HaN pasado algunos días y ya quedaba menos para que llegara mi Val. Mi jefe ha tratado por todos los medios de indagar quiénes es el que me llama y yo, no sé si por mala, o porque me gusta verlo molesto. Solo le respondía con evasivas. Eso sí, se había portado bastante bien, pues ha dejado de beber en las noches y he podido descansar de esa parte de mi trabajo.
A todo esto, Aston se ha transformado en un buen amigo, sé que siente algo por mí, pero le he dejado en claro que no me interesa una relación y que lo único que puedo ofrecerle es mi amistad sincera. En cuanto a los chicos, ellos siguen como perros y gatos, hasta divertidos se ven, pues además he pasado a ser el paño de lágrimas de ambos y aunque ellos no lo vean, se les nota a leguas que se gustan, pero ¿qué digo? ¡Será el primer amor de mi pequeña! De sólo pensarlo se me hace un nudo en el estómago al recordar que ya es una adolescente y no la pequeñita que me llevaba la contra en todo. ¡Ay, mi Chiquita! Comenzó un nuevo día, me levanté, cepillé mis dientes y me duché. Luego me vestí con mi traje sastre a la medida y me dispuse a salir a desayunar. -Buen día, mi princesa menor. -Buen día, mi soberana madre. -Ambas soltamos una carcajada y mientras me servía mi café veo que mi hija quiere decirme algo. -Mami, quiero preguntarte algo. -Dime preciosa. -¿Será posible que puedas hablar con el baboso ese, para que dé una vez por todas me deje en paz? -¿Qué pasó ahora? -Bien, te lo explico.----Flashback de Alma----
En la clase de teatro, -Mis queridos alumnos, hoy comenzaremos las audiciones para la obra de fin de año y esta vez haremos "La fierecilla domada de William Shakespeare" -Tu personaje está listo, enana -mencionó Thomas en mi oído. -Ya cállate idiota. -respondí apretando mis puños. -Señorita, esas no son formas de dirigirse a la gente en mi clase o ¿quiere que llame a sus padres? -recibí el regaño y las miradas llenas de burla por parte de mis compañeros. -Pero... -mis mejillas estaban ardiendo, pero tomé un respiró y respondí-. Perdón, maestra por mi comportamiento -dije en un tono dulce-. No fue mi intención, pero el señorito aquí presente, me molestó y yo sólo me defendí. Disculpe si se mal interpretó mi actuar. No es una acusación, pero este hijo de su mamá y que me perdone ella, ya me tiene hasta las masas. -¿Es eso cierto señor Scott? -Inquirió la maestra. -Profesora, la realidad es que esta ena... perdón la compañera aquí presente me ha malinterpretado, lo que le quise decir es que el papel de la Fierecilla le queda como anillo al dedo -expresó y yo estaba a nada de lanzarme encima de él y golpearlo con el panfleto en mis manos. -¿Es que de verdad estás loco? -Exclamé con molestia, él con una sonrisa, evidentemente mal intencionada se dirigió a la maestra. -Profesora, además para que vea que me interesa la obra también participaré en ella y me gustaría apoyar a nuestra nueva compañera siendo su acompañante. -Pero qué excelente idea me ha dado, joven Scott, pues se me ocurre que ambos hagan la audición para los papeles principales, creo que harían una excelente pareja. -¿Se te zafó un tornillo? -exclamé furiosa. -No mi fierecilla, es la mejor idea que se me ha ocurrido. -Las risas resuenan en el salón, a excepción de una, yo. -Pero profesora, yo también quiero ser la fierecilla. -dijo Irma, una lapa que no se despega de Thomas-. Creo que no puede llegar y elegir a ésta tan fácilmente -comentó mirándome con desprecio. -Creo que ha entendido mal lo que acabo de decir señorita Marshall. Mejor me explico, en este momento ustedes deberán armar parejas para audicionar y como Thomas y Alma ya han comentado su animosidad que mejor que ambos sean la primera pareja que se arma y no hay más discusión. -No es justo. -chilló Irma, pataleando en el suelo-. Yo quiero ser la pareja de Thomas. -Pues ya lo he decidido y ellos serán pareja, tiene otros 19 compañeros más para escoger señorita Marshall. ---Fin del flashback----Y con eso entenderás que tengo que soportar al señorito simpatía, pues la nota de esta audición es más del 50% de la nota del semestre.
-Ok, hablaré con él, pero también necesito de tu parte hija. Las cosas se solucionan hablando. -¿Y cómo quieres que hable con él si es un verdadero palo en el culo?... Ups, ¿me escuchaste no? -Muy claro... -Perdón, pero es que me exaspera. -Mi amor, Thomas no es un mal chico. Es por lo que ha pasado en su vida, no sabe expresar sus emociones, te pido un poco de comprensión. -¿Y quién me entiende a mí? -se levanta molesta, sus ojitos están aguados y me da pena verla así. -Mi niña, te entiendo y te pido disculpas si me malinterpretaste, pero en el trabajo y en los estudios cuando te toca trabajar con quien no te gusta a veces hay que ceder por el bien mayor, sino mírame a mí. Ambas soltamos una risotada y nos miramos fijamente. -Ya, está bien mami, tu ganas, ya es tarde ¿me llevas a clases? -Ok, deja buscar mi bolso y nos vamos. -A propósito, mami, ¿cuándo llega mi otro tormento? -Val llega a finales de mes, cariño.En el penthouse...
Nos encontramos con mi hijo, preparándonos para otro día, en eso veo como Thomas comienza a colocarse nervioso y se atreve a hablarme. -Padre mío -Dime, hijo mío -siempre que me habla así es porque quiere algo. -¿Es posible que hables con Blue para que hable con la bruja de su hija? -¿Que qué? -pregunté sin poder entender su petición. -Eso, es que la profesora de teatro nos obligó a ser pareja en las audiciones y de verdad fue un martirio. Esa niñata es una tonta que quiere mantenerme frustrado y ya no sé qué hacer. Me sobo la nuca al no saber cómo manejar la situación -Okey, veré lo que puedo hacer, pero creo que no es tan malo como piensas -Para mí menos, pero se me ha ocurrido una idea genial-. Como te cae tan bien mi asistente, puedes estar más tiempo con ellas si debes practicar- y obvio yo también, ¡soy un genio! -Es más, las podríamos invitar este fin de semana a que estudien acá o en la casa de la playa y así tenerlas más cerca -elevé mis cejas a ver qué me dice. -¿No será porque quieres tener a "mi cielo" más cerca y estás aprovechando la oportunidad? -¿Quién? ¿Yo? -No, mi abuela -replicó el inteligente de mi hijo soltando una enorme carcajada. -¡Thomas! -me hago el molesto al sentirme descubierto-. No, no es por eso, es solo por el bien de su trabajo. -Okey, supongamos que te creo. Si es solo por eso, habla con Blue, por favor. Ella me comentó que su hija mayor llega el lunes desde España y quiero que todo quede claro antes de eso, pues imagino que ella tendrá su tiempo ocupado con sus hijas. ¡¿Hija mayor?! ¡¿Que?! ¿Será que con ella es con quién tanto habla? Con la mejor cara del mundo y haciendo posible que mi hijo no se percate que no tengo idea de lo que me está hablando le respondí. -Está bien, hoy soluciono tu problema. -Te amo ¡Eres grande Pá! -Un rato más tarde en la oficina...
Estoy sentada en mi escritorio esperando a mi jefe, cuando veo que se abren las puertas del ascensor. -Tenemos que hablar -Decimos al unísono. Para ambos fue inevitable soltar una carcajada. -Ven Blue, quiero hablar contigo. -¿Será por lo mismo que creo yo? -Estoy más que seguro. -le seguí hacia su despacho y me invitó a pasar. Mientras se sienta en su cómoda silla ejecutiva me miraba con esos ojazos que me alucinan, pero me recompongo y me siento frente a él. Cuando nos disponemos a hablar entra la novia/no novia de mi jefe chillando como pajarraco. -Adam estuve esperando tu llamada y no la has hecho, ¿cómo puedes tratarme así amor? -Por el amor de dios, Yorelys. Si no te he llamado es por algo ¿no? y de verdad ¿no te han enseñado a tocar la puerta? -¿Y por qué tengo que golpear la puerta si es tu oficina, querido? -Se acercó a Adam para quedar entre nosotros, la muy descarada. Llevaba un vestido rojo entallado a sus curvas. Ya veo que se le escapa una de sus lolas del escote que tiene. -jefe, si quiere vuelvo luego. -¡No! Ni se te ocurra salir Soré... -Si, lárgate y tráeme un café con leche de soya, 10 gotitas de alulosa y que esté a 40 grados para no quemarme -De verdad esta mina está loca. -¿Perdón? -Lo que te dije ¿o eres bruta? -Ya basta, Yore. -Bramó Adam. -Amor, te dije que era una incompetente. -¡Y yo que no eres nadie para entrar así en mí oficina y tampoco entiendes! -mi jefe definitivamente está que le brinca en cualquier momento a la mujer, pero no en ese sentido. -Amor es que necesito de ti -moví mi cabeza en negación pensando en que lo mejor era irme. Estoy por salir de la oficina cuando mi jefe explota. -¡¿En qué puto idioma tengo que hablar para que entiendas que no me interesas y que lo "nuestro" no existe?! -¡Cariño! -volvió a chillar-. No seas así, déjame explicarte. -¡¿Explicarme qué?!, ¡¿qué te encontré teniendo sexo con mi hermano en mi departamento?! - ¿Qué carajo? estoy que salgo y traigo un paquete de palomitas y una gaseosa. -Hola, hola -y hablando del rey de Roma. -Mal momento para entrar, Aston -le dije aguantándome la risa. -¿Qué quieres tú también? -vociferó viendo a su hermano. -Hermano, necesito a Blue para ir a los tribunales. -¡No! y tú Yorelys, mejor lárgate antes que te haga sacar con seguridad. -Adam, eres un estúpido. Sé que volverás a mí, siempre lo has hecho, cuando esta mojigata no te dé lo que yo te doy -dijo apuntándome. Adam deja escapar una carcajada antes las palabras que ha dicho la mujer. -Sueña, querida -mientras toma el teléfono-. Por favor, quiérete un poco más. Yo jamás volvería contigo, jamás. -La tal Yorelys salió hecha una furia, despotricando contra todos. Yo, perdónenme, pero me largo a reír a carcajadas mirando Adam y a Aston -No lo puedo creer... -dije tomando mi estómago, que ya me duele de tanto reír-. Se nota que son hermanos. Y de verdad que no paro de reír, estos hombres son un verdadero caso de locos de patio.