Drago Montoya es un prestigioso abogado muy reconocido en la ciudad de Manhattan, encargado de llevar casos importantes como defensor de los de su misma especie. Como dueño de un acreditado bufet le resulta imposible hacerse de tiempo para él mismo. Sin embargo, eso no quiere decir que no estuviera esperando de manera impaciente a su luna la cual lleva años sin llegar a su vida. Pero su espera finalmente termina cuando ella aparece de la nada, lastimosamente no de la manera que él esperaba. Este CEO se preocupa por la llegada de su luna ya que ella termina siendo una simple humana; Samanta Felman es una joven huérfana que intenta sobrevivir con la economía de la ciudad, esta chica debe trabajar duro para poder llevar una vida digna. No obstante, no le resulta fácil mantener su actual empleo ya que es la sirvienta de un arsenal de hombres lobos. Sin saberlo esta joven termina trabajando para un lobo y no cualquier lobo, un alpha, quien se empeña en perseguirla a todos lados mientras que ella no entiende por qué. Pero por alguna extraña razón Samanta se debilita cuando está cerca de su jefe y eso le causa confusión. Drago no esperaba que su luna resultará ser una humana, Samanta le parecía muy joven e ingenua y encima de eso débil. Y esto último era el verdadero problema, ya que su socio Otto era de temer. Era otro alpha de un rango más bajo, él si disponía de su tiempo para buscar a su luna con la que procrearía cachorros. Entre los dos se desataría una guerra por el poder, ya que el primer alpha que consiguiera procrear un cachorro con su luna se convertiría por ley en el alpha de todas las manadas y su dominio aumentaría considerablemente.
Ler mais—No he venido aquí para escucharte hablar de esa estupidez de los alphas, lo único verdaderamente importante es que demonios hace un humano en esta casa, ¿Por qué tienes a un escondido? ¿acaso piensas asesinarlo?—Le haré de todo, menos asesinar.Su hermana ensancha la mirada al notar que aquel extraño era importante para su hermano, ¿Qué significaba aquella protección? Mira curiosa a Otto, tomaba alcohol de una manera algo descontrolada, no era propio de él que lo hiciera.El alcohol y los hombres lobos no se llevaban para nada bien, de hecho, los enloquecía totalmente.—Ahora quiero que te largues de mi casa y no vuelvas si no he te invitado, Dariana —el tono de voz de su hermano era pésimo, así que la rubia se pone en pie y camina hacia él.—Sí, ya me voy…Dariana se coloca a espaldas de su hermano y termina por golpearlo en la nuca hasta dejarlo inconsciente en el suelo.—Lo siento, hermano. Es por tu bien que hago esto, no quiero que cometas una locura con ese humano que tienes e
Aquel sujeto gatea sobre su cuerpo apoderándose de cada escape útil para zafarse de él, nota su sonrisa perversa y siente mucho miedo, aquellos ojos brillantes le demostraban que iba muy en serio con su amenaza.La rubia se siente desfallecer en ese instante, pero las gana de quitárselo de encima eran más grande que cualquier otra cosa. Ella no deseaba que aquel idiota la tocase, él no…Samanta emplea de toda su fuerza para quitarse a ese hombre de encima y lo logra, en cuanto se ve libre se baja de la cama quedándose arrinconada en una esquina.—No se atreva a tocarme de nuevo.—Vaya, sí que eres rebelde. No eres tan delicada como aparentas ser—Otto rodea la cama para ir hacia ella —. Creo que me atraes mucho más que antes.—Aléjese.—¿Acaso no sientes nada cuando estoy cerca de ti?Samanta lo mira con el ceño fruncido, piensa que había perdido la razón ese sujeto. ¿Qué clase de pregunta era esa?—¿No es así? —Otto frunce el ceño y se detiene a poca distancia de ella —. ¿No sientes n
Parpadea reiteras veces intentando entender a ese hombre, pero le resultaba imposible. Una parte de ella le temía, pero la otra se sentía muy atraída.—Sientes una fuerte atracción hacia mí y no puedes evitarlo, ¿no es así?—¿Eso que significa?—Que tú y yo estamos destinados para estar juntos.—Pero yo soy una humana y usted es un…—¿Lobo? Si, lo soy…La joven niega llevando su mirada hacia otro lado, mirar los ojos de su jefe la intimidaban muchísimo.—Lo lamento, pero no yo entiendo nada de esto. Y ya debo volver al trabajo o me despedirán —hace amago de ponerse en pie.—Samanta, no quiero que trabajes más en el restaurante —ella lo mira con los ojos muy abiertos.—¿Qué está diciendo? No pienso renunciar, ¿o es que usted me echara?—No haré tal cosa, sin embargo, ya no quiero que trabajes en ese lugar, no deseo que entres más a este edificio.—¿Por qué?Drago no estaba dispuesto a que otro lobo le hiciera daño o peor aún… era muy delicada, debía protegerla de su manada.—Quiero que
—No puedes amenazarme de esa manera, no eres nadie para intentar manejarme a tu antojo Otto.—No me conoces hermanita, puedo quitarte de mi camino si continuas con esa estúpida idea de querer darle cachorros a Drago.Dariana lo mira furiosa, su relación con su hermano no era la mejor del mundo. Otto era irritante y muy dominante, ahora entendía porque no había sido elegido para ser el alpha de la manada.Necesitaba irse con cuidado, le importaba una mierda si ese idiota no aceptaba su relación con Drago, ella deseaba a ese lobo y no a cualquier otro que no era lo suficientemente bueno como para ser su pareja.Dariana se suelta del agarre de su hermano, suaviza su mentón y se mantiene firme ante la mirada asesina de Otto.—Eres un idiota, me tienes harta de tus estúpidas amenazas de mierda.—Sabes cómo me pongo cuando me cabreo, te recomiendo que no cometas estupideces que puedan provocar que yo cometa una locura contra ti.Dariana frunce los labios ante su amenaza, la joven toma su bo
Toda razón la había abandonado por completo, ella se encontraba a merced de su jefe y lo peor de todo es que no entendía por qué.Los besos de su jefe la abrumaron por completo, y aunque no supiera besar intentaba seguirle el paso a ese hombre sobre ella.Drago sujeto una de las muñecas de Samanta pasándola por encima de su cabeza, luego toma la otra y repite lo mismo, pero para ese momento mantiene agarrada ambas muñecas con una de sus manos.Utiliza la otra mano para deslizarla por el costado del cuerpo de su luna mientras que se impregna con su olor. Los besos del CEO descendieron desde sus labios hasta su barbilla y poco a poco fueron descendiendo hasta el cuello de la joven.Comenzó a repartir furtivos besos por su piel ocasionando que los vellos de su cuerpo se ericen. Percibe como Samanta gira el rostro a un lado para que él pudiera besar con toda libertad.Ella estaba a su merced, le correspondía totalmente.Separa un poco su rostro de su piel y aunque la oficina estuviera a o
—Pero…—Márchate ahora —gruñe.Ella guarda silencio y segundos después da la vuelta para salir de la oficina dejando solo a Drago.El CEO continúa mirando hacia la calle sintiéndose verdaderamente frustrado, luego mira por encima de su hombro, observa la charola y frunce el ceño. Nuevamente lleva la vista hacia el cafetín.[…]Samanta ingresa en el restaurante al mismo tiempo que suelta el aliento, se sujeta de una de las sillas para intentar tomar un poco más de aire. Luego parpadea varias veces al recordar lo que paso.—Es un hombre lobo, ese sujeto es un lobo.—¿Quién es un lobo? —ella alza la mirada y es cuando mira al cocinero.—La… ellos son…—Eso no es nuevo para ti, sabes que todos lo son.—Es que el jefe de la…El cocinero la mira con el ceño fruncido.—¡Es nuestro jefe! Eso también deberías de saberlo niña.—¿Qué? —lo mira ceñuda.—Él es el dueño de este restaurante.Era su jefe, ese sujeto era su jefe…¿Cómo era posible?—¿Qué te pasa? ¿Por qué pones esa cara de susto?—No
¿Como era posible que se sintiera de esa manera con un completo extraño?No conocía a ese hombre y él le estaba ordenando que se subiera a su coche y ella en vez de salir huyendo despavorida se sentía como atraída a él. Frunce un poco más el ceño mientras que la lluvia la termina por empapar por completo.—Sube al coche.Drago mira firmemente a su luna, era una chica terca, así que no le quedaba de otra que emplear métodos lobunos contra ella. Era un alpha y ella era su luna, poseía cierto poder y control sobre su amante.Samanta entre abre los labios debido a la incertidumbre, aquello que le estaba pasando no era normal. Jamás se había sentido de esa manera con respecto a un hombre, pero él era tan diferente.Aunque ¿cómo podría saberlo? Jamás había interactuado con uno.Parpadea muchas veces debido a que el agua la hace cerrar los ojos, luego traga saliva al mismo tiempo que Mira hacia todos lados, la calle estaba completamente desolada.—Sube ahora mismo al coche, no me hagas salir
—Pero mi señor, ¿no hay manera de que intente tener hijos con otra mujer?—Créeme que lo pensé, pero es inútil. Mis hijos serán verdaderos alpha si los tengo con mi luna.Drago se pone en pie puesto que ya estaba perdiendo la cabeza con aquel asunto de su luna, tenía tantas cosas en las que pensar y ahora se le sumaba el asunto de su pareja.—¿Y dónde está la chica?—Eso es lo peor de todo, es la camarera, la que trae la comida de la cafetería.Izan se sorprende por su contesta, era una humana y encima de eso débil y pobre.—¿No tiene fortuna?—No tiene nada. Es una simple chica común y corriente, como cualquier otra.—¿Qué piensa hacer entonces?—Vigilarla bien.El CEO no pretendía dejarla ir a fin de cuentas era su luna y no la podía dejar desamparada, sin embargo, se estaba pensando mucho la idea de tener cachorros con ella.¡No podía hacerlo!En eso tocan la puerta y por esta aparece su secretaria.—Señor Montoya, el señor Ot…—Mi querido Drago—un rubio de ojos verdes ingresa en s
Drago parpadea reiteradas veces al entender lo que estaba sucediendo, sus labios se entreabren un poco debido al asombro del descubrimiento.En eso alguien toca la puerta de su oficina ocasionando que su frío corazón se paralizara al instante y segundos después observa la puerta abrirse y es cuando sus ojos se ensanchan enormemente.No se lo podía creer, traga saliva al mismo tiempo que suelta los documentos que tiene en las manos, pero de la nada su secretaria ingresa en su oficina ocasionando que él frunciera el ceño.—¡Señor su comida esta lista! —él mira a su secretaria y no comprende que estaba pasando.¿Por qué su secretaria despedía aquel olor?Era imposible, ella llevaba trabajando para él muchos años, encima de eso era una loba si ella… el CEO niega, no podía ser ella, conocía muy bien su aroma.—¿Qué demonios está pasando?—Disculpe señor.—Tu aroma, es diferente —la mujer ensancha la mirada al escucharlo —. ¿Qué demonios pasó?—Señor…Él la mira de abajo hacia arriba y sigu