Había perdido toda esperanza de que la mujer de la que llevaba toda mi vida enamorado fuera mía, y menos después de decirme que estaba embarazada de otro. Pero entonces la vida me ha dado otra oportunidad de conquistarla, y ahora tengo nueve meses para convencerla de que soy el hombre de su vida. Somos amigos desde la guardería, y espero que pronto seamos algo más. Ella es el amor de mi vida, y sé que puedo llegar a ser el suyo también. Haré lo que haga falta para conquistarla.
Leer másANOCHE ACABÉ A LAS TANTAS, y ahora tengo un dolor de cabeza que no me ha dejado dormir.
Me tomo dos aspirinas con un gran vaso de agua para tragarlas, y me pregunto por qué le dije que sí a Jackson. Me pidió que le cambiara el turno y esta semana voy a trabajar cinco días en lugar de los cuatro que hago normalmente, pero lo que si me compensa es saber que tendré un incentivo de quinientos pavos de más.Trabajo como Stripper en un club de El Soho, y aunque las propinas son del setenta por ciento, aguantar a todas esas locas a veces me hacen replantearme por qué aún sigo trabajando de esto. Empecé para pagarme los estudios, pero ahora este negocio forma parte de quién soy, no creo que sepa hacer otra cosa a estas alturas.
Unos golpes en la puerta me retumban en la cabeza, pero quien sea que hay detrás no le importa si estoy cansado o me duele la cabeza, porque golpea mi puerta como si quisiera echarla abajo.—Vamos abre la puerta. Sé que estás ahí, hoy es jueves —grita Meghan y por el tono de su voz sé que está llorando.
Me pongo algo de ropa ya que suelo dormir sin ella, estoy acostumbrado a estar desnudo casi todo el día y me siento más cómodo así, sobre todo en mi casa.
—¿Qué pasa, pequeña? —le pregunto al abrir la puerta. Ella se echa a mis brazos sollozando y me abraza fuerte.
Si no fuera porque está llorando y es mi mejor amiga, aprovecharía este momento para intentar meterle mano. Llevo enamorado de esta mujer desde el jardín de infancia, y por más que me repita que lo nuestro es imposible, no puedo salir corriendo y dejarla tirada cuando parece que más me necesita.
—Mi vida a terminado, no sé qué voy a hacer ahora Josh —me dice y se deja caer en el sofá cuando se aparta de mí.
—Haber, no creo que sea para tanto.—Estás muy equivocado, amigo, es un desastre, y de los gordos —sus sollozos son de pena—. Josh necesito que me digas que hacer.
—¿Yo? No sé que es, pero me temo que yo no soy el mejor dando consejos, por qué no empiezas por contarme que te preocupa.
Coge aire, y por como entierra sus manos en la cara, sé que lo que me va a decir a continuación cambiará no solo su vida, sino también la mía.
—Esto... estoy... estoy embarazada, Josh —me suelta y vuelve a empezar a llorar con más ganas.
—Vamos no me jodas. ¿Es una bromita de las tuyas? Dime que sí.
Niega con la cabeza y se tumba boca abajo en el sofá. Oigo sus gemidos y su llanto de forma ahogada incluso estando boca abajo, aunque los cojines amortiguan el sonido.
Mi cabeza da vueltas, mis pensamientos se agolpan uno detrás de otro y mi corazón apenas tiene latido por su confesión. De todas las locuras que podía contarme, esta es sin duda la que menos me esperaba.
Meghan es un pozo sin fondo de problemas, su vida es de todo menos normal, si hubiera un premio a la cabeza más loca, ella se llevaría todos los premios gordos.
—¿Josh? Di algo por favor —me dice, y por como lo ha dicho seguramente lleva bastantes minutos intentando llamar mi atención.
—¿Enhorabuena?
—No, todo menos eso. ¿Crees que estaría aquí llorando a moco tendido si fuera una buena noticia?
—¡Joder Meghan! ¿En serio? Tú solita te metes en cada lío.
«Si me dejaras a mí cuidar de ti, esto no habría pasado, al menos no tan pronto», me digo, pero por supuesto no voy a decírselo a ella.
La miro un segundo y la atraigo hacia mi pecho, la abrazo con fuerza demostrándole que no voy a dejarla sola en esto. No podría aunque quisiera.
—Lo siento pequeña, de verdad que lo lamento mucho. ¿El padre lo sabe?
—Sí, por eso estoy aquí —dice sorbiéndose los mocos—. Me ha dicho que no es suyo y que no piensa cargar con un bastardo.
—¡Hijo de puta! —grito y me pongo de pie de un salto.
Doy vueltas por la sala, estoy muy cabreado. Sabía que ese cabrón era un malnacido por estar con ella mientras estaba casado, pero esto ya es lo último. Voy a ir hasta su casa y le partiré las piernas, y luego haré que se ahogue con su propia sangre.
—¡Voy a matarlo!
Meghan me coge de la mano y me calmo enseguida. Es la única que consigue que mi odio se convierta en amor en cuestión de segundos. La miro desde arriba y mis ojos se convierten en los de un gilipollas enamorado, ¿como es posible que la quiera tanto y no sea capaz de decírselo de una vez por todas y acabar con esto?
—Josh, te necesito en esto, no puedo hacerlo yo sola —me dice y sus ojos se llenan de nuevo de lágrimas.
—¿Qué quieres decir? ¿Vas a tener el hijo de ese...? —no termino la frase al ver como me mira.
—Sí, por supuesto, él no lo quiere pero yo sí. Aunque me haya dicho que me deshaga de esta "cosa", yo no puedo, es mi hijo —me dice tocándose la barriga.
Su hijo. Esperaba que algún día fuera nuestro, pero me tendré que conformar con cuidar del hijo de otro. Porque una cosa está clara, no voy a dejarla sola.
—Tranquila pequeña, yo estaré contigo decidas lo que decidas.
—Gracias, sabía que podía contar contigo. Tengo miedo Josh, estoy aterrada —me confiesa.
—Me lo imagino, lo estoy yo y no soy el padre.
Se ríe y me contagia. Al menos he conseguido que deje de llorar.
Una cosa me agrada de todo esto, y es que por fin se ha desecho de ese mamón. Solo de pensar en todas las veces que ese desgraciado le ha puesto las manos encima, le colgaría del palo más alto, pero eso se acabó.
Ahora lo único que tengo que hacer es lograr que se enamore de mí, y me deje formar parte activa en la vida de ese niño.SEIS MESES DESPUÉS...Los invitados esperan a que empiece el enlace sentados en sus respectivos asientos.Jarod está sobre su tía, y no deja de mover los brazos intentando llamar su atención. Y a su lado está Thomas, el tito Tom que mira a su mujer y no puede controlarse mientras pone cara de panoli, seguramente soñando despierto con tener su propia familia.Sé que los dos lo han hablado, y que él está deseando ser padre, pero me temo que Lola aún no está preparada.Al menos eso es lo que creo por como rehuye el tema cada vez que yo lo saco.Luego está Mark, sentado al final de la iglesia, parece que eso de las bodas le da grima. Después de conocerlo mejor, me di cuenta de qué era un tío de puta madre, y no solo lo digo porque se hizo cargo del caso de Freddy, y lo metió entre rejas, sino que además es un buen tipo, amable, gentil, respetuoso, y con u
SU MIRADA ESTÁ LLENA DE ODIO.—Eso nunca, cariño —escupe mientras nos apunta—. Prefiero que desparezcáis los dos, a veros juntos.Alzo la vista y veo al tipo del hospital —Mark creo que se llamaba—, este coge del brazo a Freddy y se lo retuerce haciendo un ruido horrible, creo que se lo ha roto.Le pone la rodilla en la espalda una vez lo tiene en el suelo, y lo inmoviliza.—¿Estáis bien? —nos pregunta mirándonos de pies a cabeza.—Sí, gracias.Suelto a Meghan que intenta soltarse de mí, la tenía tan fuertemente agarrada a la pobre que apenas la dejaba moverse.Pero es que he tenido mucho miedo de que nuestra historia se terminara a manos de un psicópata.Freddy va a pagar por lo que ha hecho.—¿Estás bien, cariño? —le pregunto a mi chica que se ha quedado muda.No responde, y tengo que zarandearla un poco para que
LA MEJILLA ME ARDE. El maldito hijo de puta me ha girado la cara de un bofetón, pero lejos de asustarme, lo miro con rabia y le escupo en la cara.Se limpia con la manga de su camisa y se pone de pie.Su mirada me dice que voy a pagar por eso, y por un momento me arrepiento de lo que he hecho.—No importa —dice y se limpia la cara con un pañuelo de papel, luego se gira hacia mí y sonríe.¿De que se ríe?—Me gusta tu carácter, eres una luchadora. Pero yo soy más testarudo que tú, cariño, y haré que vuelvas a enamorarte de mí.—¿Que vas a hacer?—Lo primero, conseguir algo de dinero. Esa zorra de Andrea se ha quedado con todo —escupe—. Había olvidado que su familia es jodidamente rica, y me han dejado sin nada.—Freddy, no tienes por qué hacer esto.—Tranquila, cariño, todo saldrá bien.Se agacha a
ME DESPIERTO CON UN TERRIBLE DOLOR DE CABEZA, no sé qué ha pasado pero lo primero que veo es a Meghan de la mano de Freddy saliendo por la puerta de nuestra casa.La llamo, pero ya se ha ido.¿Que cojones está pasando? Lo último que recuerdo es estar apunto de hacer el amor con mi mujer, y ahora esto, ¿es una pesadilla?Estoy atado a una de las sillas de la sala de estar, con la camisa manchada de sangre y un golpe en la cabeza. Me duelen las costillas, como si alguien me hubiera golpeado en ellas, y cuando miro a estas, más sangre, deben de habérseme abierto los puntos, y duelen como el demonio.Pero sinceramente eso ahora no me importa, lo único que quiero saber es donde se ha llevado a Meghan, es imposible que ella se haya ido con él por decisión propia, seguramente la ha amenazado con hacerme daño.Intento soltarme pero la cuerda está fuertemente atada. Grito pidiendo auxilio, pero no
—ME ESTOY ENFRIANDO, ¿vas a tardar mucho? —le pregunto a mi chico, pero no responde.Está en silencio, le oigo moverse por la casa pero no me contesta, ¿que estará haciendo?—¿Josh? Venga, ¿está es tu manera de torturarme? —me burlo—. Se me ocurren un par de cosas que podrían mejorarlo.No dice nada, empiezo a sentirme incómoda, esto no es normal en Josh.Intento sin éxito quitarme la tela de la cabeza, luego pruebo a soltarme de la cinta que ata mis muñecas, pero tampoco consigo soltarme.—Esto no tiene gracia, Josh.—Lo siento, pero ese cavernícola no puede atenderte en estos momentos.—¿Freddy?¡Joder! ¿Esto no va a acabar nunca?—¿Que haces en mi casa? ¿Dónde está Josh?Siento unas manos en mis muslos, y como estas van subiendo más arriba hasta detenerse junto a mi sexo sin llagar a tocarlo. Me repugna imaginar
LOS DÍAS PASAN RÁPIDO, no ha habido noticias de Freddy, y es como si se lo hubiera tragado la tierra, pero algo me dice que está ahí fuera, acechándonos.Estuve una semana en el hospital ingresado, y aunque querían que me quedara un poco más para asegurarse de que todo estaba perfectamente, dije que ni hablar, que si me encontraba mal o los puntos se abrían, que volvería, pero por suerte no ha hecho falta, y toco madera.Necesito estar cerca de mi familia, y en el hospital no puedo cuidar de esta.—Andrew gracias por todo —le digo a mi jefe.Corrió con los gastos del hospital, según él porque fue en horario de trabajo, aunque no fue exactamente así, pero acababa de salir de este cuando ocurrió, y se empeñó en hacerse cargo de la factura. Y no quise discutirle. No sabéis el mal genio que gasta el tipo.—No hay de que, y recuerda que estás de baja, no quiero verte por aquí en unos meses.
Último capítulo