Kelaya y Alejandro, ambos, fueron marcados por la violencia que vive el país. Alejandro es un hombre adinerado, dueño de una industria multinacional de alimentos, el cual un secuestro le quitó a su esposa e hijo por nacer y desde ese día se había convertido en un hombre solitario y malhumorado. Y por una casualidad del destino en una fiesta ellos terminan teniendo relaciones sexuales, sin siquiera conocerse. Producto de su noche de pasión, ella queda embarazada sin saber quién es el padre de su hijo. Después de cinco años se vuelven a encontrar y comienza toda su historia de amor e intriga.
Leer másEn una noche lluviosa un grupo al margen de la ley habían llegado hasta la finca donde Vivían los padres de Kelaya, exigiendo la paga de lo producido de sus propias tierras, pero como doña Susana y don julio se habían negado a darle aquella suma de dinero tan grande que aquellos bandidos le estaban pidiendo, solo para poder dejarlo trabajar en algo que les había costado mucho tener, durante todos esos largos años de su vida.
Ellos se habían negado todas las veces que este grupo habían ido a exigirle que tenían que pagarle un porcentaje de todo lo que ellos producían en aquellas tierras.
Los señores al ver que tenían dos hijas que mantener, las cuales una ya estaba en la universidad estudiando ingeniería agrícola, para así darles mejores oportunidades a sus producidos, mientras Melany estaba terminando la secundaria.
Y la mayoría del dinero que ganaban con sus productos era para darle una mejor educación a sus hijas y el resto los gastaban para poder subsistir, cosa que aquellos hombres armados no entendían, ya que al ver que aquella familia eran los únicos de la región que se habían negado en darles aquel impuesto, habían decidido acabar con sus vidas, así como así, como si esas personas que ellos mataban, fuera un papel de cuaderno que uno arranca porque ya no te sirve y listo.
Con estas muertes, este grupo al margen de la ley denominado los terrícolas, querían sembrar el pánico a todas las personas de esta región, y así que estas personas humildes que solo querían trabajar para poder sacar a sus hijos adelante, nunca más se negarán a pagarles los que ellos les exigían para poder dejarlos trabajar.
Kelaya y Melany se habían salvado porque ambas se encontraban en la Ciudad donde estudiaban, después de que le avisaron de aquella tragedia, ellas no sabían qué hacer con sus vidas de ahora en adelante.
Lo único que Kelaya sabía que no quería volver a vivir en la tierra donde les habían quitado la vida a sus padres y las habían convertido en huérfanas.
Y como ella, que era mayor de edad, había tomado la decisión de vender todo lo que sus padres les habían dejado e iniciar una nueva vida en una ciudad diferente y muy lejos de donde vivían.
Al ubicarse en Medellín no conocían nada, ni a nadie, y les tocó acostumbrarse lo más pronto posible a su nueva vida y hacerse a la idea que en este mundo ellas estaban solas y solo se tenían la una a la otra.
Con el dinero que le habían dado por las ventas de las tierras de sus padres, Kelaya tenía algo muy claro para hacer con ese dinero, ya que su madre siempre le decía que después de que uno tuviera un techo propio donde vivir lo demás era más fácil de conseguir y una vez le dijo que si alguna vez ellos ya no estuvieran más en este mundo y ellas no quisieran vivir en esas tierras que las vendieran.
Era algo así como si ella presintiera su propia muerte, ya que esto se lo había dicho semanas antes de que los mataran, lo primero que tenía que hacer, era ver la forma de comprar su vivienda propia.
Kelaya con estos pensamientos en mente, cuando llegaron a Medellín comenzó su búsqueda de apartamentos en ventas, pero todos eran demasiado caros en la zona que ella quería comprar, los únicos apartamentos económicos que les ofrecían eran en zonas muy peligrosas.
Luego de pensarlo mucho decidió invertir todo lo que tenían comprando un apartamento en una zona de estrato medio, porque era para lo único que les había alcanzado y ella no quería meter a su hermana en lugares peligrosos donde les podían pasar lo mismo que a sus padres.
Lo primero que ella hizo después de haber gastado todo el dinero en su nuevo apartamento, fue buscar un empleo para así poder solventar con los otros gastos de la casa y también poder pagar la colegiatura de su hermana.
Después de muchos intentos buscando empleo logró conseguir uno y todo era gracias a que podía hablar el idioma inglés muy bien, ella en ese momento les agradeció a sus padres por haberle pagado la mejor educación, porque gracia a esto había podido aprender inglés.
Luego de haber conseguido un empleo donde le pagaban el salario mínimo, volvió a su casa donde la esperaba su hermana menor y le contó muy alegre que ya había conseguido un empleo como recepcionista de un hotel.
Melany, feliz por esta gran noticia, la abrazó y le dijo que bueno hermana, porque ya no nos queda nada más para comer.
Kelaya la interrumpió y le dijo si eso ya lo sé, pero con este empleo que conseguí podemos seguir pagando tu colegiatura y los gastos de la casa, lo de la comida lo tenemos que solucionarlo ahora mismo, ya que a mí no me pagan hasta que se termine el mes.
Pero Melany, que era una jovencita muy sensata, se había dado cuenta de que ya no podía seguir estudiando en un colegio privado.
Así que le dijo a su hermana que de ahora en adelante ella quería estudiar en un colegio público y así les quedara más dinero y ella también pudiera estudiar en las noches en la universidad.
Kelaya al principio no quería, ya que sus padres se habían esforzado mucho para que ambas tuvieran la mejor educación y ella quería eso para su hermana menor, aunque los estudios de ella se tuvieran que retrasar un poco por ahora.
Después de haber hablado con su hermana, las dos estuvieron de acuerdo en que ambas seguirían estudiando en entidades públicas, Luego se quitó los pendientes de sus orejas y le dijo toma, ve y empeñas esto y compras algo para que podamos comer hasta que me llegue mi pago.
Melany le dijo, pero Kelaya, este fue el último regalo que te dio nuestra madre como lo vas a empeñar, así como así.
Kelaya le respondió, ya sé que esto fue el último regalo de cumpleaños que me dio nuestra madre, pero peor es que nos muramos de hambre, ¿cierto?
Luego le dijo no te preocupes que cuando me paguen lo sacaremos y listo, ella estuvo de acuerdo y se fue corriendo a ver por cuanto se lo podían empeñar para así poder comprar algo de alimento.
Un mes después, Kelaya, se fue a la universidad a presentar las pruebas para su ingreso a la educación superior, pero esta vez ella había decidido cambiar su carrera y estudiar una Licenciatura en Lenguas extranjeras con énfasis en inglés y francés.
Ya que se había dado cuenta de que saber otros idiomas era muy importante y además la otra carrera la había decidido estudiar para poder ayudar a sus padres.
Después de haber ingresado a la universidad con el puntaje más alto, había hablado con su jefe para decirle que dejaría el trabajo, y le tocaba buscar otro empleo que solo le tocara trabajar en el día, ya que en la noche no podía porque iba a ingresar a estudiar y como ahí eran turnos rotativos no podía seguir trabajando, pero que le agradecía por la oportunidad que le había dado al contratarla sin tener ninguna experiencia.
Su jefe inmediato le dijo que no había necesidad de renunciar, puesto que a las personas que se querían capacitar se le otorgaría ese permiso.
Ese fue el momento desde que murieron sus padres que ella dijo que Dios todavía no se había olvidado de ella, ya que conseguir otro empleo le sería muy difícil, por la tasa de desempleo en aquella ciudad.
Luego él le dijo que le trajera una carta de la universidad donde le certificaran que en efecto estuviera estudiando, para poderle cuadrar los turnos, y que estos fueran solo en el día, ella muy feliz se fue a la universidad, para luego volver y entregarle a su jefe todo lo que le había pedido antes.
Al regresar a su casa con su primer sueldo hizo un pequeño mercado y le compro los uniformes nuevos y los útiles escolares a su hermana, porque ya tenía dos semanas que había entrado a su nuevo colegio y todavía se seguía yendo con ropa porque no habían tenido dinero para comprarle el uniforme aún.
Después de haber hecho todo esto llegó a su apartamento donde su hermana ya la estaba esperando con la comida hecha, lo cual era lo mismo que comían desde hace una semana porque se habían quedado sin dinero para comer y les tocaba casi todos los días comer granos que eran lo más barato que encontraron para subsistir por esos días, hasta que a Kelaya le pagaran su primer sueldo.
Cuatro meses después de haber regresado al país había nacido la pequeña Susan, la cual era la adoración de toda la familia San Miguel, puesto que era la niña que siempre habían querido en esa familia, porque siempre nacían puros hombres en aquella familia.Pero esta vez fue una hermosa y saludable niña y era el tesoro para todos en esa casa, y no era mentira, ya que el pequeño Alejandro se peleaba a cada rato con su abuelo por cargar a su hermanita, tanto así que sus amadas búsqueda de tesoro ya no era su pasatiempo favorito.Doña Elsa era otra que prácticamente se mudó de habitación, y solo era por estar siempre con su pequeña y amada nieta.Kelaya solo miraba estas peleas entre nieto y abuelos y solo se reía de ellos, pero nunca les ganaban a Alejandro que apenas llegaba de su trabajo, le quitaba a su hija y dejaba a estos dos peleando por nada.Kelaya en ese momento le dio gracias a la vida, a Dios y a sus padres por haberle dado una familia como la suya, ya que se sentía que tenía
Lucifer era otro al que no le había ido nada bien, ya que lo tuvieron como un año encerrado, eso pensaba él, puesto que estaba oscuro, y nunca sabía si era de día o de noche, solo que cada vez que lo despertaban era para darles golpes y las tortura al día siguiente eran cada día peor.Y era otro que pedía que lo mataran de una vez por todas, pero no lo dejaban morir, en ese momento se arrepintió de haberse metido con Alejandro.Nunca se imaginó que este hombre que se veía tan pacífico en el exterior, tuviera tanta sed de venganza por dentro, solo le quedaba seguir respirando y esperar que castigo tendría preparado el Oscuro para él al siguiente día.Puesto que solo había visto a Alejandro el primer día y de ahí para allá nunca más volvió a verlo por ahí, ese día antes de irse lo escuchó que le decía al Oscuro que no lo quería muerto, solo sufriendo y después de eso que se lo entregara a las autoridades y ahora si pagar su condena en prisión. Sin embargo, se preguntaba cuándo sería eso
Alejandro se sentó en una silla en frente de ellos y cruzó sus piernas, mientras comenzaba a contarle todo sobre los fantasmas que Carolina veía y se reía al verle la cara de sorpresa que esta había puesto ahora mismo.Carolina no podía creer que todo esto no era producto de su imaginación, y aquellos fantasmas de las personas que había matado, eran producidos por Alejandro, por el hombre que ella amaba con toda su alma y todo esto lo había hecho para tenerlo entre sus brazos.Pensando en esto, le preguntó, ¿qué te hice yo?, para que me hicieras pasar por ese infierno todo este tiempo.Alejandro no podía creer esto y se preguntaba: cómo era posible que aquella mujer había olvidado todo lo que le había hecho tan rápido y lo fácil que era para las personas que cometen tanto daño, olvidarse de esto en un cerrar y abrir de ojos, acaso ella no recordaba todo lo que había hecho. ¿Tenía que ser una broma, cierto?En ese momento solo dijo: parece que se te olvidó todo lo que has hecho desde q
Kelaya apenas abrió la puerta, estaba a punto de salir corriendo, se había chocado con un hombre alto vestido de negro, impidiéndole así el paso.Como se había chocado con este tipo en la salida, su nariz comenzó a dolerle, ella solo lo maldijo una y otra vez, mientras pensaba que hasta aquí le había llegado su suerte, pero al mismo instante que había pensado en esto unos poderosos brazos la abrazaron con fuerza.Y al oler ese aroma único, se dio cuenta de que este hombre no era otro que su amado esposo.Ella también lo abrazó, mientras decía por qué te demoraste tanto en venir por mí.Después de aquel abrazo, Alejandro se apartó de ella, para buscarle si tenía alguna herida en su cuerpo, y al ver que estaba bien le dijo: Perdóname, cariño, solo que se me presentó un problema en el camino.Luego miró aquel hombre en el piso y volvió a mirar a su esposa, mientras decía no me digas que tú sola acabaste con Lucifer.No tuve otra opción, puesto que te estabas demorando mucho y quería esta
Lucifer siguió hablando y le dijo: creo que me entiendes, ya que tú también tienes una hermana menor y le has dado todo lo que has podido, así que yo solo le quise cumplir sus deseos y le traje a esa mujer delante de ella, para que hiciera lo que más le apeteciera.Pero quien iba a pensar que mi hermanita le tuviera tanto odio que apenas la miró, le dio unas cuantas cachetadas, para luego dispararle sin ninguna compasión alguna.Kelaya se sintió un poco mareada y con muchas ganas de vomitar en ese instante al escuchar a este hombre relatar lo que en verdad le había sucedido a Celeste y no podía pensar que Carolina fuera así de malvada, y se preguntaba ¿cómo Carolina fue capaz de dispararle a una mujer desprotegida y en estado de embarazo?En ese momento solo esperaba que este par de hermanos pagarán por todo el mal que habían causado lo más pronto posible y pensando en esto no había averiguado cuál era el verdadero nombre de Carolina, así que sacó fuerza de donde no la tenía y lo volv
En ese instante Lucifer volvió a llamar, Alejandro solo le hizo seña para que le tapara la boca a Carolina y contestó su teléfono, pero esta vez no lo dejó hablar primero, ya que le dijo, bueno, puesto que estamos negociando con nuestros seres queridos te tengo una sorpresa y puso su teléfono en altavoz acercándose a Carolina.Mientras le decía habla, Miguel de inmediato le quitó su mano de la boca, para que Carolina hablara, pero esta no quería decir nada.Miguel, que la tenía agarrada de la nuca y ya no la soportaba más, solo le halo el cabello con fuerza y ahí fue que ella comenzó a gritar como la loca desquiciada que era.Y ese grito le era suficiente para Alejandro, ya que dijo, bueno, te tengo un trato más interesante, me entregas a mi esposa y yo te entrego a tu hermana, no que se quieren mucho, ahí está, tu malvada hermana, por mi mujerSinceramente, esto nunca se lo llegó a imaginar Lucifer, que Alejandro ya supiera la verdad de quien era Carolina en realidad, y se dijo que p
Último capítulo