capitulo 9. ebrio o despechado
Aquel sujeto gatea sobre su cuerpo apoderándose de cada escape útil para zafarse de él, nota su sonrisa perversa y siente mucho miedo, aquellos ojos brillantes le demostraban que iba muy en serio con su amenaza.
La rubia se siente desfallecer en ese instante, pero las gana de quitárselo de encima eran más grande que cualquier otra cosa. Ella no deseaba que aquel idiota la tocase, él no…
Samanta emplea de toda su fuerza para quitarse a ese hombre de encima y lo logra, en cuanto se ve libre se baja de la cama quedándose arrinconada en una esquina.
—No se atreva a tocarme de nuevo.
—Vaya, sí que eres rebelde. No eres tan delicada como aparentas ser—Otto rodea la cama para ir hacia ella —. Creo que me atraes mucho más que antes.
—Aléjese.
—¿Acaso no sientes nada cuando estoy cerca de ti?
Samanta lo mira con el ceño fruncido, piensa que había perdido la razón ese sujeto. ¿Qué clase de pregunta era esa?
—¿No es así? —Otto frunce el ceño y se detiene a poca distancia de ella —. ¿No sientes n