Esa noche marcó un antes y un después en la manada Red Moon, aquellos vaqueros que eran hombres lobos y que siempre se mantuvieron en paz y tranquilidad, descubrieron de mano de su luna que a veces era necesario derramar sangre para mantener la seguridad de la manada.
Esa noche no llamaron a los oficiales del pueblo, tampoco le informaron al oficial Fernández que ya no era necesario seguir buscando a Nelson, no harían nada de eso, porque lo sucedido esa noche en Red Moon poco tenían que ver con la raza humana, era un problema de lobos y como tales lo solucionarían, además no se olvidaban que aún estaba abierta la investigación sobre el asesinato de Nilda, por lo que eran varios guardas parques los que buscaban a un gran lobo que había atacado hasta la muerte a la mujer, por suerte aquel hecho había ocurrido a cientos de kilómetros del rancho, por lo que no tenían temor alguno de que humanos llegaran a husmear a sus tierras, y pretendían que todo continuase de ese modo.
Fue por todo es