-Alma-
Era el matrimonio de mis papás, bueno en realidad de mi mamá y Adam. Llegar hasta aquí fue una tarea titánica, pero se podía decir con mucho orgullo...
¡MISIÓN CUMPLIDA!
Ya los recuerdos tristes habían quedado en el pasado y a lo único que no quería volver era a recordar lo que sufrí por la separación de mis papás.
Ahora entendía cuando mamá me decía que los hijos son los más afectados, aunque no sean culpables, de las decisiones de sus padres. En mi caso perdí a mi papá, mi casa, mis cosas y mis amigos.
En un principio fui egoísta y cruel con mamá. La culpé de separarnos de papá, de traernos a otro país y de alejarme de todo lo que tanto quería.
Era una niña y peor aún "La niña de papá", no saben cuánto le rogué para quedarme con él, lo que no entendía en ese momento es que él al separarse de mamá cerró todo con nosotras.
¿Éramos desechables? Por favor ¿qué mierda pensaba él?
Cuando llegamos a Estados Unidos, todos los días esperaba que papá llamara. Mamá no tenía idea de to