Mundo ficciónIniciar sesiónCuando Eloisa Márquez encendió el auto, el sonido de las gotas golpeando el techo era casi un aplauso burlón a la decisión más estúpida que había tomado ese día, mentirle a su madre.
—Llevaré a mi novio ¡Claro que sí, mamá! ¡Obvio! ¡Mi novio real de verdad, que existe muchísimo!—repitió, imitando su propia voz con tono exageradamente dulce. Apretó los dientes y golpeó el volante con la palma abierta. —¡Ay Eloisa, eres brillante! una mentira piadosa, dijiste. ¡Qué piadosa ni qué ocho cuartos! ¡No tengo novio! ¡Ni para muestra!,—exclamó, rodando los ojos hacia el parabrisas. Accionó el limpiaparabrisas, aunque la tormenta en su interior era mas fuerte que la que había afuera del auto. Las luces navideñas de las casas iluminaban fragmentos del camino, parpadeando como si rieran de ella. El celular vibró en el asiento del acompañante, Eloisa le lanzó una mirada asesina,--- ¿ahora quien juro que si es alguien preguntando por mi novio voy a explotar, --- Y otra vez el recuerdo del mensaje de su ex volvió a su memoria... Eloisa sentía que con toda esa presión familiar o explotaba o podía inflar un neumático sin problema... ---Cariño... mis ovarios ni un maldito audio se atrevió a enviar o el señor considerado solo envío un mensaje de W******p... ja ... necesito encontrarme... ojalá no se encuentre nunca,--- bramo Eloisa. El auto avanzó por la calle mojada, el viento hacía que los carteles navideños se movieran como si fueran parte de una escena de película de terror de bajo presupuesto. Eloisa se inclinó un poco hacia adelante, tratando de ver mejor.--- y, yo tan estúpida le digo a mi mamá que llevare a mi ¡NOVIO!, universo juro que llevare a cualquiera, un duende, o al mismo Grinch,--- Las gotas de lluvia se estrellaban contra el vidrio, distorsionando la visión, la calle parecía más oscura de lo habitual. Eloisa tragó saliva, la frase volvió a su mente como una puñalada lenta.."¿Me estás dejando por W******p?" "¡COBARDE!", apretó el volante con fuerza... Intento prestar atención al camino pero su mente no colaboraba... solo recordar las palabras de su madre.."no te atrevas a venir sola Eloisa Márquez ", su abuela..." ya tienes veintinueve años", su tía" pobre Elo... mira a tú prima ya tiene un hijo y esta embarazada y es un año menor que tú ".... Eloisa sentía que toda la presión familiar la llevaría a explotar como un globo relleno de confites... respiró hondo tratando de calmarse,--- y si contrato a un actor, o debería poner un anuncio... contrato hombre para cena navideña pago con tarta casera y pollo...--- Una carcajada nerviosa salió de ella… y justo en ese instante, dobló la esquina. No vio el charco profundo que la esperó como un monstruo emboscado. El auto patinó. —¿Qué? ¡AY NO NO NO NO NO!,--- Los neumáticos chillaron, Eloisa sintió el corazón subirsele a la boca, el auto se deslizó, directo hacia una sombra que apareció de la nada frente a ella. —¡NO, NO, NO!— POM. El sonido resonó en todo su cuerpo, el cinturón se tensó, clavándose en su pecho, la cabeza de Eloisa golpeó suavemente contra el volante cuando el coche frenó de golpe. No fue fuerte, pero suficiente para hacerla ver puntitos brillantes. El silencio fue inmediato, solo la lluvia, solo su respiración acelerada. —Ok… ok… ¿Qué fue eso…? ¿Qué fue…?—susurró, llevándose una mano a la frente. Su visión estaba un poco nublada, parpadeó, varias veces, hasta que las luces dejaron de bailar. ¿Había golpeado un contenedor de basura? ¿Un tacho? ¿Un poste? Por favor, que no fuera nada vivo. —No puedo haber atropellado a alguien —dijo en voz baja, como si repetirlo lo hiciera real—. No puede ser… no puede ser… Se inclinó hacia adelante, temblorosa, observando por el parabrisas empapado. Apenas podía distinguir formas entre la lluvia. Una silueta oscura se movió, Eloisa ahogó un grito.—¡Ay no… ay no no no no… hay alguien ahí! ¡Lo maté! ¡Lo maté! ¡Soy una asesina navideña!—susurró, llevándose ambas manos a la boca. Sus ojos se agrandaron como dos platos, el pánico subió como espuma. —Respirá, Eloisa… no te desmayes… no te desmayes… —se dijo, golpeando suavemente su propio pecho. La silueta se acercó un paso, Eloisa chilló como si hubiera visto un fantasma, o peor... a su madre llamándola “solterona”. Pasaron dos segundos....Tres....Cuatro. El motor hizo un clic extraño, como si se quejara. La figura se inclinó un poco.... Eloisa abrió un ojo, vio algo, un rostro, pálido... demasiado pálido, cabello oscuro pegado por la lluvia.Y unos ojos… raros, intensos, como si pudieran ver a través del vidrio… y a través de ella. La figura levantó una mano... No hubo resistencia, no hubo duda, Sebastián tomó el alma y entonces escuchó... ---¿Hola? ¿Qué está pasando? ¿Por qué hay… dos yo? ¡¿Quién eres?!,--- pregunta Eloisa. El joven frente al auto dio un paso atrás, empapado, frunciendo el ceño como quien abre un correo electrónico con un error gravísimo. Miró una tarjeta brillante en su mano....Miró otra vez el auto. Y murmuró...—No puede ser… esta no es Eloisa Rivera....— Miró el documento que tenía en la tarjeta, Eloisa Márquez. —Me equivoqué, me equivoqué de Eloisa.—dijo, horrorizado. Elevó el rostro a la lluvia, inspiró hondo,—Papá tenía razón,trabajar en Navidad es una pesadilla— ---Oye..¿quien eres y porque hay otra yo corriendo atrás de mi auto?,¿Estoy muerta? ¿Estoy viva? ¿Estoy… en coma? ¡Ay, no! ¡Mi mamá me mata si no llego a la fiesta!,--- Eloisa hablaba sin parar. --No puede ser… Me equivoqué de Eloisa,--- susurró Sebastián Un error imperdonable, una catástrofe cósmica, había intentado llevarse el alma de una humana VIVA. Y para colmo… el alma ahora flotaba por ahí, escondiéndose detrás del coche como si fuera tímida. Los humanos ya se acercaban, por todas partes había movimiento, ruido, teléfonos grabando Si su padre descubría esto…Sebastián tragó saliva, tenía que pensar rápido ---Eloisa Márquez, tu alma debe volver a tu cuerpo y, yo tengo que corregir esto antes de que el universo colapse… o antes de que mi padre me destruya.--- dijo Sebastián ---¿Mi alma está?… ¿afuera? ¿Como un… globo? ¿Y tú eres… qué eres? ¿Un fantasma? ¿Un trabajador del cielo? ¿Un recolector de frutas espirituales?,--preguntó Eloisa ---Más o menos, no tenemos tiempo.--- respondió Sebastián Más humanos se acercaban y él necesitaba llevarla a un lugar seguro, donde pudiera devolverle su alma sin que nadie sospechara. Improvisó, cosa que jamás hacía... ----Eloisa, necesito que vengas conmigo y…--- trago salvia Sebastián. Ella lo miró como si él estuviera pidiendo algo más, --- oye yo no puedo ir contigo, tengo la celebración de navidad en casa de mi abuela, estará toda la familia, esperandome llegar con un novio, un cretino que me dejo por W******p, ---- Sebastián la miró, no podía creer que esa mujer hablara sin parar, hasta que escucho... --- Ya lo tengo, fingiras que eres mi novio,--- dijo Eloisa. --- Ah no.. eso jamás, --- respondió Sebastián --- Pues entonces chau y que tu papi se entere, yo no llegare sin un novio mi madre me mata más rápido que tu padre a ti,--- dijo Eloisa. --- Bien acepto,--- respondió Sebastián resignado.






