El tribunal estaba colmado de murmullos y miradas expectantes. El juez, de rostro severo, presidía la sala mientras los abogados revisaban sus notas y los familiares de ambas partes contenían la respiración. Axel, sentado junto a Pandora, sentía el peso de cada mirada sobre sus hombros, pero también la fuerza de toda la familia Trembley presentes en las primeras filas.
Pandora se puso de pie, su porte impecable y su voz firme resonaron en la sala:
—Su señoría, la defensa sostiene que el señor Axel Trembley actuó en defensa propia y, sobre todo, en defensa de su familia. No fue un acto impulsivo ni premeditado, sino la única opción que le quedaba para evitar que Sorni, y Kate con antecedentes de manipulación y violencia, escapara una vez más de la justicia.
El fiscal la interrumpió, con tono cortante:
—¿Defensa propia? ¿Acaso no fue el señor Trembley quien embistió el vehículo de Sorni y Kate, poniendo en riesgo la vida de todos los ocupantes?
Pandora sostuvo la mirada del fiscal y re