Ethan Muller, tiene una deuda que saldar con un peligroso acreedor que no está dispuesto a esperar más, exige el pago inmediato, él no tiene dinero, pero tiene dos hijas; Amaia y Aimara, está dispuesto a todo para conservar su vida, hasta a usar a alguna de sus hija como moneda de pago. La vida, a cambio de una hija. Nikolay Kozlov, el León Ruso ó la bestia, como quieras llamarle, es conocido como un importante hombre de negocios, el cual tiene inversiones al rededor del mundo, quiere herederos para su imperio, pero para eso primero necesita una esposa, pero no una esposa cualquiera, necesita a una mujer fuerte, decidida, luchadora, determinada, de sangre fría, una esposa que esté a la altura del titulo, una esposa que sea igual a él, es por ello que está dispuesto a negociar con Ethan Muller, quién para su fortuna o desgracia, tiene dos hijas. Él no deja deuda sin saldar, ni deudor desconocido, así que la vida de la familia Müller es como una carta abierta para él. Aimara es preciosa, pero demasiado joven, por el contrario, en cuanto vio la foto de las hermanas Muller, supo que era a Amaia a la que quería, para doblegarla, entrenarla, destruirla y reconstruirla nuevamente en una mujer digna de pertenecerle. Aquel era un trato justo; Ethan quería vivir, él quería una esposa, Ethan sacrificaría a su hija y él olvidaría la jugosa deuda. Muchos aseguran que Nikolay Kozlov, no tiene corazón y tienen toda la razón, su corazón lo perdió hacía ya mucho. Su nueva esposa está por conocer a la Bestia. Amaia Muller, está por sumergirse en un completo infierno, Pero resurgirá de sus cenizas como un ave fénix, una nueva Amaia verá la luz.
Leer másNikolay, entró a la oficina que tenía en su club, caminó hacia el enorme cristal incrustado en la pared, era un cristal blindado que a la vez servía como ventana para observar gran parte de lo que sucedía en el club.
—Parece una noche tranquila— observó él mientras se desabotonaba la chaqueta de su traje hecho a la medida y se metía las manos a los bolsillos de su pantalón. —Nunca es una noche demasiado tranquila, señor— respondió Igor con tono tranquilo— aquí tengo el sobre con toda la información que pidió. —Bien, veamos entonces qué tan buena información hay allí para mí, qué tanto puedo conocer a Ethan Müller. —caminó hasta el enorme escritorio, se sentó en la silla que estaba frente a él y extendió la mano a Igor para recibir el sobre que contenía la información que había solicitado, extrajo varias hojas de papel en la que al inicio pudo leer un poco sobre Ethan Müller, cuánto debía en el club, su edad y una reseña de su vida, allí decía que era viudo desde hacía ya al menos seis o siete años, también decía que tenía dos hijas; Amaia y Aimara Müller. —¡BINGO!—exclamó mientras sonreía. Dejó de lado aquella hoja y se encontró de frente con una fotografía al pie de la misma se leía "Aimara", era realmente hermosa con un precioso cabello negro a la altura de los hombros y unos bellísimos ojos azules, detrás de la fotografía una hoja con el nombre de la chica en la cual se reseñaba su edad y una lista de las actividades que hacía a diario así como los lugares que frecuentaba. —No me sirve, ni siquiera es mayor de edad— resopló, dejando la hoja de lado. Fue entonces cuando se encontró con otra fotografía, una chica aún más hermosa que Aimara, quizás por tener mas apariencia de mujer y menos de niña, tenía un largo cabello oscuro como la misma noche sin luna, no era un cabello completamente lacio sino, que estaba lleno de muchas ondas que enmarcaban su angelical rostro, tenía una boca llena y carnosa, una nariz puntiaguda que daba la impresión de ser pretenciosa y unos ojos aún más azules y hermosos que los de su hermana, pero esta vez no eran unos ojos azules como el cielo, sino un azul oscuro y fuerte como si de un zafiro se tratase. "Amaia" se leía al pie de la fotografía la chica sonreía y Nikolay supo de inmediato que había conseguido lo que estaba buscando, elevó la vista hacia Igor quien estaba atento a cada uno de sus movimientos. —¿Desea algo, señor? —Un vodka para brindar, Igor— le dijo y observó como el hombre se movía a servirle el trago y se lo daba, Nikolay lo tomó ingiriendo la mitad del contenido, dejó la foto a un lado y se concentró en el papel que tenía la información sobre la chica,afortunadamente esta sí era mayor de edad con una importante brecha de edad entre ella y su hermana menor, lo cual la hacía perfectamente accesible para él le gustaba lo que estaba leyendo sobre ella al parecer no solo era una chica bonita, sino que era bastante inteligente recientemente se había graduado de la universidad y parecía una chica común y corriente con una vida tranquila. Pero no todo es lo que parece ya que las Müller no estaban viviendo una vida común y corriente, su padre estaba endeudado con el banco, había caído en una mala racha de la cual aparentemente no lo graba salir, según la información que tenía en sus manos aquel hombre ahora se dedicaba a beber y a apostar cuántos centavos conseguía intentando buscar un golpe de suerte que lo llevara a recuperar el prestigio y la gloria que había tenido en el pasado, pero que actualmente había perdido. —Qué interesante, Igor— exclamó Nikolay, mientras ingería todo lo que le quedaba en la copa— es ella— dijo señalando la fotografía de Amaia— Es ella la que quiero, ahora dime, ¿cuánto debe el señor Müller al casino? —Mucho señor, se siguió la orden que usted dio de no limitarlo, de no negarle la entrada y de ni siquiera presionarlo para que pague, todo se está efectuando como usted lo ordenó y el hombre ha adquirido una cuantiosa deuda, quizás más de lo que pueda pagar en dos o tres vidas dada la mala racha que tiene. —¿De cuánto exactamente estamos hablando?— Igor dijo la cifra y Nikolay silbó— para mi bolsillo no es un monto tan significativo, pero para ese pobre diablo que lo ha perdido todo, es absolutamente una fortuna. —Así es señor, ¿qué quieres que hagamos ? —Por ahora lo he decidido, ya escogí a mi presa es la mayor de las Müller a la que quiero y evidentemente la voy a conseguir, será su padre quién me dará acceso a ella. —Es un hombre dado al juego y a la bebida sin embargo, no parece un mal padre— le advirtió— ¿Cree realmente que esté dispuesto a sacrificar a una hija? —Igor, Igor, Igor...— le dijo en tono burlón— después de todo lo vivido, aún no aprendes que un hombre desesperado por conservar su miserable vida, es capaz de todo, hasta de entregar a una hija ó a su mismísima madre, si es que se la pidiera. —¿Que quiere exactamente que hagamos esta noche.? —Dejenle jugar a sus anchas, y antes de llegar medianoche quiero que lo traigan ante mí para que mi querido deudor y yo podamos tener una conversación. —Se hará como usted diga, señor— dijo Igor mientras inclinaba la cabeza asintiendo. —¿Saldrás de nuevo esta noche, papá?— le preguntó a Amaia frunciendo el entrecejo. —¿Desde cuándo debo darte explicaciones?, ¿acaso se te olvida que soy yo el padre?— preguntó incómodo por el interrogatorio. —No te estoy exigiendo explicaciones papá, solo quería saber dónde podía localizarte si sucede algo, aunque me imagino que la pregunta es tonta eso es obvio que estarás en ese club. ¿Hasta cuando vas a ir, papá?, ¿hasta cuándo vamos a estar en esta situación?, hoy me han llamado del colegio de Aimara, me han dicho que te han marcado un montón de veces a tu celular pero tú no has respondido. —¿Y qué se supone que quieren esos buenos para nada? —¡Padre!— dijo enojada—¡ Sabes perfectamente qué es lo que quieren, no has cancelado el semestre de Aimara y están exigiendo que pagues, de lo contrario no le entregarán las notas de este semestre y lo que es aún peor, no podrá inscribirse en el siguiente! —Lo solucionaré— sentenció mirando a su hija los ojos. —¿Cómo?— le preguntó frustrada— ¿cómo lo harás?, ha quedado más que claro que en ese club no encontrarás la respuesta padre, y no podemos seguir así, si no encuentras una solución pronto tendremos que hipotecar la casa— el hombre presionó los labios con fuerza para evitar maldecir, no sabía cómo tomaría su hija si le dijeran en aquel momento que la casa estaba hipotecada hacía mucho y que el banco ya comenzaba a presionarlo por pagos retrasados. —Lo solucionaré Amaia, lo prometo pronto pagaremos la escuela de tu hermana. —Eso espero padre, porque sabes perfectamente que con ese trabajo que tengo no puedo cubrir más allá de necesidades básicas, Aimara se ha esforzado mucho por entrar en esa escuela y por mantener un buen promedio, se esfuerza constantemente, así que por favor, no lo arruines, no la decepciones. —No lo haré, te digo que voy a solucionarlo, confía en mí —dijo el hombre mientras asentía para luego darse media vuelta y salir de la casa Amaia suspiró frustrada sintiendo que su familia estaba cayendo en un pozo oscuro del cual no sabía si tendrían la fortaleza para salir.Kira había decidido que necesitaba hacer un largo viaje al extranjero, poner en orden los negocios de su familia y luego marcharse por una larga temporada para intentar superar los eventos que había vivido durante el último tiempo. Perder a su padre era algo que no superaría nunca, saber que se había casado con su verdugo y el verdugo de su padre, le destrozaba el alma, si tan solo se hubiese negado rotundamente a casarse con Klaus, quizas su padre estuviese con vida.Ethan había vuelto a su país despues del matrimonio de Rocco y Aimara, y despues de un par de meses hizo pubica su relación con Martha, una mujer dulce y agradable que era muy dulce con todos. Las hermanas Muller estaban felices por su padre, quien cada día era un mejor hombre y se mostraba como el Ethan de aquelos años en los que su madre vivía; Un Ethan joven, feliz y agradable con todos, un Ethan que no se dejaba arrastrar por el alcohol y los juegos... ese Ethan había quedado muy lejos en el pasado, Amaia y Aimara no
Amaia se movió y parpadeó ligeramente, elcolor blanco intenso le lastimó los ojos asi que tuvo que cerrarlos nuevamente.—¿Maia?...— escuchó que le decían y batalló por no dejarse engullir por la oscuridad, parpadeó intentándo abrir los ojos nuevamente, sintió como oprimían cálidamente una de sus manos. —¿Maia... cómo te sientes?—Aimara... ¿dónde estoy?— preguntó suavemente, lo último que recordaba era que al salir de aquel galpón y ver la cantidad de muertos, el olor nauseabundo de la sangre, reconocer a algunos conocidos... sus heridas que no dejaban de sangrar... Nikolay junto a ella y detrás Kira tan muda como ella... entonces sin poder evitarlo; se desmayó. —Estás en el hospital... sacaron la bala y curaron tus heridas, te estás recuperado bien—¿Y Nikolay?— Acaba de irse, necesitaba ocuparse de algunos asuntos— Amaia asintió con los ojos llenos de lágrimas.—Estoy tan feliz de verte— dijo con voz ahogada por el llanto. Aimara se levantó de la silla para inclinarse sobre su he
—¡KLAUS, AYÚDAME, AYÚDAME, POR FAVOR!...— gritaba y sollozaba Annette. Amaia entr´´o a la jaula y un par de hombres metieron a su adversaria para luego cerrar la jaula.—¡POR FAVOR, NIKOLAY, DÉJALA IR!— gritaba Klaus.—Ya escuchaste a Amaia, si quiere irse, debe ganar.— sentenció sonriendo. Los presentes se acercaron rodeando la jaula para ver le espéctaculo. —Yo que tú me quitaría el vestido y los tacones, son incómodos para pelear y más sabiendo que de esta pelea depende tu vida. La barbilla de Annette tmbló y se quitó los zapatos de tacón alto.—No me quitaré el vestido frente a todas estas bestias.— estaba terriblemente asustada.—Como quieras— se encogió de hombros— Voy a cobrarte mi secuestro, el atentado y la muerte de mis hombres... vas a morir mientras Klaus suplica por tu vida. — Nikolay sonrió orgulloso, aquella Amaia en la jaula no se parecía en nada a la debil Amaia con la que se había casado. ¡Le encantaba su reina!¡Amaia se había covertido en la esposa perfecta!¡E
—¡Es una trampa, Nikolay!— escucho la voz de Amaia y sin decir nada entró al lugar con algunos de mis hombres, y con el lobo americano junto a mi...—No creí que llegaras tan lejos, Nikolay— dijo Klaus, su voz cargada de desdén y Nikolay negó con una sorisa sarcastica —Has traído a todos tus perros a ladrar, pero no te salvarán hoy.— Debí sospechar que eras tu, debía tratarse de ti— Nikolay levantó su arma, su mirada fija en Klaus.— Suéltala, o te juro que te haré pagar por cada segundo que ella ha estado aquí. Annette pero si parees otra— dijo burlon mientras apuntaba a KlausAnnette se rió, una risa fría y cruel.—¿Crees que tienes el control? Estás en nuestro territorio, y aquí no hay lugar para los débiles.—Claro que no hay oportunidad para los débiles, lo que me sorprende es que estés aquí, siedo lo débil que eres— La tensión se intensificó. Nikolay sabía que Klaus no dudaría en hacerle daño a Amaia si la situación se tornaba peligrosa. —No te equivoques, Klaus. Te daré una opo
Kira la miró aterrorizada, sus ojos se abrieron enormes y dio un paso atras, sentía que el aire se escapaba de sus pulmones.—Yo... no... eso no puede ser— dijo ella con los ojos llenos de lágrimas mientras negaba agitadamente— mi padre...—El muy idiota de Klaus manipuló a tu padre, lo único que le interesa es obtener poder. El imbécil quiere jugar a ser Dios, se casó contigo para manejar los negocios Ivanov, y me secuestró para emboscar a Nikolay, quiere quedarse con todo el poder de Rusia, el muy tonto quiere dirigir la bratva.—¡M4ldita sea!— gimió con las lágrimas deslizandose por sus mejillas— Klaus... ¿cómo fue capaz?, ¡mi padre lo amaba como a un hijo!— se aferró alos barrotes de la jaula— espero que Nikolay lo mate o yo misma le arrancaré la piel— se desplomó en el suelo, gimiendo, ahogada en llanto por el padre que había perdido, un padre que la había amado y que creía que hacía lo mejor al casarla con aquel traidor.—Eso no es lo peor, Kira— ella la miró a través de lágrima
Klaus atravesó el umbral de la habitación matrimonial, Kira estaba sentada sobre el amplio lecho con la mirada fija en la nada. Nada más verla sintió ira, las palabras de Amaia le golpearon... ella tenia razón, solo por ella tenia poder. Pero pronto sería viudo, y sobornaría a quien fuese necesario para obtener el control total de todo. —Hola, querida esposa— le dijo con voz melosa. Kira parpadeó y se giró para verle con expresión vacia.— pensé que estarías lista. —¿Lista... para qué? —¡Oh, querida!, ¿Lo has olvidado?— preguntó con una sonrisa.— se supone que hoy saldriamos a cenar fuera. — ella frunció el ceño. —No recuerdo ninguna cita pendiente entre nosotros— dijo desconcertada. —Por fortuna aún queda tiempo para prepararnos... Una hora más tarde había caído la noche, Kira no se sentía de buen humor pero decidió prepararse para la salida. Se metió a la parte trasera del coche, solo un hombre estaba allí; el chófer. —¿Y a dónde vamos sin seguridad? —Es una sorpre
Último capítulo