Maya
SEIS AÑOS DESPUÉS
Obtuve lo que siempre anhelaba para mi futuro: Una familia construida por mí, ser estable, y tener a las personas adecuadas en este recorrido que me ayudó a aprender de los errores; errores que yo misma me atreví a borrar de mi vida para que no volvieran a surgir.
Ahora no solo soy yo, por lo tanto si ejecuto una falta implica en ella cuatro personas maravillosas que cada día lo complementan estando en el jardín, en las habitaciones o fuera de las instalaciones de la casa.
Marcos, Luca y mis hijos.
—¡Grace, Gian, smettila di correre adesso!—«¡Grace, Gian, ya paren de correr!» Los pequeños pasos llegan con energía a mí riéndose a carcajadas, ambos se echan en el césped con esperanza de que sus padres no vengan detrás de ellos.
Luca tira de un brazo a Gian haciéndole cosquillas que me confirman la felicidad eufórica con la cual amaneció el día de hoy. Igualmente con Grace cuando Marcos la lleva cargada en forma de caballo en su cuello.
—Fiore, si deseas pod