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Verdades Dolorosas

Verdades DolorosasES

Romántica
Jennyfer Sánchez R  En proceso
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10
Reseñas insuficientes
63Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

Jefe / CEORomanceDramaSecretoembarazadadestinoMi papá es CEO

— Es- es que yo … — la respiración se le empezó a acelerar, había ensayado esto miles de veces frente al espejo, pero sin duda no se comparaba con todo lo que estaba sintiendo, hasta las manos le sudaban. Intentó respirar profundo — Yo-o es-estoy embarazada. — ¿Qué? Su embarazo era producto de un accidente, no planeado, algo de copas y también iba a ser no deseado. Posiblemente ese niño que llevaba en su interior ni siquiera conocería a su padre. Ese había sido su mayor temor y estaba cumpliéndose. Freya, sí, así es Freya como la Diosa nórdica había puesto su destino en manos del azar y ahora viviría todas aquellas consecuencias junto con Axel.

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Último capítulo

  • ¿Cómo?... ¿Cómo demonios...?

    Cuando Salvador Sorní escuchó el fuerte estruendo proviniendo de varias partes del lugar entendió que había caído, estaba rodeado así que tiró su arma al suelo y se escabulló cual rata por la alcantarilla. Su ultima orden había sido asesinar a la mujer que le había costado su trabajo en “Harper y asociados” la doble vida que llevaba y la humillación. Uno de sus hombres tomó el arma del suelo, estiró su brazo con dirección a Freya que había saltado con un ultimo esfuerzo de los brazos de aquellos hombres y había corrido con torpeza en busca del cuerpo de Axel, pero lo ultimo que pudo ver fue como lo sacaban en una camilla tan rápido como las piernas de aquellos hombres les permitía. La explosión de la pólvora se escuchó y Freya no pudo sentir nada, nada más que caer de rodillas frente a todo un pelotón de hombres que levantaban sus armas y disparaban casi al instante con dirección al hombre que acaba de disparar. Los cinco disparos que recibió le quitó la vida casi de inmediato, su

  • Un destino terrible

    — Sáquenla de aquí ¡Yaaa!Freya gritaba y se sacudía con fuerza, el cuerpo de Axel yacía en el suelo sin movimiento y posiblemente sin vida. Incluso para varios hombres le era difícil controlarla, en medio del caos y del ruido no se percataron como a las afueras del lugar abandonado se agrupaba un buen numero de hombres completamente uniformados y armados hasta los huesos. Desde el momento en que Freya desapareció misteriosamente entre la finalización del evento y el hecho de que debía de llegar a la mansión de los Tremblay una hora después y nunca llegó, tanto Pandora como todos los Tremblay se involucraron y empezaron a mover cielo y tierra entre sus contactos para localizarla.Que cómo se llevó Salvador Sorní a Freya, tampoco lo supieron, las cámaras de seguridad habían sido manipuladas, no solo en el lugar, también varias manzanas a la redonda del evento. Ninguno pegó el ojo en toda la noche esperando alguna pista del paradero de ella o de Salvador y quedaron peor cuando les inf

  • ¡Dile!

    El vuelo de regreso a Vancouver fue el más largo que él pudo tener, no quiso regresar hasta su departamento, ni le avisó a ninguno de sus familiares, amigos o conocidos que llegaba de nuevo al país, precisamente a su ciudad, Axel se había convertido en un fantasma y eso quería seguir siendo hasta saber qué carajos estaba pasando con Freya. Y el por qué le había enviado esa carta. El por qué había esperado tanto tiempo para entregársela. Apenas pisó la ciudad los periódicos, y los noticieros lo llenaron de las imágenes de Freya hablando a la prensa. Y entonces lamentó no haber estado en ese evento, se veía realmente hermosa y confiada, le parecía que cada vez que la volvía a ver, simplemente era una versión mejorada de ella misma y él, él simplemente iba en decadencia. Estaba leyendo la declaración que había dado a la prensa cuando…— Señor Axel Tremblay…— ¿Sí?— Acompáñenos por favor.— ¿Quiénes son ustedes? — frunció el ceño y arrugó el periódico entre sus dedos, no los conocía, n

  • Papeles

    Freya había hecho una de las dos cosas que había sugerido Pandora y no, no era haberlo asesinado con sus propias manos, aunque después se arrepentiría de ello. Lo importante en ese momento es que Freya se había sentido más libre que nunca. Gracias a Pandora y a Laia había logrado controlar sus nervios y la forma de contestarle de manera educada a la prensa sin dejarse amedrentar. Había enfrentado el peor temor y aunque no estaba segura de que al final del día hablarían bien o mal de ella, no le importó. — ¿¡Te has vuelto loca!? — gruñó entre dientes, arrugando su nariz y entregándole la mirada más tenaz que hubiese visto Freya en él.Ya la prensa se había disipado, y ahora estaban disfrutando del evento y muy seguramente criticando su trabajo. — No, Salvador. ¡Estoy acabando con esta estupidez!

  • El tiempo lo dirá

    Tres meses pasaron desde que Freya firmó el contrato frente a Axel, y ya todo había cambiado tanto, y poco menos de dos meses en que había decidido irse para siempre, efectivamente Axel Tremblay había tomado ese avión con rumbo a Noruega y ahora se encontraba en una casa vacacional dispuesta por Pandora. Apartado del mundo, de las noticias, de todo lo que le pudiera dar un indicio de lo que pasaba en la vida de Freya, al menos esas habían sido las indicaciones de su abogada.— ¿Está todo listo? — preguntaba Freya como por decima vez, mientras que corría de un lado a otro terminando los últimos detalles de la presentación. — ¡Sí, jefe!— ¡Alguien que me acomode esas sillas, son para los directivos de Goddness Beauty! — la presentación tenía lugar en un reconocido parque contiguo a un gran centro comercial, los ja

  • Gracias

    — Vamos, nena… No llores, seguiré trabajando para sacarte de las manos de Salvador. — No quiero que Axel se vaya, no quiero ir a ningún lado — Freya se echó a los brazos de Pandora, no estaba para nada preparada que eso ocurriera, hubiese preferido mil veces enfrentar a Salvador y no ver como Axel salía de su vida de nuevo, esta vez por su propia decisión — ¿Así … se sintió… Axel …cuando… no- no lo… quise… ver más? — seguía hipando como una chiquilla — Lo-lo amo, Pan-Pandora… Lo amo…— Sabes la solución…— ¿Cuál? — abrió sus ojos tanto como pudo y se limpió con el dorso de su mano.— Quitarle el arma a Salvador. — ¿Estás sugiriendo que me exponga a la prensa? &mdas

  • Cerrando heridas, abriendo corazones

    — ¡Creo que es aquí! — Pandora observaba su teléfono y alrededor de ellas intentando reconocer el lugar.— ¿Aquí qué? ¡No veo nada, Pandora! — sollozó Freya, que pensaba en mil cosas menos en reabrir esa herida — ¡Ya no quiero estar aquí!Freya ahogó un grito cuando de su otro brazo la haló un hombre alto, pataleó y peleó con todas sus fuerzas, le costó reconocer a aquel hombre por varios segundos.— Soy Andrew, soy Andrew ¡Tranquilízate! — la mirada perdida y llena de terror de Freya se fue suavizando cuando por fin en medio de la penumbra de los columbarios lo reconoció.— ¡Estás bien! ¡Estás conmigo! — le aseguró Pandora. — ¿Qué está pasando? — Vengan conmigo — las reco

  • Solo una copa

    — ¿Cuáles serían esas “dos” cosas? — acentuó las comillas con sus dedos — ¿Axel Tremblay, sabes que pagas la mayoría de mis cuentas con todo el trabajo que tengo que hacer por ti y por tu familia?— Quiero ver por ultima vez a Freya. — Eso está complicado — contestó ella. — Y quiero que pongas mis acciones de Goddness Beauty a nombre de Andrew, quiero que él sea el nuevo CEO. Quiero que él esté a cargo de la compañía. — Axel — se quejó Andrew — Esto es de toda tu familia, no lo puedes ceder así no más. Yo estaré a cargo mientras todo esto finaliza. — Todos mis hermanos decidieron poner sus propias empresas, todos han hecho con su vida lo que más les gusta y yo, bueno, yo era el remplazo de mi padre, pero sin Freya en mi vida

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63 chapters
Prólogo
Verdades Dolorosas/Jennyfer Sánchez R
La ruleta giraba y Axel se sentía de suerte en ese momento, le había apostado a un solo número, el licor ya se le estaba empezando a subir a la cabeza y se obligaba a olvidarse de la desdicha de su corazón. — Veintidós negro … — anunció el joven que llevaba la mesa de la ruleta en ese casino. Axel golpeó la mesa, maldiciendo por lo bajo, había apostado cinco mil dólares al Veintitrés rojo, en algún momento su suerte se había acabado o tal vez se había ido junto con Kate su prometida. Tomo el teléfono e insistió en por veinteava vez en esa noche. Volvió a maldecir cuando lo envió directo a buzón de mensajes. — Creo que deberías darle tiempo, ella se comunicará contigo cuando pueda — insistió Andrew, que estaba tomando a la par de Axel, pero por alguna razón no estaba
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¿¡Qué haces en mi cama!?
Verdades Dolorosas/Jennyfer Sánchez R
— ¡Ah!— ¿¡Pe -pero qui - quién demonios eres!? — balbucea Axel, saltando de la cama mientras ella hace lo mismo. — ¡Eso mismo quiero saber yo! — le grita la joven, mientras intenta envolverse en las sábanas blancas, tanto ella como él se encuentran completamente desnudos — ¿Qué haces en mi habitación? ¿Cómo entraste? ¿¡Qué haces en mi cama!? Axel se manda las manos a la cabeza tratando de controlar las punzadas de la resaca, segundos antes estaban abrazados, abrieron los ojos al tiempo, sonrientes, satisfechos por la noche que pasaron. Lo primero que vio ella fueron esos ojos azules como el mar más claro y lo primero que vio él fueron esos ojos castaños ¿O serán caramelo? Se preguntó. Para luego caer en cuenta que ninguno de los dos se conocía. Y gritar de a impres
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Tres meses después
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— ¡Freya! A mi oficina ¡Ya!Ese grito se había vuelto el pan de cada día desde que dejó Toronto y llegó a Vancouver por esa propuesta de trabajo y de no ser por su orgullo, por ser un buen salario y porque realmente lo necesitaban sus padres hubiese renunciado ya hace tiempo. Además, se suponía que ella había cambiado de ciudad con la posibilidad de triunfar, ahora todo se le estaba complicando. — Ya tengo los reportes que solicitó, señor — llegó jadeando Freya después de correr por todo el pasillo detrás del supervisor de área. — Ya no los necesito — tomó las carpetas de las manos de Freya y las lanzó a la caneca de la basura. Su supervisor se había dedicado a hacerle la vida imposible desde que entró, la noche anterior Freya la había pasado en vela para tener listos los
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El ojo del huracán
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— Señor… — susana golpeó la puerta con sigilo, sabía que Axel no le gustaba que lo interrumpieran, pero la joven afuera había insistido en verlo — La señorita Freya Baker insiste en verlo — anunció con temor, el humor del señor Tremblay cada día era peor. — ¿Freya? — frunció el ceño, su corazón dio un brinco y en su mente se prendió una alarma, no reconocía ese nombre, sin embargo, en el fondo, en lo más oscuro de su ser algo le gritaba que sí lo conocía y solo pudo recordar aquellos ojos caramelo de hace unos meses atrás. — Dile que siga.Instintivamente Axel se pasó la mano por el cabello, se alisó su corbata y se levantó para apuntarse el botón de su abrigo. Aguantó su respiración cuando vio la puerta abrirse despacio ante él. Era ella,
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Voy a ser...
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El timbre insistente hizo que Freya se despertara, miró su reloj, se había quedado dormida, últimamente se sentía agotada todo el tiempo. Se levantó de un solo brinco y corrió hasta la puerta. — ¡Axel! ¿Qué-qué haces aquí? — sacudió su cabeza, confundida — Digo, no te esperaba tan pronto — en realidad no lo esperaba, una vez salió de su edificio, sintió que no volvería a ver a ese hombre, pero allí estaba, con un gesto de contracción en su rostro. — Debo ser sincero contigo — dio dos pasos dentro del lugar sin permiso y lo observó meticulosamente, no era gran cosa, un lugar pequeño, poco acogedor, económico, sobre todo — Estoy comprometido, me voy a casar. — ¡Oh! — atinó a decir a duras penas Freya, su corazón se arrugó por alguna
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— ¡Axel! ¿Qué diablos haces aquí? ¿Estás ebrio? ¿Qué sucede contigo? — lo tomó de su brazo y lo guío como pudo dentro de su departamento. Axel terminó desparramado en el sofá, pidiendo un trago más — Sssolo unoo y-y me iré ¡Hip! — ¿Qué carajos, Axel? — farfulló Andrew, corrió hasta su cocina para preparar un café expreso, cargado, solo eso le devolvería la razón a su amigo, o terminaría en el baño devolviendo hasta su dignidad. — Toma, toma. Bébelo todo.— ¡Agh!— Bébelo — lo obligo a pasar ese trago amargo de cafeína pura y esperó, a su lado, preocupado de que ese hombre no alcanzara a llegar hasta su baño y terminara arruinando su costoso tapete. — ¡M
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La ilusión de ser...
Verdades Dolorosas/Jennyfer Sánchez R
— ¡Buenos días, futuro papá! — entró Andrew a la oficina meneando en el aire un pequeño oso de felpa. — ¡Sh! ¡Sh! — suplicó Axel mientras se llevaba la mano a la cabeza. La resaca estaba haciendo estragos con él ese mañana y la verdad no tenía, el ánimo, el humor y siquiera la dignidad de hablar con él. — Está bien, está bien… — murmuró — Solo vine para echarte una mano con todo esto. — De momento necesito que te encargues de las transacciones con Francia, no tengo la cabeza para viajar allí y negociar con ellos. — ¿Qué? ¡No! No me refiero a eso. Me refiero a Freya, a tu bebé y a Kate.— Andrew… — empezó Axel murmurando, porque le dolía hasta hablar — Sé que me echaste bronca ano
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Una visita inesperada
Verdades Dolorosas/Jennyfer Sánchez R
— ¡Freya! Que gusto verte. Sigue, por favor. Ella había llegado temprano en la mañana ese día, no solo por su firma de contrato o por impresionar al que fuese su nuevo jefe, también quería preguntarle muchas cosas a Andrew que no estaba entendiendo. Le hizo una seña para que tomara asiento mientras él sacaba las cosas de su portafolios. — ¿Voy a compartir el departamento con alguien más? — lanzó la pregunta sin más ni más. — ¿Qué? Am… bueno, más o menos. — se rascó la cabeza y sonrió al verse descubierto — Es el departamento de Axel, pero él no lo ocupa mucho, en realidad hace meses que no va por allá. — ¿Qué? ¿Y si me descubren viviendo allí? — se levantó y empezó a caminar de un lado para otro, en real
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¿Recuerdas?
Verdades Dolorosas/Jennyfer Sánchez R
— Axel — ¡Mierda!... ¡Agh! — respingó éste de un susto — ¿Qué demonios haces aquí? — La confusión en el rostro de Freya era evidente, lo que había pasado esa noche, y ahora hacía como si no supiese que estaba allí. — ¡Te pregunté que qué haces aquí! — elevó la voz, mal humorado mientras se iba quitando el abrigo, para luego quitarse la camisa manchada del café que sostenía en manos cuando Freya lo asustó. — Andrew — murmuró Freya. — ¡Mierda, Andrew! — exclamó antes de irse a su habitación para cambiarse. Ver a esa mujer allí lo había consternado, cómo es que aparecía en los lugares, así como así. Luego cayó en cuenta que había encontrado la ropa del día anterior perf
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Cuando un cajón se cierra, una gaveta se abre
Verdades Dolorosas/Jennyfer Sánchez R
— No te preocupes — abrió su ultimo cajón y tiró la foto adentro sintiendo que algo en su ser se cerraba definitivamente. O solo era su cajón que hacía lo mismo. — Axel, yo … vengo a pedirte algo — titubeó la joven. — Dime…lo que necesites — habló más que dispuesto a concederle cualquier cosa, después de lo de esa mañana. — Hay una señora, del aseo que trabaja en el piso donde estoy …— empezó la castaña e inmediatamente Axel frunció su ceño, no esperaba que ella comenzara hablando de otra persona para pedir algo — Ella ha estado trabajando horas extras los últimos meses, pero no le han pagado. — ¿Qué? — suspiró — Freya… primero yo no soy quien se encarga de esas cosas, hay un departamento completo para eso.
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