CAPÍTULO 159: EL DESCUBRIMIENTO DE MARGARET
Carlos bajó las escaleras con su maleta en mano, su rostro reflejaba una mezcla de preocupación y determinación. Al llegar al pie de la escalera, encontró a su hermano Óscar esperándolo con las llaves del auto en la mano.
—Déjame llevarte al aeropuerto —dijo Óscar con tono serio.
—Está bien —respondió Carlos, lanzando una última mirada a su esposa, Isabela. Se acercó a ella y le tomó la mano con suavidad—. Cuida a mi nieto. Volveremos pronto.
Isabela asintió con una leve sonrisa, aunque sus ojos reflejaban inquietud. Carlos le dio un beso en la frente, un gesto que denotaba el amor y la confianza que había entre ellos. Luego, sin decir más, salió con su hermano rumbo al aeropuerto.
Justo en ese momento, Margaret descendió por las escaleras con el ceño fruncido. Su expresión era de desdén y enojo, claramente molesta por lo que acababa de presenciar. Se cruzó de brazos y miró alrededor de la sala.
—¿A dónde va Carlos a esta hora? —preguntó en