a mi, algo que no esperaba.

-¿estás seguro, que ella es la adecuada?-pregunte a mi beta Genaro, cuando me presento a su pequeña hija con su compañera elegida, no dude cuando la trajo a la manada, hace unos años, yo no dude en buscar una pareja adecuada para mí en el pasado, pero desde entonces han pasado algunos años y mucho a cambiado. Ahora me gustaría tener lo que muchos otros tienen con sus compañeras destinadas, algo que una pareja elegida jamás me brindará. Algo que Genaro, no tiene con su elegida. Quiero esa conexión.

-totalmente, no aceptare a una humana como compañera Víctor, por eso elegí a está beta, ella me dará buena descendencia, mira a mi pequeña Georgina, es una beta y pronto tendrá su loba, además está la parte de que sus padres nos ayudaron con esos contratos para la manada-respondía mi beta-solo hay que tener mano dura con ellas. No me arrepiento de haber aceptado ese trato.

-¿qué hiciste con la humana, la que era tu compañera destinada?-pregunte recordando cuando me contó de haberla conocido.

-me la follé, hasta que me aburrí y luego me fuí mientras dormía, ya son tantos años que no la recuerdo-respondía Genaro, pero no le creía-la vigile por si quedó preñada, pero no volví a tocarla o verla.

-¿la rechazaste?-pregunté a mi beta, sabiendo ya la respuesta.

-si ¿tú qué habrías hecho?-preguntó mi beta y había algo que no me estaba diciendo.

-creo que lo mismo, solo que no me la hubiera follado, no quiero hijos bastardos corriendo por ahi con mi linaje-respondí-todos los días, ruego a la diosa que no me envié una compañera, no es algo que anhele.

-entonces haz lo mismo que yo, afortunadamente Lisbet sabe de la humana y sé que la buscó para dejarle clara mi posición, pero la humana desapareció. Lo último que supe fue que murio poco despues de nuestro tiempo juntos-escuche decir a Genaro y solo rogué, para que su decisión no le muerda el culo en un futuro.

-te felicito por tu hija Genaro, pero mejor acompañame a patrullar los límites, algo no se siente bien en el aire y mi lobo está inquieto-dije a mi beta y nos unimos a una de las patrullas. Al parecer, los cazadores y luego los vampiros, han invadido nuestra nueva realidad. El alfa Mariano Drake, de la manada Two Moon, mi vecino, está actuando de forma extraña. Y de su lago negro, algo maligno nos está acechando. Para mi sorpresa, algunos vampiros han decidido ir a vivir a su manada, pero han evitado la mía. Eso me cabrea más de lo que reconoceré.

-¿por qué no los atacamos y nos hacemos de sus tierras?-preguntaba Genaro a mi lado, viendo hacia la manada Two Moon, del alfa Mariano.

-no me interesa, son más problemas que beneficios-respondí a mi beta, que estaba actuando de forma extraña desde hace unos días.

Ayer regrese del asentamiento de Tierras Malditas, en donde mi lobo por primera vez me desobedeció. No estoy seguro si es por la imagen de esa loba que estaba escondida entre los destartalados puestos o por el aroma que aún no dejo de buscar. Solo sé que cuando la vi, fui en su busqueda solo para dar con una humana, que vestía harapos y sin rastro de la joven hembra. Llegue a pensar que fue solo una mala jugada de mi cabeza, pero a mi lobo le parecio muy real. Durante el regreso a mis tierras, no pude quitarme la imagen de esa hembra de mi cabeza, pero no compartiría con nadie más sobre esto, solo hasta saber si era de verdad y no una alucinacion. Cuando llegamos y tras las diferentes acusaciones de muchos de la manada, desterré a Georgina, la hija de mi beta Genaro. Algo que debía de haber hecho antes. Quería hacer lo mismo con su insidiosa madre, pero por respeto a mi amigo, la perdone está vez. Aunque sé que la confianza entre ambos se acabo, ya no puedo confiar en mi beta.

-alfa, cuando estábamos por regresar, nos llego un mensaje para darte, desde la manada Sunrise, la luna Morgan pide ayuda-decía Derek uno de mis capitanes de mayor confianza, que regresaba de la manada real y se presentaba en mi oficina para darme el reporte, como acostumbraba.

-¿quién lo envió?-pregunté a mi capitán.

-el beta Roger, de la manada Sunrise-respondió y al ver que no decía nada, agrego-no le solicito ayuda a todos, solo a algunos y fue una vez terminado el encuentro de capitanes en la manada real.

-gracias Derek, puedes ir a descansar luego de tus nuevas órdenes. Ahora escucha bien, tengo un trabajo para ti. Desde mañana quiero que elijas a uno de los guerreros, el mejor a parte de ti, que sea de fiar y cuando lo encuentres, quiero que lo entrenes personalmente. Nadie más debe saberlo-ordené al macho que me miraba confundido-prepáralo como lo hacen en la manada real, quiero que sea tan bueno como tú, solo manténganlo en privado.

-¿nadie más?-preguntó confundido Derek-¿y el beta si pregunta?.

-ni siquiera Genaro, si pregunta solo dile que lo estas ayudando a mejorar-dije, ya no podía darme el lujo de confiar en mi amigo desde que desterré a su hija, no me creo que el desconocía lo que su hija y compañera hacían a mis espaldas.

-en ese caso, el macho que buscas es Ciro-respondía Derek-descanse de regreso a la manada alfa, si no tienes objeción me gustaría empezar hoy con los entrenamientos con Ciro.

-lo dejo a tu criterio, solo mantenlo en privado-respondí, al que sería mi futuro beta.

Vi salir a mi capitán y supe que había tomado una buena decisión. Para cuando mi actual beta Genaro, entro en mi oficina, ya estaba leyendo los nuevos contratos con la manada Full Moon y estaba claro que rompería relaciones con ese alfa traicionero de Dante Morrison. Buscaría otras alianzas. Si los rumores eran ciertos, Dante estaba metido muy dentro de tratos turbios y el rey lo tenía en la mira, por lo que no quería ese tipo de problemas para mi manada.

-¿no ayudaremos a la luna Morgan?-preguntó Genaro sentándose frente a mí.

-no, ella sola se metió en problemas, además no quiero estar del lado malo del alfa Cael, es un bastardo rencoroso y con conexiones importantes-dije.

-escuche que los vampiros están dé su lado-agregaba Genaro.

-con más razón me negare a ayudarla-dije, recordando como Cael actuaba cerca de ella-no meteré a la manada en un problema, que no me dará ningún beneficio, dije y le pase un contrato para que lo leyera y me diera su opinion, no fue extraño su respuesta, algo que me molesto.

-es un buen trato, el alfa Dante está teniendo muchos beneficios ¿quizas pordríamos entrar en algo con él?-preguntaba Genaro, esto solo me confirmo que había hecho bien en poner mi atención en Derek.

-no haré tratos con quien sospecho está detrás de la muerte de mi padre y abuelo-dije sin más-haré un viaje a las Tierras Malditas, solo me llevaré a unos guerreros, te quedas a cargo en mi ausencia.

-¿algo que deba preocuparme?-pregunto Genaro viéndome con suspicacia.

-solo curiosidad-respondí. No pensaba decirle a nadie que hacia ya un tiempo había empzado a soñar con ese lugar, algo me tiraba hacia allí, algo que tenía a mi lobo babeando. 

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