Natalie, una joven mujer que ha sufrido violencia doméstica en su matrimonio, regresa al rancho Moon Red en busca de ayuda y refugio. Allí, se encuentra con Malakai, un hombre misterioso y atractivo que trabaja como mano derecha del dueño del rancho, Magnus. Natalie no tiene idea de que Malakai es un hombre lobo, al igual que todos en el rancho. A medida que Natalie se establece en el rancho, comienza a desarrollar una relación cercana con Malakai, quien se siente atraído por ella de manera inexplicable. Sin embargo, cuando Natalie queda embarazada después de una noche apasionada con Malakai, él cree que ella lo está engañando y que el bebé no es suyo, ya que los lobos solo pueden preñar a sus compañeras, y Malakai no puede oler a Natalie como su compañera. Convencido de que Natalie lo ha engañado, se vuelve distante y frío con ella. Pero en el cuarto mes de embarazo, Malakai olfatea a su cachorro y se da cuenta de que Natalie no le mintió. Abrumado por la culpa y el arrepentimiento, se ve obligado a rogarle a Natalie que lo perdone, sin revelarle su secreto como hombre lobo. Mientras tanto, el exmarido de Natalie, un empresario poderoso, intenta recuperarla y retrasar el divorcio alegando que el bebé que espera Natalie es suyo. Esto complica aún más la situación y pone en peligro la seguridad y el bienestar de Natalie y su bebé. Mientras Malakai lucha por ganar el perdón de Natalie y demostrar su amor y lealtad, debe pensar como decirle a Natalie que es un hombre lobo. Natalie, por su parte, debe decidir si puede perdonar a Malakai y aceptar su verdadero naturaleza, mientras enfrenta la amenaza de su exmarido y descubre la verdad sobre el rancho y sus habitantes.
Leer másNatalie se sentó en la cama y respiró profundamente, tratando de calmarse, debería comenzar a hacer algo con esas pesadillas, pero aún no era tiempo, recién estaba comenzando a reconstruir su vida, aunque la verdad es que se sentía culpable, ¿Cómo había permitido que todo escalar a esos niveles? Y fue cuando las palabras de los médicos que la atendieron durante su internación, hicieron eco en ella.— Nada es tu culpa, tú eres la víctima, este tipo de personas no muestran su naturaleza de la noche a la mañana, ellos socaban tu autoestima, se aprovechan de mujeres solas, débiles…No, detuvo ese pensamiento, no queria reconocer que ella era débil, que ella estaba sola, por más que fuese verdad, no deseaba verse como víctima.Luego de un gran respiro y de la batalla diaria que era su mente, se levantó y se vistió para ir a la casa grande a desayunar con Magnus, algo que la hizo sonreír, se sentía segura, algo que aun no terminaba de comprender, ese estúpido anhelo de regresar a ese rancho
Malakai vio a Natalie ingresar al baño y como alma que persigue el diablo, tomo su ropa y se vistió de camino a la salida, ¿Qué rayos había sucedido? Ni el lo comprendía, no era la fiebre del celo, claro que no, el calor lo conocía bien y lo controlaba, sin embargo, lo que había pasado con Natalie, era inexplicable, él se había olvidado de las ordenes de su Alpha, esa humana era intocable y él había hecho mas que solo tocarla, lo peor era la sensación de molestia que crecía con cada paso que daba, deseaba regresar a ella, tomarla entre sus brazos y no soltarla jamás, pero no lo haría.— Maldita mujer.Murmuro molesto, ¿acaso era una encantadora de bestias? Solo eso se le ocurría pues no se olvidaba de como había montado al potro salvaje.— No puedo creer que follaras con esa puta. — la queja de Nilda lo hizo detener su caminata y gruñir ante sus dichos.— Natalie no es eso y cortare tu lengua si lo repites. — ni el mismo Malakai comprendía de donde salía tanta agresividad.— Lo es Mal
La mano de Malakai voló a la cintura de Natalie, y la atrajo a él, porque el escucharla pronunciar su nombre, lo hizo vibrar y su lobo se apodero de su mente, aunque el humano no puso objeción alguna, estaba perdido y lo sabía, lo mejor fue cuando se adueñó de los grueso labios de la castaña, quien lejos de espantarse u ofenderse, se aferró a la camisa de Malakai e hizo volar los botones, se podria decir que Natalie había ingresado en el mismo Torbellino que Malakai, la conciencia y el razonamiento se perdían en la joven quien recordaba estar en la puerta de su nuevo hogar y al segundo siguiente estaba recostada en su cama, recorriendo el pecho duro del vaquero de quien apenas conocía su nombre, aun así no se permitió pensar en nada, o mejor dicho, no podía pensar en nada mas que en ese hombre y como sus ojos parecían brillar con cada lengüetazo que le daba a sus pechos, mientras ella solo podía gemir lo único que sabia de él, su nombre.Malakai jamás en su vida había sentido el calor
Natalie ingresó a la cabaña grande cuando el sol ya se había ocultado, había pasado todo el día con Magnus, recordando travesuras que incluso a ella se le habían olvidado, no pudo contener un suspiro de alivio al ver el espacio amplio y acogedor. La cabaña era un verdadero refugio, con techos altos y ventanas grandes que dejaban entrar la luz natural. El mobiliario era lujoso, con sofás de cuero y alfombras de lana que cubrían el suelo de madera, se sentía en casa, en verdad, no era como esa vez que se mudó a la mansión de Maicol, donde el suelo pulido blanco y las paredes del mismo color sumado al minimalismo la hacía sentirse en un hospital.Aquí en cambio había hasta, una chimenea de piedra en la sala de estar, y una cocina equipada con electrodomésticos de alta calidad, la decoración era rústica, pero con un toque de elegancia que hacía que la cabaña se sintiera como un verdadero palacio en la montaña.De repente, una voz interrumpió sus pensamientos.— Bienvenida a su nuevo hogar
Malakai sabía que los problemas se avecinaban con la presencia de una humana en el rancho, pero nada podía hacer, después de todo, Magnus ya lo había decidido, y si le daba la gana, podía simplemente despedir a cada lobo que allí había, hacerlos picaros, y todo porque había reconocido a esa humana como hija, y por un segundo se sintió celoso de esa tal Natalie, se suponía que él sería el sucesor de Magnus, al menos eso le había dicho el viejo lobo, no era por codicia que deseaba tal cosa, era simplemente que sabia cuántos lobos buenos, necesitaban de una manada como la que en ese rancho se había construido.Sin perder más tiempo, dio la orden de que luego de las tareas diarias, los lobos acudieran al establo, debía dar la noticia y alentar a quienes no estén de acuerdo con la presencia de la humana a irse del rancho, le gustara o no.Y así fue, Malakai, se puso de pie en el centro del granero, rodeado de los lobos del rancho Red Moon, cuando los últimos rayos del sol se filtraban a tr
El silencio se propaga, los ojos de Magnus reflejan pena, ira, amargura, pasado.— El maldito trabajador no dudo en dispararle a la hermana de mi compañera, vi su cuerpo sin vida tendido a la entrada de la cabaña, y dentro, Lorenzo forcejeaba con el bandido, no lo pensé, el instinto me llevo a proteger a mi hembra y cachorros, me fui sobre él pidiéndole a Lorenzo que cuidara de Natalia y él como un buen amigo lo hizo, fue solo unos segundos, mi mano se convirtió en garra, sin preocuparme en que le diría al alguacil cuando viniera por el cuerpo del maldito, parecía demasiado fácil, pero no lo era, antes de que su vida se apagara, ese malviviente disparo una vez más, mis ojos de lobo me ayudaron a procesar todo con una increíble lentitud, el último suspiro del traidor, mientras la bala viajaba directo a la cabeza de Natalia, entonces, Lorenzo la cubrió, como si él también lo hubiera visto, se desplomo casi en simultaneo a cuando quite mi garra del pecho del malhechor. — un suspiro pesa
Algo en mi interior me impulsaba a ir a la casa grande y enterarme que carajos fue eso ¿desde cuándo Magnus daba abrazos? No, mejor aún ¿desde cuándo Magnus abrazaba a humanas? Aunque si debía pensar en frio, la pregunta era, ¿desde cuándo me importaba lo que sucediera si no me relacionaba directamente? ¿en qué momento me convertí en un chismoso?— Mejor muevan sus traseros y… — mi orden fue ignorada, ante el pequeño grupo de obreros que balbuceaba lo que para mí eran incoherencias.— El jefe la llamo hija. — dijo con asombro un trabajador y casi caigo de la valla del picadero.— Le dijo pulga. — aseguro otro aún más sorprendido y eso me confundió, si un lobo nombra a alguien como pulga, es porque es un gran problema.— ¿De qué van ustedes y su revuelo? — indago como si realmente no me interesara.— No lo vas a creer Malakai, una humana llego al rancho… — comenzó a explicar el más joven de los seis.— Sí, creo que todos lo vimos. — mi comentario hace reír al pequeño grupo.— Llamo al
La gran casa luce igual que cuando nos marchamos, como si el tiempo se hubiera detenido, en parte es satisfactorio y a la vez triste, que un hombre este solo, detenido en el tiempo.No fueron más de cinco pasos los que pude dar, antes de que Nilda apareciera frente a nosotros, su recibimiento no fue tan efusivo como el de Magnus, pero es entendible, yo era solo la niña que complicaba su labor en aquel entonces y parece que ahora también.— Prepara la cabaña grande y acomoda las cosas de mi pulga allí. — Nilda no dice nada, pero su rostro deja más que en claro que la orden de Magnus no le agrada.— No es necesario yo puedo… — trato de decir mis intenciones de esta visita que más es un pedido de empleo.— Eres mi invitada, no una empleada. — bien, eso no es lo que vine a buscar y debo dejarlo en claro.— Magnus…— Nilda, ve y has lo que pedí, y tu pequeña pulga, espera en mi oficina, mientras preparo café. — a pesar de que el rostro de Magnus es serio, veo cierta alegría en sus ojos.Si
El sol aun no mostraba su rostro, pero el rancho necesitaba atención y ese era mi trabajo, ser la mano derecha del jefe tenía ventajas, pero a cambio se debía cumplir, y yo lo hacía.El rancho Moon red era mi hogar desde hacía quince años, y aunque muchos me miraban sobre el hombro, les dejaba en claro que mi lugar no lo tenía por ser lame botas del jefe, claro que no, apenas era un cachorro de dieciocho años cuando llegue aquí, cansado de ser parte de una manada mal manejada, cansado de la reserva, queria probar la vida en la ciudad, pero claro que siendo un niñato, no tenía mucho que hacer, hasta que supe del rancho Moon Red, y de un Alpha que dejo todo atrás cuando su compañera murió, y aunque en un principio trato de relacionarse con los humanos, poco a poco comprendió que somos de razas diferentes y si bien tiene socios y amigos humanos, solo contrata a lobos y, de todos, yo fui su hoja en blanco, el modelo para ser su sucesor, ya que nunca tuvo cachorros con su compañera, nunca