Blue, una mujer decidida a rehacer su vida junto a sus hijas, después de descubrir que su esposo tiene otra familia. Empaca su vida y se muda a la gran manzana donde conoce a su jefe, el monumental Adam Scott. Ambos tienen sus propios demonios y luchan por no ceder ante la atracción que sienten. ¿Qué sucede cuando dos polos opuestos se atraen? Y lo peor, ¿qué pasa con sus hijos? ¿Ambos se decidirán luchar por su felicidad, o preferirán esconder lo que sienten? Te invito a descubrir a Blue y la ley que tanto la apasiona.
Leer másBlue y su hija se encuentran instaladas en un pequeño apartamento de los suburbios de Brooklyn. Si, de vivir en un espectacular departamento en la zona más rica de Madrid, a un suburbio, pero así es la vida. Alma no le habla, está molesta por tener que cambiarse de país, pero la situación ya era imposible de sostener.
Mi marido no sólo me engañaba, tenía dos hijos con esa mujer, todo lo que él quería lo tenía con ella, sus tan añorados varones. ¿Qué se puede esperar de un hombre con el machismo plasmado en cada fibra de su cuerpo y un ego hasta las nubes? -Mamá, ¿Por qué tenemos que estar en esta caja de fósforos? ¡Dios! ¿qué hice para merecer esto? -señala melodramáticamente mi hija menor. -Alma, esto es provisorio. Ya el lunes tengo algunas entrevistas de trabajo y estando ya instaladas podremos cambiarnos a un mejor lugar. Por favor, deja el drama. -Todo esto es tu culpa mamá, si no te hubieras separado de papito, esto no habría pasado - ¿cómo le explicas a una adolescente que su papá tiene otra vida y que en definitiva se quedó con su nueva pareja con sus hijos de 16 años?, y como dijo "Sus varones, los verdaderos herederos". -Cariño, todo pasa por algo –trato de mediar con ella –. Ya estaremos mejor. Solo ten un poco de paciencia, comenzar de cero no es fácil. -Está bien, por lo menos espero que donde estudie no tenga que pasar vergüenzas. -El lunes será nuestro nuevo día, cariño. Ya verás que el sol saldrá para bien. Llegó el lunes y con Alma nos dirigimos a la escuela Dalton Upper Side, dónde la he matriculado para su penúltimo año de secundaria. Ambas entramos en la dirección de la escuela, donde ingreso todos los papeles faltantes y termino la inscripción, dejando a mi hija Alma a cargo de su nueva profesora para irme a mi entrevista de trabajo... Junto a la profesora, Alma se dirige a su nuevo salón, donde se encuentra con un grupo de riquillos, hijos de la crema innata de Nueva York. -Buen día a todos -saluda la maestra y los chicos responden al unísono un buenos días. -Hoy les presento a su nueva compañera la señorita Alma Soré, ella viene de intercambio desde el colegio Británico de Madrid, espero y le den una excelente bienvenida. - Todos miran a la chica como un bicho raro, pues además de hermosa, se ve sutil y angelical. -¿Te puedes presentar Alma? -le invitó la profesora. La chica que no tenía ni la más mínima pizca de vergüenza saludó, en un perfecto inglés. -Buen día a todos, como ya mencionó la maestra. Soy Alma Soré y espero que logremos ser buenos amigos. Corriendo llegó al salón un chico, el más guapo de todo el colegio, capitán del equipo de básquet y el sueño de todas las chicas. El cual abrió la puerta y su mirada fue directo a la chica frente al curso, mientras exhala a penas. -Thomas Scott, ¿Qué son estas horas de llegar? -Exclamó su profesora. -Perdón, perdón, profesora Mitchell es que... Wow, ¿Se cayó un ángel del cielo? -todos estallaron en risas. -No creo, más bien un pastel llegó a entorpecer mi presentación -respondió la chica sarcásticamente. -Uy toda una gatita... -Y araña grr... - Me gusta... - Púdrete... -¡¡Chicos!! -exclamó la profesora. Ambos chicos se miran con recelo, como dice el dicho si las miradas mataran ya habría dos hoyos de tres metros bajo ese hermoso jardín junto a la escuela. Sin darse cuenta de que entre esas intensas miradas había nacido una historia de amor y odio que nadie se esperaba. Mientras tanto, Blue va de un lado a otro a las entrevistas que tiene pactadas para el trabajo de Asistente legal. Sabe que no podrá ejercer hasta que tenga aprobado el examen de la barra, pero por el momento eso no le preocupa, no quiere depender de su suegro y menos de ese malnacido de su ex, además aún guarda parte del fideicomiso que le dejó su abuela Pame. En medio de esos pensamientos, caminaba a su siguiente entrevista, pero el sonido de su teléfono la detuvo... -Buen día. -Hola, ¿Hablo con la Señorita Blue Soré? -Sí, con ella. -¿Le estoy llamando desde Scott y asociados para su reunión de las 12, será posible que pueda llegar en unos 15 minutos? -Si, sí, sí, estoy cerca... - Colgó la llamada, apresuró sus pasos se dirigió a Scott y asociados. -Vamos Blue, tú puedes. Hoy será tu día de suerte.En Scott y asociados...
-¡Uff! Por fin... -exclamó Blue, cansada de tanto correr de un lugar a otro para poder llegar a su última entrevista. Esta entrevista era para asistente legal en uno de los mejores estudios jurídicos de la ciudad. La bella abogada se dirige a la recepción donde una hermosa chica le pregunta hacia dónde se dirige.
-Hola, buen día. -Buen día señorita dónde se dirige? -Tengo una entrevista con el abogado Scott, vengo por el puesto de asistente legal. - La pobre chica palideció y mientras tartamudea le explica cómo debe ir al piso 99 y esperar a que la llamen antes de entrar, recalcándole que no entre antes de que se lo permitan. Por otro lado, en el estacionamiento del rascacielos que alberga las oficinas de Scott y asociados, viene entrando Adam Scott en su Hummer blindada. Se baja de ella, arregla su impecable traje de tres piezas y sube al ascensor. Cuando las puertas del ascensor se abren lo primero que ven sus ojos es a Blue ingresar viendo al bombón sexi... Ahhh se me olvidaba contarles cómo era ¿no? Imaginen dos metros de monumento de hombre, con unos ojos grises, cabello negro muy bien peinado, una sonrisa ladina; baja bragas. y sí, nuestra Blue babeaba por lo que sus ojos estaban bien. Tuvo que aclarar su garganta y moverse un poco para espabilarse rápidamente y que el bombón no la notara. Al marcar el piso notó que él ya lo había hecho y se preguntaba si viene a ver a su futuro jefe. Mientras la música ambiente suenaambos se dan miradas furtivas, él preguntándose quién es la muñeca de porcelana y ella se pregunta miles de cosas, la había dejado obnubilada. Llegaron al piso 99 y ambos trataron de salir al mismo tiempo, por lo que quedan apresados entre las puertas. Blue con sus nervios intenta moverse cayendo estrepitosamente al suelo. Sin embargo, nuestro galán solo se arregló el saco y pasó a un lado de e la mujer. Si pensaron que la iba a ayudar, pues están equivocados. Él siguió su camino y se adentra a la oficina. -Parece que lo de guapo se pierde en lo imbécil y poco caballeroso -masculla Blue mientras trata de ponerse de pie. Sin haber notado que lo dijo en voz alta. -¿Me está hablando, señorita? -pregunta regresando de mala gana el galancete, mientras la miró de pies a cabeza. -¿Lo dije en voz alta no? -Fuerte y claro. -Ups... ¿perdón? -Perdonada. -Idiota -susurró -¿Es la nueva asistente? -Pues.... he venido a la entrevista. -Está contratada, tráigame la agenda y un café. -¿Qué? -preguntó Blue, pero ya el hombre se había alejado. Dejándola allí sola, con unas intensas ganas de volverse una asesina en su primer día de trabajo. Blue al calmarse suspira, se siente bien lograr quedar contratada de inmediato, pero no estaba segura si fuese algo permanente. Porque ese monumento de hombre es más agrio que besar un limón verde y ella no estaba dispuesta a tolerarlo.En el aeropuerto de Barajas, dos jóvenes con sus maletas, un bolso de mano y muchos sueños se aprestan para su viaje, uno volviendo a su ciudad natal a terminar su pasantía y la otra a conocer la gran manzana y realizar su mayor sueño, reencontrarse con su familia. Una vez dentro del avión ambos jóvenes se instalan en sus asientos o... en los que creen que son de ellos. -Disculpa -la chica ve a un muchacho guapísimo sentado en el asiento que le corresponde.-Mmm -levantó el chico su mirada del libro que estaba leyendo y guau, una preciosura remueve sus pensamientos y otras cosas más, para sus adentros piensa «Que guapa está, me la comería completita.»-Oye, despierta... estás en mi asiento -la chica mueve su mano frente a su cara para que la deje de mirar como un trozo de carne.-Creo que no, el mío es el 35b -En efecto, pero estás sentado en el 35c, que es el mío -le replica molesta.-Oh -mierda, dice para sus adentros-. Perdón, perdón no me fije -exclamó con la mejor cara que tien
Después de pasar un maravilloso fin de semana con los chicos, nos disponemos a volver a la ciudad, con bombos y petacas vamos en la Hummer de Adam, manejada por Jack. Los chicos van discutiendo como siempre, pero veo que de manera más distendida. Llegamos a la escuela y luego de dejar a los chicos nos dirigimos a la oficina para empezar un nuevo día de trabajo. Cuando bajamos del vehículo Adam toma mi mano y la entrelaza con la suya.-¡Adam ya! ahora suelta mi mano- le doy golpecitos tratando de soltarme -No quiero, es mía- no la suelta y me hace pucheros como niño chiquito.-Adam, ¿Qué pasó con el abogado más gruñón y ogro de la ciudad? no me hagas enojar y menos arrepentirme de lo que estamos haciendo - le digo esto porque si nos estoy dando esta oportunidad lo nuestro debe ser claro desde el principio y le recalqué que en la oficina no- por favor en el trabajo nos respetamos, soy tu asistente y quiero que eso se mantenga así, nuestra relación dejémosla fuera de este edificio, lo s
A la mañana siguiente...Despertar con los rayos de sol que acariciaban mi cara se sentía genial, pero a eso sumarle que ella duerme entre mis brazos creo que se siente maravilloso...Si, anoche dormimos juntos, cumplí mi palabra y como el caballero de brillante armadura que quiero ser para ella, se lo prometí y cumplí. Estos últimos años puedo haber sido una bestia que tenía sexo solo para satisfacer mis necesidades de hombre. Usando a las mujeres y luego desecharlas como papel barato. Al punto que ni las dejaba dormir conmigo, pues para eso estaban. Esa era mi forma de ver mi vida y mi verdad.Si señoras y señoritas he sido un completo animal, pero Blue... Mi blue, es distinta. Sentía que no necesitaba más que a ella, así acurrucadita en mi pecho. Así como en este momento sentía que ambos encajamos como las piezas de un puzle que se habían perdido y volvieron a juntarse. Encajaba perfectamente a mí lado y si no fuera de esa forma. La haría encajar, pues, creo que estoy enamorado...
Ya es hora de descansar y Adam con Thomas nos van a indicar las habitaciones que debemos ocupar con mi peque. -Tengo mucho sueño -Esa es mi hija haciendo cosas de bebé, mientras da un bostezo. -Ah, yo también -Le secundó Thomas, por lo que me sacaron una carcajada. -Mis bebitos, ¿quieren que los arrope? -Shi -chillaron al unísono con Adam. -¡Papá! -Ustedes dos sí, tu... ni en tus sueños -respondí secándome las lágrimas que me ha provocado la risa. -Perdón chicos, los dejo que descansen -Sale Adam como si el diablo lo persiguiera hacia las escaleras. Ambos chicos estaban muertos de la risa. -Ya, a descansar, pues mañana nos levantaremos temprano a ensayar. -Yes, Mom. -Sí, mi generala -respondió Thomas. -Pues vamos, no se diga más -Tomé al gato y se lo entregué a Alma. -Alma, ven por favor -Se escucha a Adam desde el segundo piso. -Si, señor Scott. -Esta será tu habitación, espero sea de tu agrado. -Gracias, señor Scott. -Adam, por favor dime Adam. -Bueno.
Qué día de locos ¿no? Tratando de arreglar las diferencias de nuestros hijos, había sido secuestrada por mi jefe todo el fin de semana. -Adam... -Mmm... - Ambos estábamos sentados en los sofás de su despacho. Tomando un buen café, mientras admiramos el paisaje que se ve desde la ventana. -¿Por qué eres así conmigo? -¿Así cómo? -Tan... como decirlo... ¿Intenso? - Se levantó y caminó directo hacia mí. Se paró enfrente y luego se agachó para quedarse mirándome a los ojos. -¿Quieres la verdad? -Asentí, moviendo mi cabeza cual niña chiquita afirmando para tener una respuesta-. Pues, desde que entraste ese día a mi oficina hubo algo que hizo clic en mí. Supe que no eras como las demás y sólo deseé que me pudieras ver como yo te veo. -¿No crees que eres un poco cliché? -Dije al mismo tiempo que sentía mis mejillas arder-. No puedo creerte, si lo único que hacías era poner mi vida patas para arriba -el hombre dejó escapar una carcajada. -Eso crees tú, pero ¿no te has dado cuenta d
¿Cómo esta mujer que no llevaba ni un año trabajando conmigo sabía más de mi hijo que yo? ¿Qué estoy haciendo mal? Bueno eso lo sabía, pero no podía dar mi brazo a torcer, sólo recordar ese pasado me hacía sentir como la mierda. De verdad que mis razones tengo y algún día podré decirle la verdad a mi hijo de su nacimiento y el porqué de mi rencor...Ese rencor que no es con él, sino que conmigo por lo que fue, lo que pasó y lo que no pudo ser. Por todas esas horas de sufrimiento que tanto Ethan como yo pasamos y por la llegada de Thomas a nuestro hogar. Era tan pequeño...Sé que Blue tiene razón, mi hijo no pidió nacer, pero yo tampoco merecía la traición de su madre y menos lo que sufrió Ethan. Mientras doy vueltas en mis recuerdos, Blue se pone de pie y se acerca hasta mí.-No es eso a lo que me refería -logré esbozar esa frase con mi garganta apretada.-Te escucho -se cruzó de brazos y me invitó a hablar, mientras levantaba sus cejas y se volvía a sentar, pero esta vez a mi lado.
Último capítulo