Cuando la vida de Jia se desmorona ante sus ojos con el abrupto final de su relación y el colapso del matrimonio de sus padres, se ve forzada a enfrentar una nueva realidad impuesta por las decisiones de otros. Siguiendo las órdenes del tribunal, se muda con su padre, y se ve obligada a compartir techo con la mujer que destruyo a su familia, junto con su hijo, Jackson Donovan, quien resulta ser el mejor amigo de su exnovio. Entre la tensión familiar y la incomodidad al compartir techo con las personas que detesta, Jia descubre una sorprendente conexión con Jackson. Lo que comienza como una relación forzada pronto se transforma en una complicada atracción que desentierra secretos enterrados y los lleva a un territorio desconocido y prohibido.
Leer más...Pero la puerta aún tenía seguro. Le toqué la ventanilla, parecía no escucharme, así que golpeé con más fuerza hasta que al fin decidió abrirme.—Idiota —musité entre dientes y subí al auto.—¿La muñeca amaneció de mal humor? —se burló.Mi día había empezado de maravilla hasta que me topé con este adefesio.—Cállate y conduce que se nos hace tarde — exclamé mirando por la ventanilla.—Vale, pero antes solo quiero decirte algo —habló de forma seria y lo miré interrogante—. Que sea la última vez que le hablas así a mi mamá.Reí.—No estoy jugando, Jia. —Se acercó a mí de forma amenazante.—¿Y si no qué?Levanté la mirada, no me inmuté, no iba a asustarme, y me acerqué más a él, con nuestros rostros casi rozándose, mantuvimos una lucha de miradas que Dios sabe cómo lo resistí.—No te tengo miedo, Jackson —dije de forma burlesca—. Tu madre fue la causante de todo el dolor que mi mamá está sufriendo en este momento. No tienes el derecho de decirme que no la trate como lo merece, así que
...Sentí sus caricias sobre mi cuero cabelludo y sus suaves manos recorrer mi brazo con un toque de maternidad mientras yo lloraba por primera vez sobre su regazo.—Ya, nena, todo pasará.—¿Por qué tengo que soportar esto? —Me acurruqué más entre sus brazos—. Solo falta que me orine un perro para que mi desgracia esté completa.—¡Dios...! —Alex entró al apartamento de Deyna con movimientos apresurados y la respiración entrecortada—. Traje helado y muchos chocolates. —Alzó las manos y caminó hacia nosotros—. ¿Por qué mierda vives en el 8.º piso y el ascensor no sirve? —Se quejó mirando a Deyna.—Ya, ya, no te quejes, solo trae eso para que Jia pueda desahogarse mejor.Me incliné para poder sentarme sobre el sofá y tomar el bote de helado para empezar a comerlo.—¿Por qué no te distraes?... —sugirió Alex al verme tan mal, aún llorando mientras metía una gran cantidad de helado en mi boca.—¿Cómo...? —Lo miré atenta y tragué.—Tal vez... —Se encogió de hombros—. Digo, tal vez... necesit
Lo miré estupefacta apenas separó sus labios de los míos. Sus ojos se posaron sobre mi rostro y una chispa de anhelo creció en mí. Algo que jamás había experimentado, pero todo se derrumbó cuando me di cuenta de quién era esa persona. Mi subconsciente me llamó de golpe al mundo real y cuando vi una sonrisa aparecer en su rostro, lo supe. Formé un surco en mi frente en el instante en que lo abofeteé. Jackson me miró estupefacto y borró su estúpida sonrisa. No había planeado decir algo, estaba en otro mundo, así que fui yo quien habló primero.—Eres un idiota, Donovan... no soy la misma de antes y si lo fuera, el último con quien me metería sería contigo, eres un completo imbécil.Estaba asombrado, supuse que era porque no había caído ante sus encantos. Yo jamás volvería a ser así, fue una estupidez haber caído. Volvió a sonreír, pero esta vez era más parecida a una mueca y negó, mirando al suelo.—Con todos menos conmigo... —susurró. No entendí ese comentario, pero tampoco me interesa
El enojo ahora era mucho menor; estaba satisfecha de que David hubiera sido suspendido por algunos días y rogaba porque fuera suficiente para que de una vez por todas me dejara en paz en su miserable vida.Alex y Deyna corrieron hacia mí, apenas me vieron salir de la dirección, me escudriñaron para verificar que estuviera bien, lo estaba. Jackson solo se cubrió mientras yo le daba manotazos para que me soltara, pero eso fue imposible; él tenía mucha más fuerza que yo.—Ese salvaje, solo estaba esperando que te tocara un pelo para saltar sobre él y acabarlo a golpes. —Alex movió las manos en forma de pelea y se veía muy gracioso.Deyna entornó los ojos y le dio un golpe en la cabeza; Alex soltó un gemido de dolor mirándola mal.—Apenas viste que Jia caminaba hacia David, tú te escondiste detrás de mí como un pequeño cachorro con miedo, diciendo que si empezaba una pelea haríamos como si no la conociéramos. —Deyna dijo con burla y al mismo tiempo soltó una carcajada.Miré a Alex, serio,
Estaban hablando de mí como si yo no estuviera presente, como si fuera una exhibición animal. Era increíble. Reí irónicamente y Deyna desvió la mirada hacia Alex, quien estaba a mi lado.—¿Sigue mirando aquí? —preguntó Deyna, y Alex se estiró lo suficiente para mirar sobre su hombro.—No... ¡sí! —se agachó rápidamente—. Diablos. Vio cuando lo vi —dijo alterado. Parecían dos niños jugando. Entorné los ojos.—Saben que escucho todo lo que dicen, ¿verdad? —dije, tratando de mantener la atención en mi comida, que estaba intacta hasta ese momento. No tenía apetito.—Realmente no, como ignoras todo lo que decimos pues... —Alex soltó un puchero ofendido y se encogió de hombros con disgusto. Sí, eran tan sensibles como yo; por eso nos llevábamos bien, creo.Entorné los ojos de nuevo. Eran insoportables cuando se preocupaban por mí. Traté de ignorar a todos, incluso a mis mejores amigos, pero la risotada escandalosa de todos en la mesa a cinco metros de nosotros llamó incluso la atención de to
Me dirigí a clases con mi mente ensimismada en todo lo que me estaba pasando, aunque odiaba mucho más a una sola persona. Jackson era un idiota que no sabia lo que decía, solo hablaba de las cosas que David le había contado, ya no era así, Si al menos todos supieran de la clase de hombre que era mi ex, sabrían que no era tan hombre como todos pensaban que era. David tenía un gran secreto, y no entendía por que razón me lo seguía guardando, cuando muy bien podía usar eso a mi favor, pero tal vez esa algo que tenia que guardar para el momento indicado. Ahora entendía porque mis amigos siempre me advirtieron de él. Estaba tan enamorada que no supe ver las señales que me daba, era seguro que me rompería el corazón. Pero seguía pensando en el idiota de mi hermanastro. ¿Qué derecho tenía Jackson para hablarme como lo hacía?Atraje la mirada de todos apenas puse un pie en los pasillos, mantras decían cosas de mi Ya estaba acostumbrada, era mi día a día. Siempre tenían algo que decir respec
—Idiota. —resoplé con voz baja y lo miré seria mie tras el me observaba casi burlesco—. Tiene razón puedo caminar —dije sonriéndole con desprecio.Sin esperar respuesta tomé mis cosas y salí. No me importaba caminar, aunque ahora viviera mucho más lejos y la universidad me quedara retirada, podía tomar el camión, sí, eso pensé cuando lo vi pasar ante mis narices.Corrí detrás de el, gritando que se parara, pero nada funcionó. Cerré mis ojos y suspiré cansada, este día sería difícil, ya podía notarlo. A pesar de mi frustración y el desaire de Jackson, decidí no dejarme vencer por la esto. Apreté el paso y me dirigí hacia la parada del autobús más cercana. No iba a permitir que su actitud arruinara mi día. Aunque el próximo autobús pasaría dentro de día hora, y seguramente no podría entrar a la primera clase. Mientras esperaba el autobús, repasé mentalmente mi horario y las tareas que debía completar en la universidad. Escuchaba música con mis audífonos cuando noté como un auto se est
Abrí la boca ofendida, esperaba un contra ataque, no creía que fuera uno tan fuerte y sin poder detenerme le di una bofetada. Los ojos de Jackson chispearon de rabia, se quedó estático donde estaba y apretó sus puños con fuerza, quería hacer mucho más que solo tomarme de la cara y no supe por qué eso me llevó a imaginarme cosas que no debía, y menos con él, así que sacudí mi cabeza para deshacer esos pensamientos.—¿Jamás te preguntaste por qué después de que David te terminara, todos sus amigos empezaron a pretenderte? —Se sobó la mejilla mientras seguía hablando incoherencias. Para mí las eran—. David les dijo que eras tan fácil, que les apostaba a todos que un simple te quiero de cualquiera de nosotros, bastaría para que tú abrieras las piernas, y al verte en mi casa solo me pregunté si eso sería verdad.Mis mejillas ardían de rabia y vergüenza ante las acusaciones de Jackson. No podía creer que él, de todos, fuera el que me lanzara tales insultos. Me sentía expuesta, vulnerable fr
No tenía ánimo de charlar con la nueva familia de mi padre y mucho menos entablar alguna relación con ellos, era mejor dejar en claro que no eran de mi agrado, ni Reina ni el odioso de su hijo.—Te hemos preparado una cena de bienvenida. —Reina sonrió entusiasta. No entendía su insistencia, ¿acaso su mala cara no le decía nada?Miré a mi padre de forma seria, él debía de saber que no estaba buscando socializar con su nueva familia y que la única razón de que estuviera ahí era porque estaba obligada a hacerlo. Eso era mucho más de lo que era capaz de soportar y si seguía un minuto más enfrente de esa mujer, le diría todo lo que se merecía por haber hecho sufrir a mi madre. Así que era mejor retener mis pensamientos e irme de ahí. Era por el bien de todos.Mi padre la miró y negó cabizbajo. Al menos él lo entendía y ella por fin lo entendió también.—Porque no acompañas a Jia a su recámara, Jackson. —Mi padre dijo con una gran sonrisa.Él creía que su nuevo hijo y yo, al conocernos, no