Mundo ficciónIniciar sesiónNueva Genesis fue el nombre que le pusieron a ese país, pues fue uno de los primeros en dejar la cacería de demonios, donde eliminaban a las personas que nacían con habilidades, pues sabían que en un futuro podrían volverse un problema, después de décadas empezaron a aparecer seres algo poderosos los cuales ayudaban a las personas a su manera, algunos abusaban de sus habilidades creando algo de caos y otros sólo se escondían por miedo. La historia gira en torno a Ino la cual conforme crecía fue descubriendo las habilidades que tenía, ella después de ver la naturaleza oscura y retorcida de la humanidad, tendría que elegir a que bando al cual ayudar y apoyar, pues sus padres eran humanos pero su naturaleza era la de una princesa demonio.
Leer másAl día siguiente, Mario decidió vender la granja. Quería pasar más tiempo con Cecilia y cuidarla después de casarse. Pero Ino quería quedarse con la granja.Mario no estaba tan seguro de dársela. La primera vez que la llevó allí, los animales de engorde se asustaron tanto que uno escapó. Ino lo persiguió y, al alcanzarlo, se lanzó sobre él como un tigre. El animal terminó desmayado del susto.Mario la convenció de que se dedicara solo a la confección. Heredaría las fábricas y la fortuna que le dejó Adrián, su verdadero padre. No tendría tiempo para administrar una granja. Ino dejó de insistir. Después de pensarlo, Mario tenía razón.Esa misma tarde, Karma visitó a Cecilia. Manipulando su rostro, le devolvió su apariencia. También le informó que su clon le enviaba la mitad del dinero de la familia que la maltrató. Le pidió que viviera feliz, igual que ella, y que no lo contactara más. No quería recordar nada de esa familia.Esa noche, la santa visitó a Ino. Le contó todas las habilidade
Para Ino, aquello era una buena noticia. El ser llamado “el guardián” no mentía. Si alguien rompía la promesa, moriría al instante. Así que ahora estaba segura: sus padres estarían a salvo.Ino les dio su sangre con esa autoridad. Después de eso, Seven y Malty se retiraron.—Bien, ya todo está resuelto. En ese caso, me retiro, joven Redsy —dijo el guardián, antes de abrir un portal y desaparecer.—Ya que se resolvió… ¡vamos a comer y festejar! —dijo Yuno, mientras el oro dorado la cubría por completo—. Qué bien se siente estar rodeada de oro. Vamos, no se contengan… dejen salir su naturaleza.Ino sacó sus armas de caos: tentáculos con cabezas de serpientes de dientes afilados. Mientras ella comía, sus serpientes también devoraban. Todos se sorprendieron al ver que Ino y sus armas se comían incluso los platos… como si fueran galletas.—Eso es interesante —dijo Yuno, fascinada—. Veamos cuánto puedes comer… Ino, ¿qué tal si apostamos?—¿Qué apuesta? —preguntó Ino, interesada.—Si puedes
Al día siguiente, después del desastre de la cena, Karma estaba molesto. Reunió a Aida e Ino en la sala de profesores durante el recreo.—Escuchen, Aida, Ino… hablé con Redsy esta mañana. Dijo que el problema con Seven es más complicado de lo que pensábamos. Tiene negocios con Yuno, la representante de la avaricia. Redsy pidió que acompañemos a Ino en caso de que las cosas no salgan bien. Nos reuniremos con Seven, Yuno y Redsy esta noche.—¿Por qué debería ir yo? ¿No sería suficiente que tú vayas con ella? —dijo Aida, molesta por tener que ver de nuevo a Redsy.—¿Vas a dejar sola a tu aprendiz? —respondió Karma, molesto.—Maldita sea… está bien. Los acompañaré —dijo Aida, resignada.Ya en la noche, Karma abrió un portal y los llevó a una gran sala con una mesa redonda repleta de comida. Allí estaban Yuno, Redsy y Seven. Los tres estaban acompañados.Karma se sintió incómodo al ver a la acompañante de Seven.Ino se sentó entre Aida y Karma, lista para ser protegida si las cosas se salía
—Hee… se llama… —dijo Ino, nerviosa.—Esa información es privada —interrumpió Aida rápidamente, sonriendo.—Ya veo —dijo Redsy, sonriendo—. Ahora que lo recuerdo, Karma me dijo que querían que eliminara a Seven, ¿verdad?—Sí. ¿Lo vas a hacer? —preguntó Ino, mientras llegaba la comida—. Sigan trayendo más, por favor —añadió, comiendo feliz.—Sí, pero a cambio… me encantaría tener una cita con usted, señorita Aida —dijo Redsy, sonriendo.—Lo siento, pero estoy casada —respondió Aida, molesta por dentro, aunque manteniendo la sonrisa.—Solo es una cita —insistió Redsy—. Incluso puede llevar a su hija. Ella podrá comer todo lo que quiera.—¿Más comida? —dijo Ino, interesada.—Lo siento, pero estaré ocupada —dijo Aida, cada vez más molesta ante la insistencia.—Pero aún no te he dicho el día —dijo Redsy, sonriendo.—Karma, dile a tu amigo que me deje en paz —dijo Aida, molesta.—Redsy, creo que es mejor que no insistas —dijo Karma, preocupado.—Ya dejemos de jugar. Sé que no estás casada.
—Dime, Ino… ¿ya puedes ver la barra de amor? —preguntó Aida, sonriendo.—¿Barra de amor? ¿Qué es eso? —dijo Ino, confundida.—Es un medidor de afecto, por así decirlo. Mientras más alto sea, más amor siente una persona por otra. Puedes ver cómo sube o baja dependiendo de con quién esté —explicó Aida, con una sonrisa.—Muchas gracias por la información, Maestra Aida. Ahora seguiré con lo que tenía planeado —dijo Ino, sonriendo.—Espera un momento, Ino —dijo Aida, deteniéndola—. Dame esas cartas de odio que recibió Koizumi.—¿Qué? —dijo Ino, sorprendida.—Lo siento, Ino. No puedo permitir que castigues a otros estudiantes. Eso es trabajo de los maestros. Así que… dame esas cartas —dijo Aida, extendiendo la mano.Ino, algo molesta, se las entregó.—Bien. No te preocupes, nosotros nos encargaremos —dijo Aida, con una sonrisa.—En ese caso, volveré con Koizumi y Azuma —dijo Ino.—Ino, si no te importa… quisiera acompañarte a esa invitación —dijo Aida.—¿Por qué quiere ir? —preguntó Ino, co
Ino estaba sola en el hospital, sentada al lado de Mario. Había decidido ir sin Erika. Se dio cuenta de que, en vez de ser una ayuda, Erika sería una carga. Al fin y al cabo, solo era humana. Sus manos eran rápidas, sí, pero no lo suficiente.—¿Qué se supone que debemos hacer? —pensó Ino—. ¿Debemos decírselo?—Yo creo que no —respondió Jubi desde su mente—. Eso podría preocupar a Cecilia… y afectar al bebé.—Necesitamos más poder —dijo Ino, preocupada—. ¿Viste cómo dejaron a Karma y a la santa?—Si abandonas tu humanidad, serás más fuerte. Incluso más que Karma —susurró Jubi.—No lo haré. Lo guardaré como último recurso —respondió Ino, molesta.—No te preocupes, Ino. Cecilia está bien. Solo es un chequeo. Cuando salga del hospital, iremos a celebrar que está embarazada. Podrás comer todo lo que quieras.Mario pensaba que Ino estaba preocupada por el desmayo de Cecilia. No sabía nada de lo que había pasado en su casa.—Sí… vamos a celebrar —dijo Ino, fingiendo una sonrisa.En otro luga
Último capítulo