—¿¡En dónde estás mujer!? —¡No me hagas ir por ti o te arrepentirás! Mía Goth, una chica hermosa atrapada en un matrimonio de cuentos de horror, nada resultó como lo esperaba y ahora debe huir junto a su pequeño hijo a una ciudad lejos, donde su esposo, no pueda encontrarlos. Una nueva ciudad, un contrato y un jefe arrogante pondrá su mundo de cabeza. —Aquí tienes el contrato de trabajo, léelo bien y si estás conforme lo firmas. —¿A qué se debe ese ingreso extra? —Sé mi amante por un año. —¿¡Qué!? ¡No soy una cualquiera que se vende por dinero!
Leer másLos Ángeles - California.
—¿¡En dónde estás m*****a mujer!?
Escucha que grita su esposo. Se estremece al darse cuenta que será una noche terrible para ella.
“Debí huir antes”. —se lamenta.
Para Mía Goth, su matrimonio no era un cuento de hadas.
Su esposo no era el príncipe azul que esperaba tener a su lado.
La casa que debía ser su castillo, se convirtió en una prisión.
Dylan Sprouse, había sido su mejor amigo desde la infancia, en la universidad, pero después de casados, algo cambió, se convirtió en su verdugo.
Sus negocios empezaron a decaer, se asoció con personas tramposas y debido a ello, poco a poco se fue hundiendo en el alcohol, llegando a casa tan tomado, que desquitaba su rabia en Mía.
Ya han pasado tres años, las esperanzas de Mía por que él cambiara se esfumaron, ni el nacimiento de su primer hijo lo motivo a dejar el vicio, reponerse de la mala racha y empezar de nuevo.
Tenía todo listo para huir, las maletas, los boletos y a donde llegar. Tan solo debía esperar que ese hombre llegara y callera desmayado, solo así su escape tendría éxito.
Pero ese hombre claramente se está volviendo loco.
Se levanta a toda prisa, se coloca los zapatos y se va al cuarto de su pequeño, sosteniendo una vara de metal, que por primera vez, está dispuesta a utilizar.
—¡No me hagas ir por ti o te arrepentirás!
Ve a su pequeño en la cama que empieza a moverse debido a los gritos.
Cierra los ojos por unos segundos, tratando de concentrarse, buscar una solución rápida.
Abre los ojos decidida, tiene que huir ya.
Por lo que rueda con mucho esfuerzo el gavetero de su pequeño para bloquear la puerta.
Agarra el bolso que preparo colocándolo en su espalda, carga a su pequeño con mucho cuidado de no despertarlo y lo coloca en la pechera.
Teniendo cuidado de no hacer ruido, sale por la ventana, por suerte, esa parte no es muy alta, por lo que no sufrirá daño alguno al caer.
Una vez que salta, se sacude rápido y corre con todas sus fuerzas, si la descubre huyendo, será peor para ella y muy posiblemente para su bebé.
—¿A dónde crees que vas? ¡Perra desgraciada!
Escucha que grita a sus espaldas.
Abraza a su hijo sin dejar de correr, sus piernas arden debido al esfuerzo por alejarse del ogro que tiene por esposo.
Pide al cielo que le de fuerzas para resistir y que no la atrape.
New York
Gerard Walker, aunque no es el hombre más importante, no le ha ido para nada mal en el mundo empresarial.
Tiene una gran red de hoteles, no solo en el país, sino también en el exterior, propagándose más rápido de lo que el mismo esperaba.
Para Gerard no hay imposibles, lo que él quiere lo obtiene, poniéndolo bajo la lupa de muchos hombres importantes que desean una asociación y mujeres que no pierden tiempo para insinuársele.
No solo le va bien en el trabajo, no se queja de la familia que le toco sino también de su hermosa prometida, Vivian Gardner, que ha estado a su lado desde el día uno de ese proyecto ambicioso, que muchos pensaban era solo un sueño y ahora es una realidad.
Después de una larga jornada de trabajo, decide cancelar la última cita y regresar temprano a casa, de ese modo, sorprender a su novia con una propuesta, que él sabe, ella lleva esperando desde hace mucho.
Abre con cuidado la puerta de la casa, por la hora, supone que debe estar en el cuarto viendo alguna película, por lo que se va a la cocina, sirve dos copas de vino y se dirige a la habitación.
Cuando está a punto de girar la manilla, escucha unos ruidos extraños que lo hacen detener.
Niega lentamente sacudiendo sus pensamientos, “tan solo es una película”, piensa.
Abre la puerta y al dar un paso al frente ve la escena que se desarrolla en su cuarto, en su cama, con su mujer y el que creía mejor amigo.
Las copas se resbalan de sus manos, advirtiendo a la pareja de amantes del recién llegado.
—¿Qué significa todo esto?
Gerard no puede creer lo que ve, se niega a que las dos personas más importantes en su vida, después de su familia, lo hayan engañado de esa manera.
—Amigo, déjame explicarte —Leonard se levanta de un salto, vistiéndose lo más rápido que le es posible.
—¿Amigo? ¿Todavía tienes el descaro de llamarme amigo? —su labio inferior tiembla y sus manos se cierran en puño— desaparezcan de mi vida los dos o lo pagaran caro.
Gerard sale de la casa escuchando los gritos desesperados de la mujer que amo por tantos años y la que estuvo a punto de pedirle matrimonio.
“No volveré a enamorarme, nunca más. Lo juro”.
Sale de la propiedad en su Lamborgini a toda velocidad, sin importarle el riesgo que corre al conducir de ese modo.
Cinco años después Cinco años después Último día en la universidad, al fin su tortura ha terminado, sale temprano del instituto queriendo llegar a casa y descansar de estas semanas agotadoras y en una semana será la graduación. Apenas sale del instituto ve al chofer que su padre le ha asignado, deja escapar un largo suspiro, no puede creer que todavía su padre siga con esto, cuando le prometió que la dejaría en paz este último año. —Buenas tardes señorita Brenner, su padre me ha enviado a recogerla —la saluda amable, viendo venir molesta. —Buenas tardes Federico, se supone que esto no volvería a pasar —le reclama, recordando lo que le dijo la última vez. —Lo siento señorita, yo solo estoy cumpliendo órdenes. Maite se da media vuelta y sigue de largo, además de cansada, está molesta, muy molesta de que su padre ni siquiera este último año, haya sido capaz de mantener su palabra. Por lo que lo llama y al segundo repique él le atiende. —Hola hija, ¿qué tal tu último día? Dentro de
Años después Leticia baja las escaleras a toda velocidad, está lista para su graduación y ya sabe lo que quiere para su cumpleaños número 18 y espera que su padre no se lo niegue esta vez. —Buenos días —entra al comedor con una sonrisa de oreja a oreja— renacuajo sin cerebro —saluda a su hermano menor. —Me sigues diciendo así y ¿me voy a vengar en tu fiesta? —despega unos segundos la vista de su teléfono lanzándole una mirada amenazadora. Cristian llego a la vida de la pareja tres años después de tener a Leticia y con él decidieron cerrar la fábrica de bebes. La razón por la que se llama Cristian, es porque Marcus perdió una apuesta con Chris, así que dejaron en manos del ganador el nombre del niño. —Hablando de fiesta, ya sé lo que quiero estudiar, en dónde quiero estudiar y tengo un par de acotaciones para ello —sonríe emocionada sentándose frente a su padre, manteniéndole la vista. Marcus aparta el desayuno a un lado, sabiendo que muy probablemente lo que va a escuchar a cont
Epílogo 2 años después Marcus ha enviado a Maite a pasar un fin de semana con su familia, mientras él termina de hacer unos arreglos en casa para la llegada de su princesa. Él está más emocionado por la llegada de la niña y no deja de pensar en el momento en que la tenga en sus brazos. Recibe una llamada de Gerard. —Ya Maite salió para allá. Le informa a su suegro tal como él le pidió, por lo que corrobora que está todo listo y sale en busca de unas flores y sus chocolates preferidos, dirigiéndose al aeropuerto. Unos minutos después, la ve bajar del jet, se acerca a ella con el ramo de flores sin poder creer todo lo que ha pasado en estos últimos años, ya por su gran tamaño a Maite cada vez se le hace más complicado caminar, por lo que la ayuda con los últimos escalones y la brasa dándole un beso en sus labios. —¿Cómo te fue en Nueva York? —le pregunta aun entre sus brazos. —Realmente extrañaba pasar tiempo con mis padres y mi sobrina, está grande y tremenda, ya tiene vuelto lo
Capítulo 75 3 semanas después Maite está en su habitación preparando su maleta para salir a Washington, pasará el fin de semana con él. Al principio estaba dudosa, pero su abuela insistió hasta que acepto. —¿A dónde vas con toda esa maleta? —Laura ingresa a la habitación viendo todo el desastre— ¿acaso ya empezaron los viajes? —Marcus viene por mí, me va a llevar a pasar el fin de semana con él en Washington —le comenta, esperando su consejo, que le diga que no vaya, que es una locura. —Veo que después de todo decidiste perdonar y dejar todo ese mal momento atrás —se sienta en la esquina de la cama viéndola feliz. —Es una batalla interna que todavía tengo, pero como ustedes me dijeron, hay sentimientos muy fuertes en mi interior que no puedo simplemente ignorar, aunque le he pedido ir despacio, tampoco quiero precipitarme. Cierra la maleta y hace espacio para sentarse, necesitando hablarlo con su amiga antes de irse. —¡Si tan solo pudieras verte como te pones cuando lo tienes c
Capítulo 74 Maite sale del salón donde había estado con Laura, quedándose a cierta distancia temiendo por su amiga. —Con qué espiando. Marcus se acerca con sigilo por detrás logrando que ella pegue un brinco de la sorpresa. —¿Qué haces todavía aquí? pensé que ya te habrías ido —frunce el ceño dirigiendo la mirada hacia su amiga nuevamente. —No pienso irme hasta que hablemos —le dice con firmeza, cruzándose de brazos hacia ella. —¿Hablar? No tenemos nada de qué hablar. Maite se gira para alejarse de él, pero Marcus la agarra del brazo y se la lleva a un lugar apartado donde puedan hablar sin ser interrumpido por nadie. —¿Pero qué haces? Suéltame, me estás maltratando —forcejea con él buscando la manera de soltarse—, eres un bruto que no sabe cómo tratar a una mujer. Marcus la ignora, hasta que entran en un salón bastante apartado, donde se está celebrando la gala, la suelta interponiéndose en su camino. Maite retrocede poniendo distancia entre ambos, mientras que Marcus la rec
Capítulo 73 Después de tanto insistirle, Marcus va con ella a invitarla a bailar. Mientras que Jann se queda a la expectativa de que Laura se acerque a él, poniéndose siempre a la vista de ella, dirigiéndole unas cuantas miradas hasta que al fin logra su objetivo cuando sale a la zona exterior. —Está muy hermosa esta noche señora Preston —toma su mano dejando un beso en ella. —Walker —lo corrige—, muchas gracias por su cumplido, pero lo cierto es que he venido a pedirle que se deje de estos juegos, mi esposo últimamente anda con un muy mal temperamento, aunque fue gracias a usted que le abrió los ojos, por lo que estoy muy agradecida. —Es un tonto que no se daba cuenta que estaba a punto de perder a una buena mujer, me alegra saber que las cosas entre ustedes van mejor —aunque se siente bien verla feliz, no puede ignorar la punzada en su corazón. —¡Te dije que te mantuvieras alejado de mi esposa! —Chris sale molesto, dispuesto a darle una buena. —Chris recuerda dónde estás, no le
Último capítulo