Elizabeth Sanders, una mujer con un carácter simpático cuando lo requiere. Es capaz de hacer todo por su familia y eso conlleva el tener que viajar a París. Intenta convencerse de no caer en tentación. Un viaje lleva empacado: un corazón intacto, no amar en el proceso o... ¿simplemente dejarse llevar? Maxin Cooper, hombre arrogante que solo está centrado en su empresa. Para él no es suficiente cuando imagina obscenidades con su nueva socia. Un corazón en proceso para ser restaurado ¿puede ser otra vez dañado?
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Continuamente revisaba mi celular, mientras divagaba en varias publicaciones que a diario observaba. Me ajusté en el sillón en tanto esperaba que mis padres se organizarán en la mesa para poder cenar. —¡Elizabeth, ya está colocada la mesa!— corrí escaleras abajo ante el llamado de mi madre. —Beth, en esta cena de hoy que quiero creer que no va ser la última de muchas aún así, te vamos a pedir un pequeño favor.—Con sólo mirar los ojos de mi padre ya estaba segura para asentir a ello. —Los voy ayudar hasta donde tenga la capacidad.—trague fuerte porque en efecto, no tenía nada que refutar. En conclusión, les tengo que agradecer todo lo que llevaron a cabo por mi en estos largos y tortuosos años. Mi madre toma la iniciativa de hablar. —Requerimos que viajes a París con prontitud. Las vídeoconferencias no están elevando la calidad de los impuestos. Créeme que nosotros podríamos ir allá, pero como te has enterado tenemos pendientes aquí mucho más graves.— expresa desanimada. Los dos enfocan sus ojos en mi, esperando por una respuesta que sin dudar acepto. —Intentare todo lo que este a mi alcance para que estos lleguen al porcentaje que merecen. No prometo nada ahora mismo.— menciono por último. Me toman de las manos cada uno y comenzamos a degustar la pasta que es mi preferida, especialmente si es con queso parmesano. —No, ve a descansar, ya mañana en la tarde tienes que marcharte y es mejor que ahorres horas de descanso.—abandono los platos en la mesa y les doy un beso en la frente antes de retirarme e irme a dormir. A manera que toco mi maravillosa y suave cama me quedo rendida. El reloj de mi pared me hace levantar con el pitido y a la misma vez comienzan a tocar la puerta, así que con todas mis fuerzas logro llegar a ella. —Señorita, lamento despertarla. Sus padres se tuvieron que ir, pero me dejaron pendiente de que usted ya esté arreglada para ayudarla a empacar su maleta. —Gracias, Leja. Dame 5 minutos y ya bajo. Me desperezo de mala gana, odio levantarme temprano y a la vez tarde. En conclusión: siempre tengo sueño. Trato de hacer todo lo posible que es un baño, cepillarme y maquillarme, en este último procuro no hacerlo exagerado. Rápidamente salgo y ya tengo el almuerzo servido en la mesa. No sé que haría sin Leja y Harry los adoro. A fuerzas paso la comida con jugo de pera. —Ya terminé de empacar sus cosas personales. Los señores acaban de avisar que la esperan en el aeropuerto. Tenga usted un bonito viaje.—le doy las gracias dándole un abrazo lleno de simpatía. —No tan formal porque estoy segura de que pronto nos veremos otra vez.—le contesto a lo que ríe con mi respuesta. Subo la última maleta que queda a la cajuela y el conductor personal de papá me lleva al aeropuerto. El recorrido dura quince minutos y por fin llegamos. Con prisa bajo y corro hasta que logro hallarlos en la fila que supongo es de mi tiquete. —Pense que no llegarías. Por favor cuídate mucho, te realizaremos videollamadas para que nos informes del estado actual de la empresa y sobre todo saber de ti. Si llegas a solicitar alguna cosa comunicanos volaremos enseguida. Te queremos, hija.—abrazo a papá lo más fuerte que puedo y dándole un adiós a mi mamá a una distancia prudente debido a que el acercamiento no le gusta. —¡El avión 115 con destino a Paris está por despegar, por favor, los pasajeros ingresando para abordar!—la bocina resalta en el pasillo. Los despido, giro tomando el equipaje rumbo en dirección al avión que sin pensarlo a partir de hoy cambiaría mi vida rotundamente. ********************************************* BIENVENIDOS CORAZONES LINDOS, ESPERO LES GUSTE Y LO DISFRUTEN TANTO COMO YO AL ESCRIBIRLO.💗 ACTUALIZACIONES LOS DOMINGOS.ElizabethLos aplausos no tardan en llegar después del inquietante silencio que abarcó todo el espacio.Cada presente les felicita, en tanto otros se encuentran procesando la noticia, en este caso sería el hermano de Maxin que busca una explicación contundente en su mirada y no logra hallar respuesta alguna.La intriga me carcome, quiero acercarme y asfixiarlo. El disgusto de Maya lo puedo descifrar a millas de distancia, creo que cualquier otra persona puede distinguirlo y no solo yo.Todos han terminado con sus cumplidos, Tanger lo hace, no de la mejor manera solo lo felicita a lo desagradable finalizando con una palmada en su hombro murmurando a lo bajo. Si tengo que darle fin a esto lo haré de la mejor forma, así que me apresuro a la cocina encontrándome con Rebecca. De inmediato se gira.Con la garganta irritada y el alma en un hilo le expreso mis cálidas palabras—Felicidades...Tenia que tener el valor y la capacidad para completarlo. No hay rencor u odio de mi parte hacia ella
UNA FECHA PROPUESTAElizabeth.Le solicito a Rafael la carpeta, está vez sobre la información de la clínica de apoyo para mi madre en Canadá. Es más conveniente que permanezca a mi lado, así puedo tenerla en supervisión previendo riesgos. Una de tantas decisiones que inclusive analizarla fue complicada para mí.El respaldo incondicional que me ofrecerá en tanto se reanima me será reconfortante.Acerca de mi padre, él se instalará aquí en París hasta el tiempo en que yo decida retornar. No es mucho lo que tengo que aclarar, sin embargo, no es capaz de dejar los negocios como si fueran avanzar por sí solos, mucho menos a cargo del padre de Maxin que hipócritamente no era el prototipo de persona honesta que consideraba. Lo idealizé de una forma única.Asegurando el archivo bajo mi brazo, visualizo a mi madre salir de la habitación con un moño largo que le llega más abajo de sus hombros. Su cabello ondulado luce extravagancia, porte y lumines junto al vestido azul
Maxin—¿Qué se te ofrece, Rocío?Detengo los papeles a medio camino esperando por su contestación que llega en un suspiro frustrado sin razón alguna. Si ella misma no se soporta...—La señora Rebecca esta esperando en recepción—avisa—, no le he dado paso, ya que la señorita Eli...—Dile que pase.Bastante paciencia, demasiada diría yo para seguir viviendo en la misma mierda todos los días. Ella no necesita vacaciones, lo que debería hacer es largarse por años, que desaparezca de una maldita vez.Replico insaciables veces, tomo el teléfono de la oficina con intenciones de llamar, pero oigo cuando tocan la puerta.No sé que quiere.«Canadá, Canadá».La puerta vuelve a sonar más fuerte.—¡Puedes pasar!—grito frustrado.Hace acto de presencia, saca un pequeño empaque con comida china. El olor intenso abunda en mi espacio de trabajo con un toque de jugo de cereza que es más accesible para ingerir a lo primero siendo nada apetecible.—Tu madre no pudo venir conmigo, entonces estoy aquí,—con
Elizabeth—El primer paso siempre lo empiezo yo.—declara firme.—Puedes estar alerta a nuestro entorno. Justo a él lo tengo en carpeta bajo recopilación de datos. Si él intenta hacer algo más que proporcionar a la empresa, no podrá.Aclaro mi garganta.—¿Realmente crees tener todo bajo control, Cooper?Oigo momentáneamente su respiración a través del celular. Logré hacerlo enojar, ya que no contesta solo permanece un silencio tormentoso en la línea. Hacerlo dudar de sí mismo es divertido.Tome la iniciativa de llamar tan pronto como me preparé. El caso de Zaback me ha dejado ansiosa, el inicio de una duda que no para de corroer en mi cabeza en proximidad al tema de mi madre. —Ve de inmediato a la empresa, necesito estar al día contigo.—reitera cambiando por completo la conversación.Imagino lo obstinado que debe encontrarse, no respondió en cuanto a mi pregunta, se limitó a saltarla.Ruedo los ojos cansada.—Nos vemos.Una vez cuelgo, mi guardaespaldas se dedica a posicionar el gps en
Elizabeth —Me parece insensato que creas que toda la vida seré tu otra opción y no, no es así. Que te quede claro que nada lo conseguirás fácil. Si te casas, adelante...—dejo caer las palabras que no me permiten el acceso a respirar, así que me levanto para voltear y tragar fuerte—No te juzgare, no te reclamaré, pero me daré a respetar y eso vale más que las palabras con relleno. Cásate, haz lo que quieras, no tienes que dar explicaciones, al fin y al cabo somos socios nada más.«No lo hagas, no te alejes».«Por favor».No puedo pedirte que te quedes, por ende tampoco estoy conforme en que lo intentes...Unas manos heladas y con leve temblor se situan en mi cara. Reacciono al notar la fina vena que sobresale en su frente. Retrocedo intentando quedar a una distancia prudente para ambos, distancia que cada vez me lastima más...Realmente estoy destinada a dejar ir a las personas, mi vida se basa despedida tras otra, y duele.—Elizabeth...—la voz le falla al hablar. Nunca pensé que suce
MayaSeis días después.Número desconocido:En el apartamento a las seis. Si no te presentas a esta hora establecida y puntual pasaremos por tí, debes considerar que la actitud de nosotros es decisión tuya.Mal nacidos.Es evidente que harán todo lo posible para contactarme, así los tenga bloqueados de las redes o de mi vida, son unos putos mafiosos que esperaba, ¿seres amables? ¿príncipes azules? No, realmente anhelo este juego del gato y el ratón lleno de controversias, caos, deseo...Me muevo incómoda en mi lugar de trabajo analizando las miles de formas en la cuál sería está vez mi castigo por desaparecer seis días consecutivos sin explicación alguna. Recobro la conciencia del trance insólito que me deja pensar más allá de lo que no quiero y ser interrumpida por Rocío tropezando con montones de carpetas en el suelo. Maxin llega de seguido con el semblante de pocos amigos.—Levántate tenemos una videoconferencia en menos de media hora.—se apresura a decirme revisando el reloj en mi
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