Cuando la vida de Jia se desmorona ante sus ojos con el abrupto final de su relación y el colapso del matrimonio de sus padres, se ve forzada a enfrentar una nueva realidad impuesta por las decisiones de otros. Siguiendo las órdenes del tribunal, se muda con su padre, y se ve obligada a compartir techo con la mujer que destruyo a su familia, junto con su hijo, Jackson Donovan, quien resulta ser el mejor amigo de su exnovio. Entre la tensión familiar y la incomodidad al compartir techo con las personas que detesta, Jia descubre una sorprendente conexión con Jackson. Lo que comienza como una relación forzada pronto se transforma en una complicada atracción que desentierra secretos enterrados y los lleva a un territorio desconocido y prohibido.
Leer más—Tienes que irte con tu padre. —Mi madre dijo con una gran tristeza.
Abrí los ojos como plato y negué apenas las palabras llegaron a mis oídos. No podía creer que un juez le hubiera dado la custodia a mi padre en lugar de a mi madre. —Pero… ¿Por qué no me puedo quedar contigo? —Necesitaba saber la respuesta. No era que mi padre fuera alguien que me tratara mal, pero desde que me había enterado de su infidelidad, el rencor que sentía hacia él era muy fuerte y no toleraba ni verlo. —Según el psicólogo, no soy acta para estar a tu cargo… Solté unas lágrimas. Miraba la escena más desgarradora que alguna vez pude presenciar. Mi padre palpó mi hombro, como signo de apoyo, pero sí él en verdad quisiera apoyarme, no hubiera destruido a esta familia desde un principio, ni tampoco se hubiera metido con otra mujer.Mi boca estaba llena de muchas palabras, quería incluso maldecirlo, pero me tragué las ganas de hacerlo. Que mis padres estuvieran discutiendo no era nuevo para mí, pero que esa discusión fuera a causa de mi custodia era diferente.
Entonces, en medio del caos emocional, mi mente se convirtió en un torbellino de pensamientos. ¿Cómo podría aceptar vivir con un padre al que apenas podía soportar? ¿Qué pasaría con mi madre, quien había sido mi roca durante todos estos años de tensiones familiares?
Con el corazón pesado, me levanté de mi silla y me dirigí hacia la ventana, buscando desesperadamente un atisbo de consuelo en el paisaje exterior. Pero todo lo que veía era un mundo distorsionado por la amargura y la decepción. ¿Cómo podría encontrar mi lugar en un lugar tan desgarrado? Mi madre se acercó a mí con ojos llenos de angustia, extendiendo una mano hacia mi hombro tembloroso.—Hija, esto no es lo que quería para ti. Pero tenemos que aceptar la decisión del juez por ahora. Te prometo que encontraré la manera de estar cerca, de seguir siendo parte de tu vida.
Sus palabras me ofrecieron un rayo de esperanza en medio de la oscuridad. Pero primero, tendría que enfrentar el desafío de vivir bajo el mismo techo que mi padre, y la mujer que era su amante.Tenía diecinueve años, pero aun así alguien se tenía que hacer cargo de los gastos de mi universidad. No era fácil, porque hubiera preferido tal vez trabajar y ahorrarme todo esto, sin embargo, no lo hice así.
Pensé que las cosas saldrían a mi favor, se supone que las leyes actúan más en contra de la madre, lamentablemente no fue así y mi mamá tuvo que llorar sin consuelo cuando salí de la casa que por tantos años había sido mí hogar.
No quería dejarla, ahora solo me tenía a mí, pero nada de eso le importó a Arturo, mi padre, y así fue como me llevó a vivir con él y con la que ahora fuera su esposa. La culpable de que ellos se hubieran divorciado, la que se metió entre su matrimonio y no sabían cuánto la odiaba. La casa que había comprado para ella era mucho más grande que la que ocupaba con mamá, hasta en eso le había ganado y la furia no podía más conmigo.
Apenas entre al lugar, Reina me recibió con un abrazo alegre. No pudo estar más fuera de lugar. ¿Qué se creía?
Le devolví el abrazo con frialdad, preguntándome si era posible que no percibiera la tensión en el aire, si no entendía cuánto resentimiento albergaba hacia ella. Era difícil contener la rabia que bullía dentro de mí, pero por el momento, decidí guardar silencio y seguir adelante, aunque cada paso dentro de esa casa se sentía como una traición a mi madre.
Ella estaba feliz de verme ahí, no podía decir lo mismo. Quería acabar rápido con esto y encerrarme en la que ahora sería mi habitación, por lo que me restara de vida. No tenía el ánimo de nada y menos de conocerla, no pensábamos igual.Pero sí aun mi desconcierto no fuera poco, me di cuenta de que detrás de ella se encontraba un chico, que inmediatamente supuse que era su hijo, quien escuché nombrar a mi padre en el camino para acá y en como esperaba que nos lleváramos bien. Me reí por dentro, eso no iba a pasar.
Era alguien que no conocía ni me interesaba conocer hasta que lo reconocí y maldije en mis adentros, porque solo eso me faltaba que me pasara.
¡¿Jackson Donovan?!
¡Mierda!
Fue lo primero que pensé al verlo. Esto tenía que ser una broma.
Él era amigo del idiota de mi ex, el cual había roto conmigo unos días después de que mis padres se divorciaran. Si las posibilidades de que él y yo nos lleváramos bien eran nulas, en cuanto supe de quien se trataba, se volvieron inexistentes.
¿A caso el universo había conspirado en mi contra para que ahora me topara con el idiota de su amigo? Él levantó una ceja, curioso cuando me vio. Claramente también me reconoció. Para ambos era una sorpresa vernos allí y más sabiendo que de hoy en adelante tendríamos que vivir en la misma casa. Sería una tortura, no, más que eso, una maldita pesadilla.
Jackson y yo intercambiamos miradas cargadas de resentimiento y sorpresa. No había olvidado cómo me había tratado su amigo y estaba segura de que él tampoco había olvidado cómo lo había mandado al diablo en más de una ocasión.
Reina, ajena a la tensión entre nosotros, continuaba con su charla animada, sin darse cuenta de que estaba metiendo a dos enemigos declarados bajo el mismo techo. Me esforcé por mantener la compostura, pero por dentro, mi furia crecía con cada palabra que salía de su boca. Finalmente, Jackson rompió el incómodo silencio.—Que sorpresa… —murmuró con una sonrisa irónica, como si estuviera disfrutando de la situación.
Asentí con la mandíbula tensa, sin apartar la mirada de él. No iba seguirle el juego, no iba a permitir que pensara que me intimidaba. Aunque por dentro, mi mente estaba trabajando a toda velocidad, tratando de encontrar una forma de lidiar con esto.
Entorné los ojos sin que me vieran, al menos me cuidaría de mi padre y al regresar la mirada le sonreí falsamente. Era mi mejor actuación. No lo soportaba, eso ya había quedado claro para él.
—¡Jackson, que sorpresa! —dije con falso entusiasmo. La verdad era que no quería ni verlo, todo me recordaba a su idiota amigo.
—¿Se conocen? —Mi padre preguntó fascinado al notar que se iba a ahorrar las presentaciones y la verdad es que yo igual. Aunque al parecer él, no entendía la diferencia de conocernos a ya ser super amigos.
—Jia y yo vamos a la misma Universidad. —Jackson caminó hacia su madre, escudriñándome con la mirada. Y pude sentir su lesividad en ella.
Arturo se llevó la mano a la frente haciendo ademán de "Oh es verdad." Al parecer a mi querido padre se le había olvidado incluso a donde estudiaba.
—¿Puedo ir a mi habitación? —pregunté impaciente. Era demasiado para un día. Incluso mi padre debía darme las gracias de no haber dicho algo que incomodara a todos ahí. Era casi mi especialidad, pero prefería esperar un poco más, ya llegaría mi venganza.
—¡Estiren bien!... ¡Así Allison!, ¡muy bien Samanta!... ese padebure tiene que ser el mejor para las finales. —Caminaba de aquí para allá, mirando como mis alumnas se esforzaban para el concurso de baile que sería en unas semanas.—Descansen. —Mire el reloj, la clase había finalizado—. Nos vemos mañana. Ensayen mucho, esa pierna tiene que ir más arriba, Cloe. —Le señalé sonriente y ella asintió regalándome un abrazo.—Esta mañana profesora —se despidió.Me había quedado sola cuando empecé a recoger mis cosas, en especial mi bolso donde llevaba mis zapatos de baile, entre otras cosas, como unas cuantas revistas de bodas. Faltaba menos de un mes para la ceremonia, yo quería algo rápido, pero Jackson insistió en que ese día tendría que ser inolvidable, tenía que ser algo muy especial que ambos lo recordáramos.Lo era por el simple hecho de que me casaría con él, pero la realidad era que no teníamos familia ahí, ni siquiera conocidos, solo éramos él y yo contra el mundo. Aun así, solo le
Recopilando los últimos años de mi vida, diría yo que la mayoría habían sido gratos.¿Como sonreír después de llorar?, ¿Cómo ser fuerte ante la adversidad? Todo era mucho más fácil si tenías a alguien en quien apoyarte y Jackson se fue convirtiendo en esa persona indispensable para mí. El amor de mi vida y no podía verme sin él hoy en día.Algo que había empezado como un juego se convirtió en la promesa de un te amaré para toda la vida. En ese momento lo recordé, más que todas las promesas juntas, "él siempre, estaré ahí"Lo miré orgullosa mientras hablaba arriba del podio y alzaba su moneda de sobriedad la cual cumplía 6 meses ese día.¿Había sido fácil? Por supuesto que no, nada era fácil en esta vida, pero no renuncias al amor de tu vida cuando más te necesita, al contrario, luchan juntos y sale adelante sin importar qué, como ahora.—Quiero agradecerle principalmente al amor de vida por estar aquí, mi motor de todos los días, a la persona que siempre ha estado ahí... Ven bebé. —M
—Tranquila, todo estará bien Jia —Me dijo acariciando mi espalda con delicadeza para que yo pudiera tener un poquito de tranquilidad sentía que me iba en un hoyo negro sin salida no sabía qué hacer.El consuelo que me daba era tener a Jackson junto a mí. Él era mi pilar de ahora en adelante y juntos podríamos salir adelante sin importar qué....Las cosas fueron diferentes ahora, por primera vez estaba trabajando y Jackson trataba de conseguir trabajo igual, mi padre había cumplido su promesa, no contestaba mis llamadas y el semestre en la universidad estaba por terminar.Nada era fácil, teníamos que pagar las colegiaturas antes de que se venciera y nos echaran, por suerte a Jackson solo le faltaba medio año para graduarse y a mí uno. Con el trabajo que había conseguido pude pagar algo pequeño para quedarnos.Los turnos en el restaurante eran parciales, aun así, estar parada todo el turno de aquí para allá y después estudiar era sumamente agotador, lo único que hacía al llegar a cas
—Debería de regresar a clases y tú también, no podemos estar todo el tiempo en cautiverio. —Le di una mordida a mi sándwich de jamón y queso—. No estoy quejándome de esto, pero pueden llamar a papá si no contestamos. —Jackson miró hacia enfrente pensativo.—¿Y qué pasará ahora?—No podemos seguir con esto. —Su expresión cambió a una triste—. No quiero seguir siendo tu hermana, Jackson —me apresuré a decir.Él me miró soltado una gran sonrisa.—Bebé... —Tomó mi mano y la llevó hasta su boca besando el dorso—. Te amo y eso jamás lo olvides. —Asentí dándole un beso rápido en la mejilla.—Lo sé —susurré—. Podemos vivir aquí, lejos de papá, ser solo tú y yo y cuando ambos nos graduemos empezaremos desde cero, donde nadie nos conozca.—¿Harías eso por mí? —Me miró ilusionado.—Por ti sería capaz de cualquier cosa. —Nuestros rostros se acercaron juntando nuestros labios, deje aún lado mi desayuno subiendo a su regazo donde empezamos a tocarnos de nuevo....Después de ducharme esperé para
Abrí mis ojos de repente, me incliné en la cama y miré la hora en mi celular, eran las 8:30. Maldecí ya era tardísimo.Me pare rápidamente, entre al baño y me asee, después de eso, salí del cuarto directo a la cocina, solo con una camisa que me llegaba a los muslos. No me preocupé, a esa hora Jackson debía estar en la universidad, era su primer día así que pensé en hacerme algo para desayunar, ya ahí, me agaché a buscar un sartén en la estantería de abajo.—¡Oh mierda! —Me incliné rápidamente al escuchar la voz ronca de Jackson.Me giré, estaba ahí parado, mirándome con osadía, escudriñando mi cuerpo, me ericé al sentir sus ojos devorándome.—Jackson tu.... — por un momento mi mente se desconectó, pero en un intento de razonamiento pensé rápidamente saliendo un poco de mis pensamientos—. ¿Qué haces aquí? Deberías estar en la universidad a esta hora. —Sonrió cínico y empezó a caminar hacia mí.Hice el ademán de caminar hacia atrás, que estúpida, ya me encontraba pegada a la encimera. J
Lo tenía superado ¿Cierto?—¡Todos irán! —dijo Iris de forma alegre.—Mientras no vaya ese tipo de los pelos pintados mucho mejor ...—¿Quién? —preguntó Owen—. ¿Ese, con él que te besaste en la fiesta de Michael?Todos rieron.—Ja, ja, ja que gracioso Owen —dijo Hye sin gracia—. ¿Ese no fue tu hermano?—Como sea, ese bombón está muy bueno. —Bárbara jugó con su paleta dentro de su boca, sugerente.—¿Que?... ¡Qué asco! —Hye soltó un mohín—¿Y tú Jia, irás? —Levanté la mirada de mi celular al escuchar mi nombre y fruncí el ceño.—¿A dónde? —No estaba poniendo atención, mi padre me estaba mandando mensajes, diciendo que necesitaba un favor. Me mantuve curiosa. Dijo que me marcaría por teléfono entonces estaba expectante a su llamada.—A la fiesta de Iris, Jia —Owen me abrazó besando mi mejilla. Sonreí y asentí.—A donde vayas yo voy —dije socarrona.Solo pude escuchar como todos los presentes soltaban un empalagoso.—¡Aww! Que cursis.Entorné los ojos e iba a replicar, pero en ese momento
Último capítulo