28. Rouges
Erika Stuardo
La aldea en donde finalmente llegamos, no era nada como lo había visto antes, con mis padres habíamos deambulado por muchos lados, llevándome con ellos. Finalmente cuando nos establecimos en el asentamiento de tierras malditas, por fin pude tener una realidad más tranquila, pero aun así, tratábamos de mantenernos lo más alejados del resto. Ahora hacía lo mismo, ocultaba mis dones, recuperaba fuerza y cada tanto, empezaba a practicar para que el agotamiento no sea tanto cada vez que me tocaba usarlos, cuando pasamos por el asentamiento de tierras malditas, use mis dones nuevamente, esta vez me oculté de miradas indiscretas, traté de que ninguno de los habitantes de ese lugar me reconociera y pasé bien, sólo que seguía quedándome débil luego de usarlos. Myriam y Antonio resultaron ser una pareja de rouges, los cuales no podían tener hijos, pero tenían sobrinos y es por eso que querían asentarse finalmente en la aldea. Eran buenos y habían pasado por mucho de a poco les co