capitulo 8. destinada para dos alphas
Parpadea reiteras veces intentando entender a ese hombre, pero le resultaba imposible. Una parte de ella le temía, pero la otra se sentía muy atraída.
—Sientes una fuerte atracción hacia mí y no puedes evitarlo, ¿no es así?
—¿Eso que significa?
—Que tú y yo estamos destinados para estar juntos.
—Pero yo soy una humana y usted es un…
—¿Lobo? Si, lo soy…
La joven niega llevando su mirada hacia otro lado, mirar los ojos de su jefe la intimidaban muchísimo.
—Lo lamento, pero no yo entiendo nada de esto. Y ya debo volver al trabajo o me despedirán —hace amago de ponerse en pie.
—Samanta, no quiero que trabajes más en el restaurante —ella lo mira con los ojos muy abiertos.
—¿Qué está diciendo? No pienso renunciar, ¿o es que usted me echara?
—No haré tal cosa, sin embargo, ya no quiero que trabajes en ese lugar, no deseo que entres más a este edificio.
—¿Por qué?
Drago no estaba dispuesto a que otro lobo le hiciera daño o peor aún… era muy delicada, debía protegerla de su manada.
—Quiero que