En un mundo donde el amor parece tener un límite, Asher y Evelyn descubren que su conexión es más fuerte que la muerte. Desde el momento en que se conocen, saben que su amor es especial, pero no imaginan que será puesto a prueba de manera tan dramática. Cuando Asher desaparece, Evelyn se queda con el corazón roto y la sensación de que su mundo se ha derrumbado. La pérdida es tan intensa que Evelyn se pregunta si alguna vez podrá recuperar la felicidad. Pero ¿qué pasa cuando Asher regresa, cambiado pero con el mismo amor que siempre tuvo? A medida que Asher y Evelyn se reencuentran, deben enfrentar los obstáculos que los separaron. Deben superar la dolorosa realidad de su pasado y encontrar la manera de reconstruir su amor. Pero ¿será suficiente para mantenerlos unidos? En este relato apasionado y emocionante, descubre cómo el amor verdadero puede trascender incluso la muerte. Sigue a Asher y Evelyn en su viaje a través del dolor, la pérdida y la redención, y descubre que en un mundo donde la muerte parece ser el fin, el amor puede ser el principio de una nueva eternidad. Con una narrativa intensa y emocional, "Un Amor para Siempre" te llevará a reflexionar sobre el poder del amor y la conexión humana. ¿Qué significa amar sin límites? ¿Qué significa perder y encontrar de nuevo? ¿Qué significa vivir para siempre en el corazón de alguien?
Leer másAsher se ajustó el reloj de pulsera mientras miraba a su alrededor, la fiesta de su padre era como siempre, lujosa, exclusiva y aburrida. La música sonaba a través de los altavoces, pero no lograba sacudir la sensación de vacío que sentía.
De repente, su asistente personal se acercó y le susurró algo al oído. Asher frunció el ceño. —¿Qué pasa?-preguntó. —Han llegado los invitado especiales señor— respondió el asistente. Asher se giró hacia la entrada, una chica con cabello rojizo oscuro y ojos brillantes entró en la sala, no era la típica invitada a estas fiestas, algo en ella llamó su atención La chica pelirroja se movió con confianza a través de la multitud, su mirada escaneando la sala como si buscara a alguien, asher se sintió intrigado por su seguridad en sí misma, tan diferente a las mujeres que solían frecuentar estas fiestas. De repente, sus ojos se encontraron, la chica pelirroja lo miró directamente, sin una pizca de timidez, asher se sintió sorprendido por la intensidad de su mirada. —¿Quién es ella?— preguntó Asher a su asistente, sin apartar los ojos de la chica. —Se llama Evelyn, señor. Es la hija de uno de los invitados- respondió el asistente. Asher se sintió intrigado. ¿Qué hacía una chica como ella en una fiesta como esta? La música cambió, y la pelirroja se movió hacia la pista de baile. Asher se sintió atraído hacia ella, como si una fuerza invisible lo empujara. —Creo que voy a ir a conocerla- sonriendo para sí mismo. Asher se acercó a la pista de baile, donde Evelyn se movía con gracia al ritmo de la música, su cabello pelirrojo brillaba bajo las luces, y su sonrisa parecía iluminar la sala. Al llegar a su lado, Asher se inclinó ligeramente-¿Puedo unirme a ti? Evelyn lo miró con sorpresa, pero luego sonrió y asintió-Claro. Asher la tomó de la mano y la llevó al centro de la pista. La música era intensa, pero él se sintió tranquilo al lado de Evelyn. Mientras bailaban, Asher no podía dejar de mirarla, parecía diferente a cualquier otra chica que hubiera conocido, era como si irradiara una energía positiva que lo atraía hacia ella. —¿Cómo te llamas?-preguntó Asher, intentando gritar por encima de la música. —Evelyn-respondió ella, sonriendo. —Yo soy Asher-dijo él, sonriendo también. La música cambió de ritmo, y Asher se acercó más a Evelyn, sintió su calor y su perfume, y se sintió envuelto en una sensación de placer. De repente, Evelyn se detuvo y lo miró fijamente-¿Qué pasa, Asher?-preguntó. Asher se dio cuenta de que la había estado mirando fijamente-Nada, solo estaba admirando la vista. Evelyn se rió y siguió bailando. Asher la imitó, sintiendo una conexión con ella que no podía explicar. Asher sonrió, pensando que había logrado impresionar a Evelyn con su encanto. Pero, para su sorpresa, ella no se mostró impresionada. —¿La vista?-repitió Evelyn, levantando una ceja-Creí que estabas bailando conmigo, no admirando el decorado. Asher se sintió desconcertado, no estaba acostumbrado a que las mujeres no se rindieran a su encanto. —Disculpa-dijo, intentando recuperar su compostura-Me distraje Evelyn sonrió ligeramente-No te preocupes, pero ¿por qué bailas conmigo si no te intereso? Asher se sintió sorprendido por su franqueza-¿Qué por qué dices eso-preguntó. —Tu mirada, estabas mirando a tu alrededor, como si buscaras a alguien más interesante Asher se sintió expuesto, nadie había logrado ver más allá de su fachada antes. —¿Y si te digo que me interesas?-dijo, intentando sonar convincente. Evelyn se rió-No creo que seas el tipo de hombre que se interesa por alguien como yo. Asher se sintió desafiado. ¿Qué quería decir con "alguien como tú"? ¿Acaso no era lo suficientemente bueno para ella? —¿por qué lo dices?-preguntó, con su curiosidad aumentando. Evelyn lo miró fijamente-Porque sé que eres el tipo de hombre que siempre obtiene lo que quiere, y yo no soy algo que se pueda obtener. Asher se sintió impactado, nadie había logrado ver tan claramente a través de él antes. Asher se sintió desconcertado por las palabras de Evelyn,nadie había logrado desafiarlo de esa manera antes, se sintió intrigado por ella, y su curiosidad aumentó. —¿Qué te hace pensar eso? preguntó Asher, intentando mantener la calma. Evelyn lo miró fijamente-Tu reputación te precede Asher, sé que eres un hombre que siempre obtiene lo que quiere, sin importar el costo. Asher se sintió incómodo. ¿Cómo sabía ella tanto sobre él? —¿Y qué hay de malo en eso?- preguntó, intentando sonar confiado. Evelyn se rió-Nada, si no te importa ser visto como un hombre superficial y egoísta. Asher se sintió golpeado. Nadie había logrado criticarlo de esa manera antes. —¿Quién te ha dicho eso?- preguntó, intentando sonar lo más calmado posible Evelyn sonrió-No necesito que nadie me diga. Lo veo en tus ojos, lo veo en la manera en que tratas a los demás. Asher se sintió completamente desarmado. La franqueza de Evelyn era como un golpe directo a su ego, a la imagen cuidadosamente construida que proyectaba al mundo. Nunca nadie se había atrevido a hablarle de esa manera, a ver a través de su fachada con tanta claridad. —Estás equivocada —dijo Asher, aunque su voz carecía de la firmeza habitual—. No soy así. Evelyn arqueó una ceja, su mirada escrutadora no lo abandonaba. —¿En serio? Entonces, ¿por qué esa mirada de aburrimiento hace un momento, mientras bailábamos? ¿Por qué esa necesidad de presumir de "la vista" para intentar impresionarme? Asher se sintió acorralado. Sus tácticas habituales, las que siempre habían funcionado con otras mujeres, parecían inútiles con Evelyn. Ella era diferente, genuina, y no se dejaba deslumbrar por su riqueza o su estatus. —Estaba... distraído —intentó excusarse, sintiéndose ridículo al pronunciar esas palabras. Evelyn sonrió con una pizca de burla. —Distraído en una fiesta en la que tú eres el anfitrión, bailando con una invitada que acabas de conocer. Interesante forma de socializar. Asher se quedó en silencio, sin saber qué responder. Por primera vez en mucho tiempo, se sentía genuinamente intrigado por una mujer. Evelyn no jugaba a sus juegos, no se rendía a su encanto, y eso, paradójicamente, lo atraía aún más. —¿Por qué eres tan... directa? —preguntó Asher, con una curiosidad genuina. Evelyn se encogió de hombros, sin dejar de mirarlo a los ojos. —No veo el punto de fingir. La vida es demasiado corta para perder el tiempo con superficialidades y juegos de poder. Prefiero ser honesta, aunque a veces resulte incómodo. Sus palabras resonaron en Asher. En medio de su mundo de lujos y apariencias, la honestidad cruda de Evelyn era como un soplo de aire fresco. Empezaba a darse cuenta de que ella no era como las demás, y esa diferencia lo desafiaba de una manera que nunca antes había experimentado. —Nunca he conocido a nadie como tú —admitió Asher, con una sinceridad que lo sorprendió a sí mismo Evelyn sonrió ligeramente, sin rastro de arrogancia. —Probablemente porque te rodeas de personas que te dicen lo que quieres oír. Asher se quedó pensativo. Había algo en Evelyn, en su independencia y su falta de interés por su estatus, que lo atraía de una manera magnética. Por primera vez, sentía el deseo de ser visto por quien realmente era, más allá de su apellido y su riqueza. La música seguía sonando, pero el ambiente entre ellos había cambiado. La tensión superficial de un intento de conquista había dado paso a una conversación inesperada, a un encuentro genuino que dejaba a Asher con más preguntas que respuestas y con una creciente necesidad de conocer más a la misteriosa pelirroja llamada Evelyn. De repente, la música se detuvo, y la fiesta se interrumpió, Asher se dio cuenta de que su padre se acercaba, con una sonrisa en el rostro. —Asher, necesito hablar contigo-dijo su padre, ignorando a Evelyn. Asher soltó a Evelyn y lo siguió mientras su padre le presentaba unos amigos De repente, Evelyn se acercó a ellos-Disculpa, Asher. Creo que es hora de que me vaya. Asher se sintió aliviado-Claro, Evelyn. Te acompaño. Su padre lo detuvo antes de irse— veo que conociste a una de nuestras anfitrionas hijo mio. . Evelyn lo miró con una sonrisa irónica-No se preocupen, no tengo intención de quedarme. Asher se sintió confundido ¿Qué estaba pasando? —Hey, Evelyn, espera-dijo Asher, siguiéndola. Evelyn se detuvo y se giró hacia él-¿Qué pasa? Asher sonrió-Quiero saber si te gustaría salir conmigo mañana o algún dia, tal vez podemos tomar un café o algo asi Evelyn lo miró con sorpresa-¿Por qué? Asher se encogió de hombros-Me gustó hablar contigo quiero saber más sobre ti Evelyn lo miró durante un momento antes de responder-No sé, Asher, no creo que sea una buena idea Asher se sintió intrigado-¿Por qué no? Evelyn sonrió ligeramente-Tú y yo somos de mundos diferentes, no creo que encajemos Asher se sintió desafiado-¿Qué, por que dices eso? De repente, un hombre alto y delgado se acercó a ellos, con una mirada hostil en sus ojos. —Evelyn, ¿qué haces aquí? por que no me esperaste- preguntó el hombre, con su voz cargada de ira. Evelyn se puso tensa-Padre, no esperaba verte aquí tan temprano El hombre miró a Asher con desdén-¿Y quién es este? Evelyn respiró hondo-Este es Asher, el hijo de los anfitriones El padre de Evelyn se acercó a Asher, su rostro enrojecido-Eres el hijo de los Harrison, ¿verdad? Asher asintió—Sí, soy Asher Harrison, un gustó señor— dijo asher extendiéndo su mano El padre de Evelyn escupió las palabras— Haz de ser igual que tu padre, no quiero que te relaciones con mi hija, estamos aquí por negocios Evelyn se interpuso entre su padre y Asher-padre, por favor, no es el momento ni el lugar El padre de Evelyn la miró con furia—Vamos, Evelyn Evelyn se despidió de Asher con una mirada de disculpa y siguió a su padre. Asher se quedó solo, confundido y intrigado por la reacción del padre de Evelyn.Amar... esa palabra que el mundo recita con tanta ligereza, como una melodía pegadiza sin comprender su partitura. Creen que es un baile de cuerpos, un intercambio de promesas al viento, una posesión egoísta disfrazada de entrega. ¡Qué necios son! ¿Qué pueden saber del amor aquellos que no han caminado descalzos sobre el filo de la traición, aquellos que no han sentido el alma desgarrarse en el silencio de la duda? El amor verdadero no se encuentra en los jardines floridos de la perfección, sino en el yermo desolado de la imperfección compartida. Es la paradoja sublime de sentirse absolutamente solo en medio de una multitud y, al instante siguiente, hallarlo todo en la mirada de un solo ser. Es la danza silenciosa de dos almas que se reconocen en la oscuridad, dos astros errantes que encuentran su órbita en la cercanía del otro. No es la monogamia impuesta por la moral o la costumbre, sino la elección visceral, la certeza inquebrantable de que en este universo vasto e infini
Amar, dicen. Una palabra tan sencilla, tan manoseada, que ha perdido su filo, su peso verdadero. Nos llenamos la boca con ella, la gritamos al viento, la grabamos en corazones superficiales. Pero, ¿quién sabe realmente lo que significa desentrañar la madeja compleja de un alma y encontrar allí la fibra que vibra en sintonía con la tuya? No es la posesión voraz de la intimidad, ese breve incendio de la piel que nos hace creer, por un instante fugaz, que hemos conquistado la esencia del otro. El cuerpo es un mapa efímero, un territorio de placeres pasajeros que no cartografía la profundidad del ser. Tampoco son las palabras melifluas, los "te amo" lanzados al aire como conjuros vacíos, esperando que la repetición constante conjure una magia que no reside en la lengua, sino en las entrañas. El amor no es un mantra, sino una melodía silenciosa que se teje en el día a día, en la comprensión tácita, en la mirada que lo dice todo cuando las palabras fallan. Amar de verdad es despojarse
El silencio que siguió a las palabras de Evelyn fue como una puñalada en el alma. Verla alejarse, subir las escaleras con la espalda tensa y la cabeza gacha, me destrozó por dentro. Cada paso era un recordatorio de la distancia que mis errores habían creado entre nosotros, una distancia que parecía crecer con cada nueva revelación. Me quedé de pie en medio del salón, sintiendo el peso de mis palabras y mis omisiones aplastarme. La llegada de Lena había sido un puto desastre, abriendo viejas heridas y sembrando nuevas dudas en el corazón de Evelyn. Mi intento de ser honesto anoche se había desmoronado ante la verdad a medias que había admitido sobre mi tiempo en California.Suspiré profundamente, pasándome una mano temblorosa por el cabello. Sabía que mis explicaciones sonaban huecas, insuficientes para borrar el dolor y la desconfianza que veía en sus ojos. El miedo a perderla me había llevado a ocultarle una parte de mi pasado, la ironía era que ese mismo miedo era ahora la may
La sorpresa en el rostro de Lena fue casi palpable, como si hubiera tropezado con algo inesperado y ligeramente decepcionante. Sus ojos oscuros me escrutaron con una curiosidad fría, deteniéndose brevemente en mi ropa cómoda antes de volver a Asher con una sonrisa apenas perceptible. —Asher, querido —dijo con una voz suave y melosa, como si yo no estuviera allí—No esperaba encontrarte... acompañado. Su tono insinuaba una intimidad que me hizo sentir incómoda al instante. Asher se tensó ligeramente, pasando una mano por su cabello. —Lena, ella es Evelyn. Evelyn, esta es Lena. Lena me dirigió una mirada fugaz, una sonrisa educada pero distante curvando sus labios pintados. —Encantada, supongo. Asher siempre ha tenido... sorpresas. Había un matiz en su voz, una ligera insinuación de que yo era una sorpresa inesperada y quizás no del todo agradable Asher suspiró, su incomodidad evidente. —Lena, Evelyn es mi novia. La sonrisa de Lena se mantuvo intacta, aunque sus ojos oscuros
El sol que se filtraba por las cortinas me despertó con una calidez suave en el rostro. Me sentía extrañamente renovada, como si la tormenta de la noche anterior hubiera limpiado algo dentro de mí. Al moverme, noté el hueco vacío a mi lado y una punzada de anhelo me recorrió, pero no era el vacío helado de la desconfianza, sino más bien la ausencia física de alguien a quien, a pesar de todo, aún amaba. Me levanté con una ligereza que no sentía en días y me di una ducha larga y caliente. El agua corriendo por mi piel se llevó los últimos vestigios de tensión, dejando en su lugar una sensación de calma y una extraña certeza de que, aunque el camino por delante fuera incierto, no estaba sola. Me vestí con uno de sus suéteres grandes y suaves, sintiendo su aroma familiar reconfortarme. Bajé las escaleras con una tranquilidad que me sorprendió. Al llegar a la cocina, lo encontré de pie junto a la ventana, con dos tazas de café en las manos. Se giró al escuchar mis pasos y una suave
La cercanía de Evelyn era un bálsamo para mi alma herida. El roce de sus labios contra los míos, aunque breve, había encendido una chispa de esperanza en la oscuridad que nos envolvía. La abracé con suavidad, atrayéndola hacia mí hasta que su cuerpo se acopló al mío. Sentir su calor, su fragilidad, despertó en mí una oleada de ternura protectora. —Quédate conmigo, Evelyn —susurré contra su cabello, aspirando su aroma suave y familiar—. Permíteme amarte de verdad, sin sombras ni secretos. Ella se aferró a mi camisa, su agarre temblaba ligeramente. No respondió con palabras, pero el silencio entre nosotros ya no se sentía tan frío. Había una conexión palpable, un hilo tenue pero resistente que aún nos unía a pesar de todo el dolor. Lentamente, levanté su rostro entre mis manos, mis pulgares acariciando suavemente sus mejillas húmedas. La miré a los ojos, buscando en su profundidad alguna señal de que el amor que una vez compartimos aún existía, aunque estuviera oculto bajo capas de d
Último capítulo