En la escuela...
-Miren, miren quien llegó -«La princesa preciosa, hermosa, encanto de la madrugada de esa brujita despiadada», dice para sus adentros Thomas -. La enana de Soré. Algunos sueltan una carcajada por su broma, mientras ella lo mira con cara de asesina en serie. -Hola, baboso. ¿Como dormiste después que te dejé en tu casita? -Uh... -es la expresión al unísono de los compañeros en el salón y el chico no sabe si está rojo de furia o de vergüenza. -Veo que amaneciste chistosita, eh. -Ja, ¿a poco no? -pasó por su lado y se sentó con calma en su asiento, mientras con la mejor de las intenciones el chico se posa en el asiento de al lado. «Quién iba a pensar que aquella persona que me ha dado tanto cariño en este último tiempo sea la madre de esta mocosa que me trae las pelotas a morir ¡Así es, la hermosa Blue es madre de la enana! Pensó el muchacho mirando fijamente a Alma... Esta enana ha hecho que los días en esta escuela sean más llevaderos, pues desde que llegó se ha transformado en el blanco de todas mis bromas y no es que ella me guste, no, no, no, ni nada por el estilo». ¡Dile eso a otro! exclamó su conciencia... Cállate. «Bueno, como decía esta enana se me atravesó por la cabeza y desde ese instante no he hecho más que martirizarla. ¿Qué m****a voy a hacer ahora? Si me gusta mucho la compañía de su mamá. Mi mamá murió cuando yo nací y creo que por eso mi papá y mi hermano me odian». Nunca he recibido cariño o algún tipo de afecto hasta que llegó ella. -¿Quién iba a pensar que tú eres hija de Blue? de verdad que no se parecen en nada. -Para que veas, tengo la mejor mamá del mundo. y es sólo mía, baboso. Quedas advertido. No sé por qué tiene que aguantarlos a ustedes, si no fuera por... -se quedó callada y su carita se puso triste-. En fin, ¿ya me dejarás en paz por hoy? ¿O tal vez para siempre? -Eso jamás, enana. Tu naciste para que te hiciera la vida de cuadritos. -En tus sueños baboso -le muestra el dedo de corazón, mientras se acomoda en su asiente antes de ver llegar a la profesora.Devuelta en el despacho de Adam Scott...
Yorelys se puso intensa, mientras me reclamaba por mi supuesto abandono y la verdad es que, o la mujer se llenó de Botox el cerebro o definitivamente en una de sus tantas operaciones se lo sacaron. Luego que veo que su intensidad fue en descenso. Volví a pedirle por enésima vez que se retire, es que de verdad esta mujer era insufrible, todavía no sé qué le vi... o bueno si lo sé, pero me arrepiento. -Esto no se va a quedar así, perra. Adam es mío, sólo mío -dijo Yore acercándose amenazantemente a Blue. Estaba por correr hacia ellas para separarlas, pero veo como ella la ignora como la dama que es, dejando a Yore más molesta de lo que ya estaba. -¡Yorelys!. Te dije que era mejor que te retiraras. Deja de hacer un espectáculo que no estoy dispuesto a soportar y respetas a mis empleados. -Hasta pronto, señorita. -Si, si, lárgate de una vez -bufé molesto. -Tenemos que hablar, Adam. Tienes que escucharme, tú estás equivocado y te vas a arrepentir de no hacerlo, cariño entiendo que estés molesto conmigo, pero todo tiene una explicación. -Ok, pero hoy no. Sabes que soy una persona ocupada y tú en estos momentos me interrumpes- Mientras estoy en un reto de miradas con Yore sonó el celular de Blue. -Permiso señor, debo contestar. -Que sea rápido Soré, tenemos mucho trabajo -repliqué con evidente molestia y curiosidad. -¡Adam! -y sigue ésta con su berrinche, ¡Argh! -¿En qué idioma te tengo que hablar mujer? Te dije que después hablaríamos, Yorelys. Por favor retírate, yo te llamaré. - Ahora lo único que quiero es escuchar esa conversación. Dios, por favor haz que se vaya o de verdad me acriminaré. Blue contesto su teléfono con mucha emoción al ver que se trataba de su hija mayor. -Hola. -Mamita bella, pensé que no contestarías. -respondió la joven al otro lado del teléfono. -No amor, perdón estaba viendo algo con mi jefe. -Blue ignoraba que del otro lado de la oficina. Su jefe estaba que se le explotaba el hígado de la rabia, y la cabeza preguntándose a quien le decía mi amor. Poniendo toda su atención en la conversación de su asistente. Se percató que Yore se acercaba con ánimos de despedirse. -Ni se te ocurra acercarte, ya te dije que hablaríamos después. -Ok, me voy. No te arrepentirás de escucharme, cariño -lanzó un beso al aire y no perdió el tiempo siguió escuchando la conversación de su asistente. Por otro lado, Blue estaba de lo más concentrada en su llamada... -Mami, ¿te estoy interrumpiendo? -No amor, por favor prosigue con lo que me ibas a decir. -A qué, bueno -un suspiró se escuchó para luego retomar la conversación-. Por fin mami a fin de mes me entregan toda la documentación para mi traslado. -¡¿De verdad?! Es la mejor noticia que me han dado. -Es que soy tu tesorito -respondió ella ante la evidente felicidad de su madre. -Si mi vida, tú y Alma son lo más grande que tengo en la vida y ahora, por fin, estaremos juntas. -Si, así que dile a la peque que se vaya preparando, porque desorden no le voy a aguantar. -Por supuesto, ella estará feliz de que estes con nosotras. -Y yo también, no sabes como las extraño. -Has sabido de... -intentó preguntar Blue, pero Valeria no quería hablar de hombre que la vida le puso como padre. -No me hables de ese hombre, mamá. Ni de coña lo he visto y menos quiero verlo, por favor no te hagas daño. -Perdón amor, es que... -Lo sé mamá y te entiendo, pero déjalo. Él no vale la pena. -Te amo mi ternurita, nos vemos a fin de mes. -Y yo te amo más mami, el abuelo te manda muchos cariños, dice que te extraña mucho. -Dile que yo también lo extraño mucho. Los amo, cuídense. - Blue cortó la llamada y suspiró... Sin imaginarse que Adam se sentía herido, traicionado sin saber porque, pero lo único claro era que tenía ganas de matarla por todas las emociones que ella le hacía sentir. Sin poderse controlar vociferó con el entrecejo fruncido. -¿Con quién diablos hablabas, que no podías esperar a después? -¿Perdón? Era una llamada privada muy importante para mí, señor. Razón por la cual le pedí un momento, disculpe si le importuné, pero creí que usted y su novia se arreglarían y eso me daría tiempo de terminar mi llamada. -¡Que no es mi novia! -Déjeme terminar, señor. Pues con su desplante me tiene lo suficientemente molesta para seguir aguantándole y ya le dije que quiero renunciar o ¿no lo entendió? -Pues eso no lo entiendo, ya le ofrecí disculpas por lo de anoche y creo que con eso basta. Si por la molestia que le hizo pasar Yorelys también me veo en la necesidad de hacerlo, nuevamente me disculpo. -Suficiente, señor Scott, si usted realmente lo siente y quiere que no me vaya le pido. No, le exijo que me respete y no vuelva a propasarse. Mantengamos la fiesta en paz si de verdad quiere que esto funcione. -Está bien -dijo extendiendo la mano, sin quitarse de la mente el siguiente pensamiento. «Pero no te creas que te saldrás con la tuya, no me voy a quedar tan quieto. Haré todo lo posible para que me mires solo a mi» -¿Es un trato? -dijo esperando a sentir la mano de Blue. -Trato señor. Blue nuevamente firmo un trato con el diablo, ese diablo que se volverá el dueño de sus pensamientos...