capitulo 28. cambio de casa
La presión fue algo que no sabía cómo explicar, sentía como si su interior estuviera llenándose. Se aferro al borde de la cama cada vez con más fuerza ya que la presión era mucho más fuerte.
Cierra los ojos y muerde sus labios puesto que no imagino que su primera vez iba a ser de esa manera, pero que podía esperar si estaba teniendo relaciones con un hombre lobo.
—Relájate, o al menos intenta relajarte… será menor doloroso.
—¡Duele! —dice negando —. ¡Duele mucho, Drago! —coloca una mano en su pecho y aprieta, muerde sus labios y su ceño cada vez se frunce más.
—Respira mi luna… respira…
Ella lo oye y por más que trata de tranquilizarse no lo conseguía. Luego siente como Drago prueba sus labios, pasando su lengua al interior de su boca y con aquella unión de sus bocas ella comenzó a olvidar el hecho de que él estaba invadiendo su cuerpo.
Las caricias en su mejilla ayudaron mucho a relajar su cuerpo, podía sentir el tibio aliento de Drago respirar contra su rostro, eso la hizo entre ab