La Deuda Prohibida del Don
El Don de la familia Falcón fue asesinado por una familia rival, dejando atrás a Livia, su esposa viuda.
Su hermano menor, mi esposo, Cayo Falcón, tomó su lugar como Don.
Sin embargo, con el título también vino una obligación: asegurar la línea de sangre de los Falcón, engendrando un hijo con la viuda de su hermano.
—Alicia ha demostrado ser estéril durante años, ahora le toca a Livia hacer lo que ella no pudo. La familia Falcón no puede quedarse sin un heredero. —La voz de la Madre destilaba desprecio.
Cayo me sostuvo entre sus brazos, susurrándome promesas. —En cuanto Livia quede embarazada, no volveré a tocarla, te lo juro.
—Alicia, tú eres la única mujer que amo.
Ya habían pasado tres meses y no ha pisado nuestra habitación.
Después de que me ignoró frente a todos, eligiendo a Livia una y otra vez, terminé por irme. Me llevé lo que era mío y solo dejé una cosa atrás: una prueba de ADN.
Fue mi regalo final para Cayo.