Lance Mckeson lo tiene todo: dinero, fama y mujeres a sus pies. Pero detrás de esa fachada de chico rebelde y mujeriego, esconde un pasado que lo marcó para siempre. Karina Lara, en cambio, es una joven reservada, llena de inseguridades y prejuicios que la mantienen a salvo… o eso cree. Cuando sus caminos se cruzan, lo que comienza como un choque de mundos opuestos despierta una atracción inesperada. Entre errores, miedos y secretos, nacerá un amor tan intenso como desafiante. ¿Podrán ambos dejar atrás sus heridas y darse la oportunidad que la vida les presenta? ¿O el peso del pasado será más fuerte que el amor que comienza a crecer entre ellos?
Leer másVíspera de Acción de Gracias
París, Francia - 2003
Martha
Otra vez dejo Nueva York atrás. Otra vez cruzo un océano solo para intentar algo que ya parece imposible: convencer a Lance de volver a casa. Estoy harta de verlo perderse en esta vida que eligió, de observar cómo se hunde tras todo lo que sufrió. No puedo resignarme. No voy a resignarme. Es hora de que recupere el rumbo, aunque tenga que arrastrarlo conmigo.
El frío de París cala hasta los huesos mientras camino por las calles empedradas. Las luces de los cafés iluminan las aceras, y la Torre Eiffel brilla en la distancia. Es hermoso, pero no para mí. No cuando vengo a buscar a mi hijo perdido en esta ciudad que lo consume.
Llego al pequeño departamento donde se hospeda Lance y golpeo la puerta con firmeza. Me recibe con el rostro cansado y los nudillos marcados.
—Lance, no lo puedo creer. Me juraste que no volvería a pasar. ¡Mírate! ¡Otra vez te fuiste a las manos con tu jefe! —le suelto, sin contener mi frustración.
—Mamá, ese tipo es un imbécil sin escrúpulos. Cree que todo se compra con dinero —gruñe—. Y sabes perfectamente lo que pienso de esa gente.
Sus puños aún están tensos. Puedo ver la rabia ardiendo en sus ojos. Siempre ha sido así, incapaz de quedarse callado, incapaz de tolerar la injusticia.
—No pienso seguir moviendo mis influencias para conseguirte trabajo. ¡Ya basta, Lance! —exhalo con cansancio—. Lo mejor sería que regresaras conmigo a Estados Unidos. Podrías ayudarme en la empresa…
—Madre, nunca te pedí que hicieras eso por mí —me corta con frialdad—. Quiero hacer las cosas por mi cuenta. Y no me interesa la empresa. Además, dudo que a Cristina le haga gracia la idea.
—¿Qué dices? ¡Cristina estaría encantada! Eres su hermano, te extraña. Y, sobre todo, necesitas salir de este pozo en el que te has metido. ¡Esto no es vida, Lance! No puedes seguir de fiesta en fiesta, de cama en cama. ¡No te hace bien! —Mi voz se quiebra, pero me niego a llorar.
—Mamá, por favor, no insistas. Quiero hacerlo a mi manera.
—Hijo, te propongo un trato. ¡Seis meses! Solo seis meses en Nueva York. Si después quieres volver, no te detendré. Lance me observa con sus ojos azules entrecerrados. Estudia mis palabras. Sabe que estoy desesperada.
—Está bien, mamá. Solo seis meses. Pero empiezo después de las fiestas, ¿de acuerdo?
—De acuerdo —susurro, sintiendo que al menos he ganado una pequeña batalla. Pero no puedo evitar sonreír—. Además…
—¿Además qué? —inquiere con suspicacia. —Tal vez encuentres a alguien y te enamores.
Lance suelta una carcajada seca.
—No lo creo, mamá. Eso no es lo mío.
—El amor siempre llega cuando menos lo buscas… —le digo con certeza y niega con la cabeza, aún le pesa el pasado, pero algo me dice que solo falta que encuentre a la mujer indicada para cambiar su vida.
Nueva York
Cristina
Las luces del rascacielos titilan sobre los ventanales de la oficina. Resoplo y dejo los papeles sobre el escritorio todavía pensando en mi hermano, como siempre, mamá dejó todo tirado para ir a buscar a Lance. Y ahora me toca decidirlo todo en la oficina. No puedo más, el malestar se filtra en cada palabra que escapa de mis labios.
—Según mi mamá, tratará de convencer a Lance de regresar a Nueva York. ¡La que nos espera con lo mujeriego e irresponsable que se ha vuelto! Roger, mi esposo, sonríe con paciencia.
—Vamos, amor, deberías alegrarte. Es tu hermano. Solo necesita su familia para sentar cabeza.
—Roger, sabes perfectamente cómo es Lance. No toma nada en serio. Y lo último que quiero es que convierta la oficina en su parque de diversiones.
—Entonces ponle límites. Pero dale una oportunidad.
Me masajeo las sienes.
—Amor, ¿necesitas algo más? Estos documentos ya los firmé. ¿Se los paso a Karina para que los envíe?
—Sí, por favor. Y gracias, Roger. Me besa en la frente y se va.
Ojalá yo pudiera tomarme todo con su calma, pero no puedo, Lance es sinónimo de problemas y basta que ponga un pie en la empresa para tener que lidiar con sus desastres.
Karina
Otro día más de trabajo o eso pensé cuando llegué a la oficina, pero pequé de ingenua porque apenas puse mis pies en el piso de la presidencia observé el ajetreo en los pasillos, escuché los gritos de Cristina, una de las dueñas de la empresa, y pensé que era algo temporal y allí fallé. Incluso sigo escuchando los comentarios de mi compañera.
—Karina, ¿escuchaste los rumores? ¡Lance regresa a la empresa! —dice Ana, suspirando con sueños en los ojos. Ruedo los míos.
—Ana, ¡por Dios! No dejas de babear por él. Seguro es el típico niño rico, mujeriego y arrogante. No creo que se fije en nosotras, y si lo hace, solo será para llevarnos a la cama, para una aventura nada más.
—¡Tú no lo has visto! Es alto, al menos 1.80, cabello castaño oscuro, cejas gruesas, esa nariz perfecta, una sonrisa letal… ¡Un adonis! Y cualquier mujer moriría por estar entre sus brazos. Tal vez sea la afortunada. Niego con la cabeza.
—Sigue soñando, Ana. Es solo un hombre más y no vale la pena complicarse la vida. Recuérdalo.
Días después - Cerca de las fiestas navideñas
El viento helado me golpea el rostro cuando llego a mi edificio. Siento un alivio enorme al cerrar la puerta tras de mí, sigo unos pasos más adelante en dirección al ascensor, todavía recordando los chismes de la oficina, sobre todo la emoción de Ana por la llegada del hijo de la dueña. De repente suena la campana, las puertas se abren indicando que llegué a mi piso, avanzo a la puerta usando mi duplicado.
—Buenas noches, ¡qué lindo llegar a casa! —suspiro al entrar en el departamento.
—¿Cansada, hermanita? —pregunta Rebecca desde el sofá.
—Exhausta. Las fiestas y la llegada del hijo de la dueña han convertido la oficina en un caos.
Rebecca arquea una ceja.
—¿Entonces, viene el cuñado de Roger? Espero que no trabajes con él.
—¿Por qué lo dices? —inquiero, con dudas mientras me dejo caer en el sillón.
—Karina, ¿No te acuerdas el día que conocimos a su hermana en el restaurante? Hace una pausa dramática y continúa. —Te dije que el muy sinvergüenza se me insinuó, creyó que estaba sola con Cristina, pensó que era una amiga de ella y lo peor fue cuando apenas pudo ya estaba en la barra coqueteando con una chica. Bueno, pero basta de hablar de él y dime ¿Vas a aceptar la invitación de mi amigo?
—Rebecca, ya te he dicho que no, no quiero tener ninguna relación después que el idiota de mi exnovio me engañó, todos los hombres son iguales, solo quieren llevarte a la cama —le afirmo.
—Hermanita, no todos los hombres son unos sinvergüenzas, más bien deberías darte una oportunidad y conocer a alguien que valga la pena —me insiste.
Suspiro. Esto se pondrá interesante, pero ahora mismo no sé si mi corazón esté listo para confiar en un hombre.
AspenAl día siguienteLanceMe despierto aún con mis ojos entrecerrados estiro mis brazos buscando a mi esposa en la cama, cuando la veo sentada en el filo de la misma hablando por el celular me acerco por detrás abrazándola y besando su cuello mientras sigue en su llamada, en segundos me hace señas diciéndome que me controle, pero yo sigo hasta sentarme colocando mis piernas a un costado de las suyas y hacerla sentarse en mi erección cuando suelta un grito y termina colgando la llamada._no te puedes controlar me dice a modo de regaño__ no quiero le digo ayudándola a moverse con mis brazos__ te voy a matar, estaba hablando con mi madre logra decirme volteando a verme y sigue moviéndose__ mátame, haz me lo que tú quieras, pero sigue, en minutos llegamos al orgasmo, la abrazo para luego buscar su boca dándole un corto beso diciéndole que la amo__ yo también te amo, desesperado me dice regalándome una sonrisa __ ¡no te gusta el sexo matutino! es bueno comenzar el día así amor, no l
Meses después febreroKarinaHe vuelto a trabajar en la oficina este último mes, solo las mañanas por el momento, mi esposo es el más complacido con la noticia, poco a poco hemos vuelto a nuestra rutina, nuestra hija sigue creciendo está por cumplir cinco meses ahora el 21 de febrero, el día de mi cumpleaños el 17 de enero ha insistencia de las chicas hemos celebrado un día antes con una noche solo de mujeres, claro a Lance le toco hacerse cargo de Emma con la ayuda de Lupe, Lance es un padre maravilloso muy pendiente de ella, apenas llega a la casa corre a verla, se ocupa de ella en todo lo que puede hasta la hora de acostarla.Hace algún tiempo estoy buscando el regalo de aniversario para mi esposo, me ha resultado difícil, pero recordé que muchas veces desde que lo conocí siempre estaba buscando un libro de Sídney Sheldon Si hubiera un mañana una primera edición, según me conto era un libro que su padre le leía mucho y por accidente lo daño, he encontrado una pr
Un mes despuésKarinaEste tiempo ha sido de adaptación entre Emma que cada noche se despierta, pero Lance por más cansado que este corre atenderla y me la da para que la alimente y la casa que aún no me acostumbro a estar tan lejos de Central Park, mi esposo todo este tiempo se las ha arreglado para que almorcemos juntos todos los días, como él lo dijo estrenamos la cama, hicimos el amor de una manera diferente entre caricias, besos y juegos nos hemos amado dentro de nuestras posibilidades aún no podemos estar juntos como lo ansiamos pero me ha dicho que él me espera y siempre me recuerda que me ama, hoy tenemos nuestra cita con Greg para ver que nos aconseja como método de prevención.Ahora estoy terminando de arreglar a Emma para ir a la cita cuando siento que Lance me abraza por detrás._ amor debemos apurarnos se nos hace tarde me dice robándome un beso__ me ayudas con Emma está bastante inquieta le digo tratándole de ponerle unos zapatos__
LanceKarina ha entrado al quirófano mientras yo me estoy poniendo la ropa quirúrgica la bata y la mascarilla, en seguida entro al lugar veo a mi esposa que grita con cada contracción y Greg dándole las indicaciones cuando debe pujar me acerco a sostener su mano, alentándola en cada momento._ amor tú puedes, vamos le digo__ Karina ahora un último esfuerzo falta poco le dice Greg __ ahí viene otra tú puedes hermosa le digo__ ya se ve la cabeza, un esfuerzo más le dice Greg_En segundos escuchamos el llanto del bebé, felicidades chicos es una hermosa niña nos dice Greg._ estoy orgulloso de ti, eres muy valiente le digo dándole un corto beso__ Lance quieres cortar el cordón umbilical me dice Greg y lo hago en fracciones de segundos coloca a la bebé en el pecho de Karina._ es una niña dice mi esposa emocionada sosteniéndola__ si amor es perfecta nuestra bebé gracias por hacerme padre, te amo__ es bella nuestra be
Casi dos meses despuésLanceLa última semana le hecho hincapié a Karina que debe dejar de trabajar así sea desde la casa puedo notarla más cansada y al parecer lo ha hecho, igual este tiempo la he llamado a toda hora y todos los días almorzamos juntos en departamento esa es una de las ventajas de vivir a unas calles de la empresa, claro que Lupe sigue ayudándonos en todo en la casa y le he dicho que me avise cualquier novedad con mi esposa.Ahora mismo me ha tocado hacerme cargo de la empresa, mi madre a viajado a España y Cristina esta visitando a sus suegros en Washington me han dejado saber que, si hay alguna novedad con Karina y él bebé les avise inmediatamente, pero también me he tenido que hacer tiempo para la supervisión de las modificaciones de la casa que se han tardo más de lo planeado por los permisos de construcción.KarinaMe han llamado de urgencias de la casa que necesitan que estemos Lance o yo para tomar una decisión acerca de una modi
Dos días despuésLanceAyer en la oficina invite a mi madre y Cristina para un almuerzo en nuestro departamento, Karina hizo lo mismo con su familia, en este momento deben estar por llegar nuestras familias cuando veo a mi esposa salir del dormitorio vestida con su ropa de maternidad y me acerco._ te ves muy linda, estas preciosa con ese vestido le digo agarrándole la mano__ gracias estoy mas cómoda pero no estoy gorda o si me dice con dudas__ aún no amor, pero así te pongas gorda, te vas a ver adorable con está pancita le digo acariciando su vientre cuando somos interrumpidos por el timbre de la puerta__ la puerta deberíamos abrir me dice __ si tienes razón, lista le digo soltándola y caminando a la puerta__ si todo saldrá bien me dice y abro la puerta encontrándome con mi familia_En segundos entra mi madre junto con Cristina, Roger y mi sobrina los saludamos con besos y abrazos, pero puedo notar que mira
Último capítulo